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lunes, 31 de agosto de 2009
ALGUNAS IDEAS DE COMO AHORRAR, DESDE COMBUSTIBLE, ELECTRICIDAD, ETC. UNA IDEA DE VIVIR CON SANGRE VERDE, PENSANDO VERDE
ALGUNAS IDEAS DE COMO AHORRAR, DESDE COMBUSTIBLE, ELECTRICIDAD, ETC. UNA IDEA DE VIVIR CON SANGRE VERDE, PENSANDO VERDE
EL FMI, HERNANDEZ ALBERTO Y ORLANDITO.( Análisis del Politólogo Aristófanes Urbaez, sobre la posible firma de RD con el FMI)
"El FMI, Hernández Alberto y Orlandito"
Aristófanes Urbáez - 8/31/2009
Los dominicanos no se imaginan siquiera lo que es una democracia; no se dan cuenta, no pueden darse cuenta, que en una democracia se respeta a todo el mundo”–Juan Bosch—
El empresariado, los sectores productivos, el economista Eduardo Tejera (yo, que me convencí de sus argumentos de buena fe) y la comparsa mediática, estamos felices porque el Gobierno envió al gobernador del Banco Central y el ministro de Hacienda, Héctor Valdez Albizu y Vicente Bengoa Albizu, respectivamente, al FMI, para la posible firma de una cuerdo Stand-by que le otorgaría al país U$2,500 millones y le permitiría colocar en el mercado bonos soberanos por U$1,000 más.
Pero la felicidad tiene distintos orígenes: nosotros creemos que el Gobierno debe acudir a empeñar nuestra soberanía económica no por las razones que alegan sus opositores (corrupción, derroche e incumplimientos de promesas) porque las razón verdadera es la crisis mundial que nos provocó un déficit fiscal debido a la reducción de remesas en un 8%, turismo, exportaciones de zonas francas, barril de petróleo rondando los 72 dólares (Petrocaribe y el ‘dictador’ Chávez nos mantienen de pie), además, la caída de las recaudaciones de las Aduanas y de la DGII, que, pese a vivir en un país de evasores, su director asegura que se están recuperando.
Para el primer semestre hubo un faltante de unos RD$10 mil millones en el Presupuesto de este año, y pese a que esta misma semana los economistas norteamericanos confirmaban que el último mes recesivo fue julio, lo cierto es que la recuperación mundial marcha a pasos de hicotea.
Pese a que nuestras exportaciones aumentaron en numerosos rubros, el pequeño aparato productivo, de seguir las cosas como van, no tiene las materias primas (comodites), ni los bienes exportables para emparejar el gasto fijo del Estado y el hueco deficitario podría colocarse en RD$20 mil millones, incluida la Regalía Pascual, que desde que Leonel puso el pie en Palacio en 1996, la otorga completa.
Eduardo Tejera, perredeísta de vieja data, recomendaba al Gobierno ir al FMI bajo el alegato de que la Administración blanca desde los primeros U$500 millones de Bonos Soberanos (3-8-2001), practicó el dispendio y la falta de rumbo económico, lo que le obligó a saltar del barco. Esperemos que el FMI imponga sus reglas, pues de eso se trata, y el país pueda atravesar esta situación, que ni es fruto del dispendio, de la corrupción y de falta de orientación económica, como dicen quienes nunca han sido demócratas, ahora con el corro de unos cubanos y españoles que ni se respetan ellos, ni respetan al pueblo o dominicano. Ahora bien: ¡bajo ninguna circunstancias las negociadores del gobierno deben aceptar la reducción de la ayuda social y el pago de la deuda social con los pobres! .
MVM y Hernández Alberto Me tiene sin cuidado lo que piensen algunos perredeístas de mi persona y los “sembradores de odio y de veneno” saben que sólo hay una forma de arredrarme: ¡salir de mi camino! Pero felicito al presidente del PRD, Ing.
Miguel Vargas M., por su anuncio de concertar a fin de llegar a una solución sobre de la Ley de Partidos, trabada en el Congreso.
La preocupación de los demócratas debe ser perfeccionar la democracia y la mejor forma de hacerlo no es provocando desórdenes ni llamando a la ingobernabilidad.
No sé si la propuesta de Andy Dauhajre será coyuntural, pero desde el 2000 esta pluma reclama un acuerdo tipo “Pacto de la Moncloa” de España (1977) en que todos se sienten a diseñar las políticas del país deseado y que sólo se quede la escoria ‘maniqueísta’ que todo lo ve en blanco y negro; bueno o malo, pues no distingue matices. ¡Este tipo de personaje, esta especie de “Llanero Solitario”, siempre ha existido”! Tomás Hernández Alberto, presidente del comisión que organiza la próxima convención del PRD, aclaró en el programa “El Día a Día con Aristófanes” (Telefuturo, Canal 23), que su misión es contar los votos, sin mañosería, a los que ganen los puestos en el partido y luego, a los cargos electivos. Aprovechó para darle un espaldarazo al Presidente Fernández por su postura frente el caso hondureño.
“No se puede volver a la época de los golpes de Estado”, al tiempo que rechazó los argumentos baladíes de los golpistas y los insultos de los empresarios hondureños contra el Presidente dominicano.
Eso es la democracia: trabajar por los que une y discutir lo que nos separa.
Orlandito no cogeSi algo me desagrada de Orlandito (que no es personal) es su falta de carácter; el pretender hacerse el desentendido y creer que los demás no tenemos memoria. El jueves escribí en este LD que de las 15 economías más poderosas del mundo, las más golpeadas por crisis son las española y la mexicana. Cité al economista León Bendesky, que afirmó que en México se pierden 600 mil empleos por año; que de cada 10 familias, uno vive de la economía informal; que el sector privado dejó de invertir un 20%; que reducir 50 mil millones de pesos del gasto no significaba nada; que PEMEX tuvo pérdidas de un 27% y que invertir 5 mil millones de pesos en obras públicas era perder el tiempo.
Debo agregar: que cuando EEUU comience el recalentamiento de su económía el Dólar se podría depreciar en 1.50 por Euro, lo que también perjudicaría a México por el TLC. Pero el sábado sale Orlandito pidiéndole a Leonel que reduzca los grandes sueldos (estoy de acuerdo) como hizo Calderón, pero es incapaz de coger el Manual de Moya Pons y verificar que la deuda pública en el gobierno de JB llegó al 66% del PIB y que ese gobierno le puso un impuesto de 38% a exportaciones de café, cacao y tabaco, aparte de la Matanza de Abril y crimen de Estado de Héctor Méndez. ¡Derrótalo, Guido!
sábado, 29 de agosto de 2009
RESUMEN CULTURAL DE MEDIA ISLA, UNA RESENA DE HISTORIA, POLITICA, ECONOMIA, CIENCIA, ARTE, LITERATURA ( EL PEOR DIA DEL SIGLO XX)
El peor día del siglo XX , ¡La miseria o la vida! , La firma de Borges , Un tercer dios , Colombia y el exceso de realidad , NOAM CHOMSKI: Hablar de soberanía colombiana es un chiste , Historia de la caña y los ingenios , Borges: en el nombre del padre , Puertas y ventanas: Don Abelardo. Cárceles. La vejez , La poesía es como el aroma , Amigas de pensionado de Villiers de L'Isle Adam , Introducción a las religiones comparadas , Imágenes
El peor día del siglo XX
El 1 de septiembre de 1939, la locura se hizo guerra: Alemania invadió Polonia y desencadenó la Segunda Guerra Mundial.
Por JULIÁN CASANOVA © El País
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En la mañana del 1 de septiembre de 1939 el ejército alemán invadió Polonia y el 3 de septiembre Gran Bretaña y Francia declaraban la guerra a Alemania. Veinte años después de la firma de los tratados de paz que dieron por concluida la Primera Guerra Mundial, comenzó otra guerra destinada a resolver todas las tensiones que el comunismo, los fascismos y las democracias habían generado en los años anteriores. El estallido de la guerra en 1939 puso fin a lo que el historiador Edward H. Carr llamó "la crisis de veinte años" e hizo realidad los peores augurios. En 1941, la guerra europea se convirtió en mundial. El catálogo de destrucción humana que resultó de ese largo conflicto de seis años nunca se había visto en la historia.
Aunque algunas explicaciones sobre sus causas se centran exclusivamente en Hitler y en la Alemania nazi, en el período que transcurrió entre 1933 y 1939, para obtener una fotografía completa debe rastrearse en los trastornos producidos por la Primera Guerra Mundial. Al final de esa contienda, el mapa político de Europa sufrió una profunda transformació n, con el derrumbe de algunos de los grandes imperios y el surgimiento de nuevos países. De esa guerra salieron también el comunismo y el fascismo. Al tiempo que pasó entre el final de esa primera guerra y el comienzo de la segunda lo llamamos período de entreguerras, como si la paz hubiera sido la norma, pero en realidad en esa "crisis de veinte años" hubo algunas guerras pequeñas entre Estados europeos, revoluciones y contrarrevoluciones muy violentas y varias guerras civiles.
La caída de los viejos imperios continentales fue seguida de la creación de media docena de nuevos Estados en Europa, basados supuestamente en los principios de la nacionalidad, pero con el problema heredado e irresuelto de minorías nacionales dentro y fuera de sus fronteras. Todos ellos, salvo Checoslovaquia, se enfrentaron a grandes dificultades para encontrar una alternativa estable al derrumbe de ese orden social representado por las monarquías. Esa construcción de nuevos Estados llegó además en un momento de amenaza revolucionaria y disturbios sociales.
La toma del poder por los bolcheviques en Rusia en octubre de 1917 tuvo importantes repercusiones en Europa. En 1918 hubo revoluciones abortadas en Austria y Alemania, a las que siguieron varios intentos de insurrecciones obreras.
El movimiento contrarrevolucionar io, antiliberal y antisocialista se manifestó muy pronto en Italia, durante la profunda crisis posbélica que sacudió a ese país entre 1919 y 1922, se consolidó a través de dictaduras derechistas y militares en varios países europeos y culminó con la subida al poder de Hitler en Alemania en 1933. Los datos que muestran el retroceso democrático y el camino hacia la dictadura resultan concluyentes. En 1920, todos los Estados europeos, excepto dos, la Rusia bolchevique y la Hungría del dictador derechista Horthy, podían definirse como democracias o sistemas parlamentarios restringidos. A comienzos de 1939, más de la mitad, incluida España, habían sucumbido ante dictaduras.
Durante un tiempo, sobre todo en los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, analistas e historiadores echaron la culpa de todos esos males, y del estallido de la guerra, a la fragilidad de la paz sellada en Versalles y a los dirigentes de las democracias que intentaron "apaciguar" a Hitler, en vez de parar su insaciable apetito. El problema empezaba en Alemania, donde amplios e importantes sectores de la población no aceptaron la derrota ni el tratado de paz que la sancionó, y continuaba en otros países como Polonia o Checoslovaquia, que albergaban millones de hablantes de alemán que, con la desintegració n del Imperio Habsburgo, habían perdido poder político y económico. Como les recordaban los grupos ultranacionalistas, ahora eran minorías en nuevos Estados dominados por grupos o razas inferiores.
Francia fue la única potencia victoriosa que trató de contener a Alemania en el marco de la paz de Versalles. Estados Unidos rechazó esos acuerdos y cualquier tipo de compromiso político con las luchas por el poder en Europa. Italia, sobre todo después de la llegada al poder de Mussolini, quería cambiar también esos acuerdos que no le habían otorgado colonias en África, y marcaba su propia agenda de expansión en el Mediterráneo. En cuanto a Gran Bretaña, su prioridad no estaba en el continente sino en el fortalecimiento de su imperio colonial y en la recuperación del comercio. Francia, por lo tanto, trabajaba para que Alemania cumpliera con los términos del tratado y Gran Bretaña buscaba la conciliación y la revisión de lo que consideraba un acuerdo demasiado injusto para los países vencidos. Esa diferencia dejó a Gran Bretaña y Francia en constante disputa y a Alemania dispuesta a sacar partido de la división.
Pese a todas esas dificultades, a las tensiones sociales y a las divisiones ideológicas, el orden internacional creado por la paz de Versalles sobrevivió una década sin serios incidentes. Todo cambió con la crisis económica de 1929, el surgimiento de la Unión Soviética como un poder militar e industrial bajo Stalin y la designación de Hitler como canciller alemán en enero de 1933. La incapacidad del orden capitalista liberal para evitar el desastre económico hizo crecer el extremismo político, el nacionalismo violento y la hostilidad al sistema parlamentario.
Las políticas de rearme emprendidas por los principales países europeos desde comienzos de esa década crearon un clima de incertidumbre y crisis que redujo la seguridad internacional.
Importantes eslabones en esa escalada a una nueva guerra mundial fueron la conquista japonesa de Manchuria en septiembre de 1931, la invasión italiana de Abisinia en octubre de 1935 y la intervención de las potencias fascistas y de la Unión Soviética en la guerra civil española. En apenas tres años, de 1935 a 1938, Hitler subvirtió el orden internacional que, pactado por los vencedores de la Primera Guerra Mundial, había intentado prevenir que Alemania se convirtiera de nuevo en una amenaza para la paz en Europa.
La Liga de Naciones, la organización internacional creada en París en 1919 para vigilar la seguridad colectiva, la resolución de las disputas y el desarme, fue incapaz de prevenir y castigar esas agresiones, mientras que los gobernantes británicos y franceses, hombres como Neville Chamberlain o Pierre Laval, pusieron en marcha la llamada "política de apaciguamiento" , consistente en evitar una nueva guerra a costa de aceptar las demandas revisionistas de las dictaduras fascistas. Hitler percibió esa actitud como un claro signo de debilidad y, así las cosas, siempre prefirió lograr sus objetivos con acciones militares antes que enzarzarse en discusiones diplomáticas multilaterales.
Esa debilidad llegó a su punto más alto el 29 de septiembre de 1938, en Munich, cuando Neville Chamberlain y Edouard Daladier aceptaron la entrega de los territorios de los Sudetes a Alemania. El sacrificio de Checoslovaquia tampoco frenó las ambiciones expansionistas nazis y Hitler interpretó que Gran Bretaña y Francia le habían dado luz verde para extenderse por el este.
Cuado no había pasado ni un mes desde el acuerdo de Munich, Hitler ordenó a sus fuerzas armadas que se prepararan para la "liquidación pacífica" de lo que quedaba de Checoslovaquia. A mediados de marzo de 1939, las tropas alemanas entraban en Praga y Hitler planeó lanzar una guerra de castigo contra Polonia. Sólo la Unión Soviética, con fuertes intereses en esa zona, podía oponerse y para que eso no ocurriera, Hitler firmó con Stalin el 23 de agosto un pacto de no agresión entre enemigos ideológicos. Unos días después, la invasión de Polonia convenció a las potencias democráticas que la colisión era preferible al derrumbe definitivo de la seguridad europea.
La crisis del orden social, de la economía, del sistema internacional, se iba a resolver mediante las armas, en una guerra total, sin barreras entre soldados y civiles, que puso la ciencia y la industria al servicio de la eliminación del contrario. Un grupo de criminales que consideraba la guerra como una opción aceptable en política exterior se hizo con el poder y puso contra las cuerdas a políticos parlamentarios educados en el diálogo y la negociación. Y la brutal realidad que salió de sus decisiones fueron los asesinatos, la tortura y los campos de concentración. Hitler provocó la guerra, pero ésta fue también posible por la incapacidad de los gobernantes demócratas para comprender la violencia desatada por el nacionalismo moderno y el conflicto ideológico. [Julián Casanova es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza]
De vez en cuando
¡La miseria o la vida!
Los sociólogos hablan miserablemente, y los miserables comienzan a expresarse sociológicamente. Jean Baudrillard
Por René Rodríguez Soriano © mediaIsla
En un ayer remoto no era extraño ver y oír, en las series de la tele o el cine, a un truhán cuando asaltaba a otro para pedirle la bolsa o la vida. Hoy no sucede así. La premonición de Borges se ha cumplido y nuestras imágenes, en los espejos, están imitándonos cada vez menos. La realidad ha sido expulsada de la realidad. Sólo la tecnología sigue tal vez uniendo los fragmentos dispersos de lo real. No somos otra cosa que la pasión de la ilusión, algo que según Baudrillard es más fuerte que el sexo o la felicidad. La miseria, el dolor y la podredumbre se han convertido en moneda de cambio.
Los políticos y los mercadólogos nos manipulan a través del estímulo de los afectos más bajos: la compasión y repulsión hacia uno mismo (los buscadores del éxito en los Reality Shows, la publicidad burda y odiosa de las cada vez más frecuentes lidias electorales) , bajo el entendido de que la gobernabilidad se sustenta en la imbecilidad colectiva: tu imbecilidad y tu resentimiento nos interesan. Todo esto bajo la piel de oveja de quienes están interesados en refrendar esos males, realmente creados por ellos mismos y sus patriarcas. Hoy se seduce gracias al preservativo.
Estamos ante un crimen que puede existir o no existir, como la realidad o este texto, un crimen perfecto. ¿El terrorismo contra el terrorismo, acaso? En último término, el asesino y la víctima son una misma persona. El mundo anda fuera de nuestro control y pasamos a ser pensados por el objeto, somos víctimas fascinadas, distraídas, irresponsables y enervadas. No estamos conscientes de lo que queremos, pero sí sabemos qué no queremos.
En el hoy más cercano, puedo encender una de las tantas pantallas y ver a cualquier señor denostando a sanguinarios malandrines, en un espacio sustentado por los nobles amos de la industria armamentista o farmacéutica; puedo oír a un empresario político (político empresario, lo mismo da), decir que tal o cual no hizo, hizo o dejó de hacer o decir tales o cuales cosas… y le doy up o down a la cajita y sigo adelante, viendo a viejos que se empeñan en mantenerse ridículamente jóvenes ad vitam y… pulso off y pienso que: "si el sistema fracasa en ser todo, no quedará nada. Si el pensamiento fracasa en no ser nada, quedará algo..."
En fin, que por nada, absolutamente por nada y, aunque no podamos entender la esencia del mundo, quizás mediante el crimen perfecto accedamos a los medios para desentrañar, tal vez, lo que ni nos interese desentrañar. [René Rodríguez Soriano]
La firma de BorgesA 110 años del nacimiento del escritor argentino, muerto en Ginebra en 1986, el autor de este artículo le sigue la pista al cuento "El sueño", de O. Henry. Incluido en una antología realizada por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, da la impresión de ser un invento borgiano. Por Arturo Fontaine © El Mercurio
El mejor cuento de Cuentos breves y extraordinarios, la antología de Borges y Bioy Casares, viene firmado por O. Henry. Se llama "El sueño" y es breve y borgiano. Siempre oí decir que Borges hacía esas cosas, que inventaba citas, autores. El asunto me intriga. Tanto, que me atrevo a importunar a mi amigo Lucas Sierra, que está en Cambridge, escribiendo ocupadísimo una tesis doctoral sobre Habermas. Le pido que me ayude y busque "El sueño". Lucas, una persona real, como lo demuestra el hecho de que obtuvo una beca real y fue admitido al
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doctorado de una universidad tan real, seria y respetable como Cambridge, me contesta de inmediato por e-mail , sin imaginar, claro, lo que le espera, y dice que sí, que por supuesto, que lo buscará en la biblioteca de Cambridge, donde está todo, absolutamente todo. No le costará nada. De hecho, se pasa entre esas estanterías interminables todo el día y algo de la noche.
A Lucas le ocurre algo borgiano: O. Henry no está en el completísimo catálogo manual de la Universidad de Cambridge. Tampoco en el fichero computarizado de la biblioteca. ¿Será, entonces, el célebre O. Henry un autor inventado por Borges?
Lo que pasa, simplemente, es que ni él ni yo nos hemos enterado de que O. Henry había nacido como William Sidney Porter, en Greensboro, 1862, y que en los catálogos de la universidad aparece como Porter Sidney, William (O. Henry). Despejado ese enigma, tranquilo y un poco decepcionado, Lucas, interrumpiendo a Habermas, se lanzó a la búsqueda de "El sueño", "The Dream".
Entre tanto, vía Amazon, conseguí dos antologías de O. Henry -una publicada por Modern Library con treinta y ocho cuentos, y otra por Signet Classics con cuarenta y uno-. "El sueño" no estaba. Lucas tampoco lo había encontrado en los doce volúmenes de las obras completas de O. Henry, editadas por Doubleday, Nueva York en 1917. Ni en la Biographical Edition de 1929 en dieciocho tomos. Ni en la edición de sus obras completas en dos gruesos volúmenes de 1957.
Antologador honesto
Días después, Lucas está en Londres y, por supuesto, llueve. No encuentra "El sueño" en la biblioteca de la University College ni en la mismísima British Library. Lucas queda perplejo. Borges nos transforma en sus personajes.
Un sábado cualquiera, para protegerse de la lluvia, yes, it´s rainning cats and dogs , entra a la biblioteca municipal de Camden, cerca de la estación Swiss Cottage. Por hacer algo mientras pasa el chaparrón, aprovecha de ver qué hay allí de O. Henry. La probabilidad de encontrar "El sueño" es, claro, cercana a cero, pero ¿qué más hacer mientras espera que la lluvia amaine?
Lo único de O. Henry es una antología que, por cierto, había visto antes en los catálogos consultados, pero no había considerado del caso revisar por ser una selección entre tantas y no una edición de obras completas. La publicación está fechada en 1937 y editada por Hodder and Stoughton Ltda. Sucede lo imposible: "El Sueño" está ahí. Borges no ha inventado, ha sido un antologador honesto.
Lucas lee el cuento a toda carrera poseído por una excitación nerviosa, como si realmente hubiera descubierto un secreto. Y, claro, nota algo raro. El cuento es y no es el mismo. Me lo envía por fax. Debajo del título, entre corchetes, hay una nota explicativa del editor de esa antología: "Esta fue la última obra de O. Henry. La revista Cosmopolitan se lo había encargado y, después de su muerte, se encontró el manuscrito inconcluso en su pieza, sobre su polvoriento escritorio".
Sigue el relato al que O. Henry llamó "The Dream".
La primera línea de "El sueño" tal como apareció originalmente en la revista Cosmopolitan, y reproduce la antología encontrada por Lucas, dice así: "Murray soñó un sueño". Este relato, "no quiere ser explicativo: no es más que el registro del sueño de Murray".
Murray está sólo en su celda de condenado. Hay una mesa y sobre ella un foco de luz blanca. La electrocución será a las ocho de la tarde. Una hormiga camina en la mesa. Murray, con un sobre blanco, le bloquea el camino. La hormiga desesperada corre de aquí para allá y siempre surge el sobre blanco que le cierra el camino. Murray sonríe.
En el pabellón quedan siete. Cuando Murray llegó había diez. Murray se pregunta qué pasará con él, si le responderán los músculos de las piernas, los nervios del estómago, la cara. Porque esta es su noche. Oye de la celda del otro lado la inconfundible voz de Bonifacio, el siciliano que mató a su novia y a los dos policías que fueron a arrestarlo. También Murray mató a su mujer por celos y se le escapó el rival por un pelo. Le pregunta si se siente bien. Murray dice que sí. Bonifacio le recuerda que fue él quien ganó la última partida de damas. Murray se ríe: es verdad. La carcajada lo anima. Al siciliano le queda una semana.
Se oye el ruido seco de los cerrojos al abrirse la puerta del corredor. Luego, pasos. Son tres: dos guardias y el capellán. Murray sonríe. Quiere decir algo pero no sabe qué.
Hay siete condenados que oyen esos pasos. Pero sólo tres le gritan adiós: Bonifacio, Marvin, que intentando escapar de la cárcel mató a un guardia, y Basset, que en el asalto de un tren mató a un inspector que no quiso levantar las manos. Los otros cuatro callan humildemente. Son seres inferiores que mataron sin un instante de esplendor. "Hay una aristocracia del crimen".
Murray se maravilla de su propia indiferencia y perfecta frialdad. "En el cuarto de ejecuciones hay unos veinte hombres, entre guardias, periodistas y curiosos que habían conseguido.. .".
El relato se corta. Hay un espacio en blanco. En el siguiente párrafo, sin señal ni advertencia alguna, se lee: "Aquí, en mitad de la frase, la mano de la Muerte ("the hand of Death") interrumpió la narración del último cuento de O. Henry. Había planeado hacer esta historia diferente de las anteriores, el comienzo de una nueva serie en un estilo que no había intentado antes".
El sueño de Murray
¿Quién habla aquí? O. Henry ya ha muerto. Son los editores de Cosmopolitan, quienes agregan: "Quiero mostrarle al público", dijo, "que puedo escribir algo nuevo -nuevo para mí, quiero decir-, una historia sin slang alguno, un argumento directo y dramático tratado de tal modo que se acerque a mi idea de lo que es realmente la escritura de un cuento real". Antes de empezar a escribir este cuento, O. Henry reseñó brevemente cómo pensaba desarrollarlo: "Murray, el criminal acusado y convicto de asesinar brutalmente a su mujer -un homicidio provocado por los celos-, al comienzo enfrenta la muerte con calma y, visto desde fuera, parece indiferente a su destino. Pero al acercarse a la silla eléctrica se le revuelven los sentimientos.
Murray había soñado el sueño equivocado".
Hasta ahí lo escrito por los editores de Cosmopolitan que transcriben, entonces, no sólo una parte del cuento inconcluso de O. Henry, sino que también el boceto que escribió O. Henry, por así decir, el proyecto del cuento que no alcanzó a llevar a cabo.
El original del manuscrito de O. Henry salió a remate por la casa Anderson Galleries, según informó el New York Times del 16 de abril de 1922. El New York Times anuncia: "To sell O. Henry's Last Manuscript". Y en el subtítulo: "Death prevented finish". Más adelante, se nos informa que el manuscrito consta de ocho cuartillas en papel de manila.
Borges y Bioy traducen el cuento tal cual lo publicó la revista Cosmopolitan, permitiéndose, a mi juicio, atinadas licencias. Pero, en su escritura, después de los puntos suspensivos y el espacio en blanco que cortan la narración, se lee:
"Aquí, en medio de una frase, el sueño quedó interrumpido por la muerte de O. Henry. Sabemos, sin embargo, el final: Murray, acusado y convicto de asesinato de su querida, enfrenta su destino con inexplicable serenidad... ". El original decía: "al comienzo enfrenta la muerte con calma y, visto desde fuera, parece indiferente a su destino". Se la sustituye por "enfrenta su destino con inexplicable serenidad". Es más conciso. El original decía: "Mientras le ajustan las amarras tiene una visión. Sueña un sueño". Borges y Bioy escriben: "Lo atan. De pronto, la cámara, los espectadores, los preparativos de la ejecución le parecen irreales. Se despierta: a su lado están su mujer y su hijo". Se ha suprimido el sueño de la casa de campo llena de luz y flores. Bastan la mujer y el hijo. Sobre todo ese "Se despierta" es más intenso y poderoso que "tiene una visión. Sueña un sueño".
La ejecución interrumpe el sueño de Murray".
O. Henry, Voltereta borgiana
Borges y Bioy suprimen la última frase del proyecto del cuento que escribió O. Henry, la que decía "Murray había soñado el sueño equivocado" ("Murray had dreamed the wrong dream"). La sustituyen por "La ejecución interrumpe el sueño de Murray", que es más fiel a lo que ocurre.
Y, justo al final, la clásica voltereta borgiana. La ficción comienza a rebotar en el espejo de otra ficción, y se devuelve.
Porque quien nos ha contado todo esto es un narrador en tercera persona que sabe lo que está sintiendo Murray en su celda y, luego, en la silla. Quien narra es, obviamente, O. Henry. Pero, después, de la súbita interrupción del relato, ¿quién deja ese espacio en blanco en el que muere O. Henry, y anota, luego, la explicación? ¿Quién es el que nos sigue hablando ahí? Ya no son más los editores de Cosmopolitan, sino que el propio muerto, O. Henry. Porque es su firma al pie la que cierra el cuento (de Borges) y pasa a ser la última línea de O. Henry (escrita por Borges).
El sueño de un condenado es interrumpido por el estremecimiento de la corriente de la silla eléctrica, sólo que ahora ese cuento a su vez queda interrumpido por la muerte del autor del cuento, O. Henry, lo que nos cuenta el mismo O. Henry. ¿Pero cómo pudo escribirlo el propio O. Henry si ya había caído muerto dejándolo a medias?
Es, realmente, un cuento breve y extraordinario que O. Henry nunca imaginó. Un cuento sobre un cuento imposible. Porque en lo inverosímil está su ironía y, al mismo tiempo, esa velada, sutil alusión, como si todo existiera en la forma de un sueño en el que alguien, un Segismundo divino, soñara que está soñando que sueña, y así siempre.
Un tercer dios
Por José Saramago © Boomeran(g)
Creo que las tesis de Huntington sobre el "choque de civilizaciones" , atacadas por unos y celebradas por otros cuando fueron expuestas, merecerían ahora un estudio más atento y menos apasionado. Nos hemos habituado a la idea de que la cultura es una especie de panacea universal y que los intercambios culturales son el mejor camino para la solución de los conflictos. Soy menos optimista. Creo que sólo una manifiesta y activa voluntad de paz podría abrir la puerta a ese flujo cultural multidireccional, sin ánimo de dominio por ninguna de las partes. Esa voluntad tal vez exista por ahí, pero no los medios para concretizarla. Cristianismo e islamismo continúan comportándose como irreconciliables hermanos enemigos incapaces de llegar al deseado pacto de no agresión que tal vez trajera alguna paz al mundo. Pues bien, ya que inventamos Dios y Alá, con los desastrosos resultados conocidos, la solución tal vez esté en crear un tercer dios con poderes suficientes para obligar a los impertinentes desavenidos a deponer las armas y dejar en paz a la humanidad. Y que después ese tercer dios nos haga el favor de retirarse del escenario donde se viene desarrollando la tragedia de un inventor, el hombre, esclavizado por su propia creación, dios. Lo más probable, sin embargo, es que esto no tenga remedio y que las civilizaciones sigan chocando unas contra otras. [lilibrik]
Colombia y el exceso de realidad
En un país donde cada día ocurren tantas y diferentes cosas a la vez, la realidad es una tentación para los escritores, los que han protagonizado un suceso y los periodistas que desean plasmar esa experiencia en un libro. Pero su abuso va en detrimento de la imaginación y la creatividad, dice la escritora Piedad Bonnett
Por PIEDAD BONNETT © Babelia
Eso que llamamos realidad es, lo sabemos, rica en matices en cualquier parte de la tierra. Basta con saber mirarla. Pero en Colombia, lugar donde la vida transcurre de una manera no propiamente apacible, dicha realidad, al estar plagada de hechos trágicos, pareciera más compleja que en otras partes.
Esa "realidad-real" , para hablar en términos de Vargas Llosa, siempre rebosante, que crea "picos" de tensión que ponen en vilo a la nación entera (un secuestro masivo, una liberación de rehenes, un ataque guerrillero, una masacre de paramilitares, un escándalo político de grandes proporciones) se convierte en realidad virtual en la avalancha noticiosa, en las imágenes o narraciones que, repetidas, terminan por reemplazar la experiencia misma. Inmersos en un río informativo siempre cambiante, los colombianos sufrimos de lo que Annie le Brun, la anárquica escritora francesa, llama "exceso de realidad". En manos de los medios, la información termina por ser un remolino de hechos ruidosos, pero también fugaces, frente a los cuales perdemos perspectiva y capacidad de relación. Vivimos en un reino de confusión en parte porque la razón detrás de los hechos suele ser incomprensible, en parte porque la escasez analítica y reflexiva -relegada casi totalmente al terreno de la academia y de los estudios especializados- contribuye a desdibujar el sentido del presente. Y sin embargo, pareciera que los colombianos siguen creyendo en el poder de la palabra.
En la era de la globalización y la posmodernidad todo el que no ha escrito un libro, o lo está escribiendo o querría escribirlo. Y por eso mismo se publican tantos perfectamente prescindibles. Si esta pasión por la escritura nace del prestigio de la letra escrita, o de una necesidad catártica o terapéutica, o del deseo de alcanzar reconocimiento o dinero -o las tres cosas, no lo sé-. El caso es que en Colombia, país donde todo tiende a ser hiperbólico, esta pasión ha llegado a la desmesura: casi cualquier ciudadano que ha pasado por una experiencia dramática -¡y son muchos!- decide, impulsado por la necesidad de expresarse -o por los editores, vaya uno a saber-, verter sus historias en un libro.
Ese deseo de representació n de la experiencia, que pareciera formar parte del Zeitgeist o espíritu de una época, no es censurable, siempre que represente una alternativa al ruido mediático e ilumine cualquier resquicio de nuestra oscura realidad.
El público, por su parte, se lanza, hambriento de realidad, a consumir estos libros, hasta convertirlos, casi siempre, en best sellers. Fascinados con la idea de poder penetrar realidades conocidas a medias, estos lectores insaciados acuden al material testimonial en busca del detalle, de los relatos ocultos, de lo no dicho. De las tripas sangrantes de la realidad tal y como les interesa. Habría que ver hasta qué punto sus expectativas son recompensadas.
A la realidad colombiana, por fortuna, no le han faltado buenos cronistas. Alberto Salcedo Ramos, Cristian Valencia, Germán Castro Caicedo, Alfredo Molano, Alonso Salazar, Juanita León, son los nombres de algunos de los que, con espíritu de riesgo, han mostrado un país diverso, contradictorio, doloroso, muy vivo. Sin embargo, un fenómeno curioso -no ajeno a otras latitudes- se da en el terreno del periodismo. Muchas de sus figuras se han lanzado a la aventura de la novela, con relativo éxito en lo que a lectores y divulgación se refiere. ¿Qué los lleva, se pregunta uno, a bucear en estas aguas? Más allá de las razones personales o coyunturales, uno podría pensar en que estos profesionales, ahítos de "realidad real", quieren abordarla a través de lenguajes simbólicos que permitan mostrarla de manera crítica, novedosa e imaginativa. No siempre lo logran. Pero no es éste el lugar para examinar cuál es el resultado de tales experiencias. Sólo he querido señalar, en aras de la reflexión, que "el exceso de realidad" obra en Colombia, hoy por hoy, en detrimento de la imaginación, haciendo que sus escribanos confundan eficacia con fidelidad. Se olvidan de que a lo real se llega sobrepasando el realismo craso. Y de que, como decía Machado, la verdad también se inventa. [ Piedad Bonnett (Antioquia, 1951) es autora del poemario Las herencias y la novela Para otros es el cielo]
Noam Chomski: Hablar de soberanía colombiana es un chiste
Por Eva Golinger © Venezolana de Televisión - Rebelión
—Bienvenido a Venezuela, Sr. Noam Chomsky. Estamos muy emocionados por su visita, especialmente durante un momento histórico en el que están ocurriendo muchos cambios en América Latina, potenciales cambios en la relación de EE.UU. con naciones latinoamericanas, y actualmente existen importantes tensiones y conflictos que causan gran preocupación a los latinoamericanos. En este contexto, y con el recrudecimiento de las agresiones en los últimos meses, con el golpe de Estado en Honduras, el aumento de la presencia militar en Colombia, con la ocupación de más de siete bases militares, además de un control territorial a nivel militar en Colombia, tenemos también la reactivación de la cuarta flota de la armada que ocurrió el año pasado pero está siendo usada ahora en este contexto. También el tono del discurso hacia Venezuela se ha hecho más fuerte, con acusaciones que ya se hacían y ahora continúan ahora más formales, acusando a Venezuela de permitir el narcotráfico, terrorismo, y ha habido un aumento del presupuesto militar del Pentágono, para el Comando Sur en esta región.
La pregunta es, ¿es este algún tipo de fenómeno? Ahora con un presidente supuestamente progresista en la Casa Blanca vemos más ataques contra movimientos progresistas en América Latina.
—Y en el resto del mundo. Pero lo que ocurre en América Latina ha ocurrido por más tiempo. EE.UU. por mucho tiempo dio por sentado que podía controlar a América Latina, y de hecho este fue un principio básico de su política exterior desde sus orígenes como república, como una aspiración, que lograron concretar en el siglo XX. El Consejo de Seguridad Nacional, la mayor entidad de planificación, dice que si no podemos controlar América Latina, ¿cómo podemos el resto del mundo?
Henry Kissinger, cuando el golpe de Pinochet, dijo "tenemos que deshacernos de Allende o no tendremos credibilidad en el resto del mundo".. Esa es la clave para controlar el mundo, y por supuesto gran parte de la economía estadounidense estaba basada en inversiones, que eran una especie de saqueo, desde el siglo XIX. Todo esto ocurrió por mucho tiempo y de distintas maneras, intervención militar, golpes de Estado, agresiones, durante el gobierno de Kennedy, con agresión de Estado, el ejército instaurando Estados de seguridad al estilo neonazi. Luego llegó el período neoliberal, el control de los países por medios económicos, pero a finales de los noventa ya no era tan frecuente, Venezuela es un ejemplo, pero ocurría en muchos otros países. Lentamente los países latinoamericanos empezaron a escapar del largo período, desde la época de los conquistadores españoles y portugueses, de una u otra forma de colonización.
Empezaron a librarse del FMI, pagar y reestructurar sus deudas, enfocarse en los problemas internos, y EE.UU. empezaba a perder control, y tenía que haber una respuesta, que se ha desplegado desde finales de los noventa, y que tiene dos frentes, uno militar, y el otro que denominan promoción de la democracia, que es un eufemismo de sometimiento. Uno es militar y el otro es el sometimiento, y Obama sencillamente les está dando continuidad. No está haciendo nada nuevo. Parece diferente a Bush, pero la razón es, si vemos la opinión pública, voceros del gobierno, ellos critican a Bush por no haber prestado atención a América Latina, y que la región sufrió por esto. De hecho es lo mejor que le ha pasado a América Latina, que EE.UU. dirija su atención a otras regiones. Pero Obama quiere remediar esa situación desde una perspectiva progresista liberal, prestando más atención a América Latina, lo que implica un retorno a políticas más tradicionales, la militarizació n y el sometimiento. Lo que tú mencionas es un ejemplo, pero viene de antes, de hace muchos años, por ejemplo el entrenamiento de militares latinoamericanos por los últimos diez o quince años ha aumentado en gran medida, quizá 50% más de lo que era en los años noventa. Y ahora la posición militar de EE.UU. en América Latina es relativamente mayor que durante la Guerra Fría. Por primera vez, hay más oficiales de entrenamiento militar que asesores económicos. La estrategia ha cambiado hacia un esfuerzo por reconstruir una estructura de intervención potencial, y también para la llamada promoción de la democracia.
—Que hemos experimentado en gran medida aquí en Venezuela a través de la USAID, la National Endowment for Democracy con financiamiento a grupos opositores y ahora con participación en una campaña de contrainsurgencia al interior de las fuerzas revolucionarias que apoyan al gobierno, que intentan neutralizar.
—Pero estas son políticas de larga data. EE.UU. de hecho inició una nueva fase del imperialismo hace un siglo, al convertirse en una potencia mundial, ya había sido una potencia regional, pero con la conquista de Filipinas, ese fue el momento crucial, por los años 1900, mató a cientos de miles de personas, estableció un control militar parcial, pero tenían que gobernar el país. ¿Cómo gobernar el país? Bueno, desarrollaron una nueva forma de colonialismo, con un Estado de vigilancia muy complejo, usando la última tecnología de la época para socavar movimientos políticos, para desintegrarlos, promover el faccionalismo.
Las técnicas son: primero, una fuerza militar internamente, si es necesaria, y segundo la colaboración de los líderes del Estado, por eso es que quieren infiltrar los movimientos revolucionarios, incitar la separación, socavar el poder de otros grupos y obtener beneficios de sus contactos con el poder imperial. Los británicos y los franceses hicieron cosas parecidas, pero esta vez se hizo con gran detalle, algo nuevo en la historia del imperialismo, y por supuesto se extendió a América Latina. Por eso es que después de cada intervención, por ejemplo Haití, República Dominicana, Nicaragua, donde sea, dejan el país en manos de la Guardia Nacional y en colaboración con líderes del Estado. Y la Guardia Nacional es una fuerza de terrorismo de Estado. La Guardia Nacional haitiana nunca luchó contra otro país. Su ejército lucha contra la población, lo mismo con Somoza.
Esa capacidad se perdió en parte en los años noventa y ahora se reconstruye de otra manera. Pero es una tradición antigua. De hecho data de mucho antes. Vale recordar que EE.UU. es el único país del mundo que fue fundado como un imperio. George Washington lo describió como un imperio infante y por supuesto tuvieron que conquistar el territorio nacional, eso es imperialismo, no cruzaron mares, pero aparte de eso, es imperialismo estándar.
—Eso es también como una guerra psicológica, una manipulación de la realidad, para dar esa impresión.
—Es importante entender que es aceptado internamente. Por ejemplo, no se puede hacer un comentario crítico sobre cualquier acción de EE.UU. Obama, por ejemplo, es muy elogiado por ser uno de los principales críticos de la guerra en Irak. ¿Cuál fue su crítica? Dijo que era un error garrafal estratégico. Asumió la misma posición que asumió el estado mayor alemán después de Stalingrado.
—Y es un proceso cuyo ritmo está aumentando rápidamente.
—En parte por estas razones y en parte porque los problemas son más apremiantes. La llamada "marea rosa" es considerada un verdadero peligro. De hecho el gobierno de EE.UU. está apoyando gobiernos que hace cuarenta años habría derrocado. El gobierno de Brasil, por ejemplo. Las políticas de Lula no son tan diferentes de las políticas de Goulart a principios de los sesenta, cuando el gobierno de Kennedy inició un golpe militar e instaló el primer Estado de seguridad nacional estilo neonazi, y ahora es un país amigo, porque todo el espectro se ha desplazado tanto que ahora EE.UU. debe apoyar al tipo de gobierno que antes habría derrocado y por supuesto tratar de someter a los otros.
—Hablemos de eso específicamente, porque está el tema del aumento de presencia militar estadounidense en Colombia, que ha causado tensión en la región. El gobierno de Colombia y el gobierno de EE.UU., Obama, sostienen que esto es un asunto bilateral, que esto no es una ocupación o el establecimiento de nuevas bases militares; es un acuerdo de cooperación en seguridad. Pero algunos de los detalles que sabemos, aparte de las tres bases que EE.UU. ya ha ocupado bajo el Plan Colombia, y más de una docena de estaciones de radar, es que definitivamente tendrán acceso a siete bases, una de las cuales, en Palanquero, les dará acceso aéreo a todo el hemisferio, que no tenían anteriormente, con gigantescos aviones militares de carga tipo C17, y más allá de eso, está el tema de lo que EE.UU.
—Hablar de soberanía colombiana es un chiste. El Plan Colombia, creado por Clinton, es una intervención agresiva en los asuntos internos de Colombia, que ha tenido consecuencias. Hay un pretexto, y el pretexto es la guerra contra el narcotráfico, pero es solo un pretexto y no se puede tomar en serio. Y el establecimiento de las bases militares en Colombia es una reacción al hecho de que EE.UU. ha perdido su posición militar en otros países. Ecuador desactivó la base en Manta, que le daba a EE.UU. gran capacidad de vigilancia aérea en la región. Paraguay era una especie de base militar estadounidense, y eso ya se acabó. Tenían que reconstruirla en otra parte y Colombia es el único país donde podían hacerlo. El golpe en Honduras es parte de otro proceso. Centroamérica había sido tan devastada por las guerras contra el terrorismo de Reagan que no era parte de la tendencia de la llamada marea rosa, hacia la integración latinoamericana.
Historia de la caña y los ingenios o esclavitud y miseria
Por José Tobías Beato © mediaIsla
La caña de azúcar fue introducida en América por los españoles, primera y precisamente en la isla que Colón llamó "La Española", a principios del siglo XVI. Gonzalo de Velosa fue su primer plantador, al traer los maestros del azúcar y formar un trapiche cerca del río Nigua, en lo que hoy es Yaguate, a unos 15 kms. de San Cristóbal, en el sur de la República Dominicana.
El padre Bartolomé de las Casas testimonia que el trabajo en los ingenios era tan duro, que los negros que habían sido importados desde Africa y que hasta el momento de su introducción en los ingenios, salvo ahorcamiento, al parecer nunca morían de ninguna enfermedad "después que los metieron en los ingenios, por los grandes trabajos que padecían y por los brebajes que de las mieles de caña y bebían, hallaron su muerte y pestilencia, y así muchos de ellos cada día mueren."
Fracasada la economía del oro, se impuso en "La Española" el desarrollo agrícola, especialmente en base a la caña de azúcar que para la época se cotizaba tanto como el oro. Por razones que no viene al caso analizar ahora, la economía del azúcar también fracasó.
Ahora bien. Desde el siglo dieciocho, la parte oriental de la isla, bajo dominio de España, fue la suministradora de carne a la parte occidental, a lo que hoy es Haití, controlada por los franceses. La zona norte de la parte española, el este y el valle del oeste se dedicaron a la ganadería. Siendo la población escasa, y con ausencia total de caminos y sin medios de transporte efectivos, era natural que así fuese. El ganado se transporta a sí mismo y no se precisa de grandes cantidades de gente para cuidarlo.
Azua, que disponía de puerto, podía dedicarse a la producción de azúcar. La madera se transportaba por los ríos y los troncos pequeños sobre mulos. En el Cibao, el tabaco y el cacao se transportaba sobre animales de carga, en recuas. A mitad del siglo dieciocho ya tenía el Este más de cincuenta hatos que, en buena parte, se convertirían con el tiempo en terrenos comuneros, lo que facilitaría la ocupación por extraños de terrenos sin cultivar. La tierra no tenía casi valor.
En el Sur la situación era similar.
Los mayores propietarios de tierra eran el Estado, la Iglesia y unos cuantos propietarios privados, concentrados sobre todo en el Este y alrededor de Azua. En 1871 el mayor latifundista del país era Domingo de la Rocha, que poseía una sexta parte de la zona Este. En Azua estaba la familia Báez. Aparte de estas familias, las mayores propiedades estaban dedicadas al cultivo de la caña: en Baní habían unos cien trapiches; en Azua entre cien y doscientos.
En el campo los instrumentos fundamentales de trabajo eran el machete y la azada. Juan Antonio Lora, en Santiago, importó el primer arado. La fecha: 1898. Eliseo Espaillat ofreció a plazos este instrumento a los agricultores cibaeños, y aunque aceptados, fueron prontamente relegados (H. Hoetink, obra cit, pág. 27). A pesar de todo ello, las cosas comenzaban a cambiar, pues sucedió que en 1878 terminó en Cuba la primera guerra por su independencia. Los españoles ofrecieron paz, la Paz de Zanjón. Pero al año, Maceo, Guillermo Moncal y Quintín Banderas se alzaron nuevamente, en la que fue denominada " la guerra chiquita".
Todo ello provocó una fuerte emigración de cubanos hacia República Dominicana. La agricultura comenzó a desarrollarse. Así, por ejemplo, bajo el gobierno de Luperón se instalaron comisiones agrícolas en las provincias y centros principales, compuestas por dominicanos, cubanos y puertorriqueñ os, según dice el mismo Luperón en sus "Notas Autobiográficas" .
Más aún. En 1880, Luperón liquidó su casa de comercio y se entregó a la agricultura: sembró 3,000 tareas de caña, haciendas de cacao, café y otros frutos menores; tenía aves y ganado. El presidente Ulises Hereaux tenía café en Baní y dió facilidades a sus prestamistas, a los Batlle y Cocco, en Puerto Plata, para que cultivaran guineos ( Hoetink, obra cit., pág. 36).
Claro, los agricultores, aparte del clima, las sequías o el exceso de lluvias, recibían el embate de las continuas guerras y revoluciones, de los reclutamientos forzados. La República Dominicana tenía una población de por sí reducida, pues se estimaba entre 150,000 y 207,000 a principios de la década del setenta, por lo que tales acciones no podían si no afectar muy severamente la producción y la calidad de lo producido.
Así vio el país, y el Cibao concretamente, una baja en la producción de tabaco de los 100,000 quintales a tan sólo 35,000. A juicio de Luperón por lluvias copiosas, y según Hereaux, a causa principalmente de las frecuentes guerras y el consiguiente desaliento. El tabaco dominicano perdió frente al de Colombia y Brasil, en ese momento de mucha más calidad (H. Hoetink, obra cit., pág. 34).
Pese a todo ello, sobre todo, entre 1875 y 1882, se crearon unas treinta haciendas de caña, generándose otras perspectivas. En esto tuvieron los cubanos un papel de primer orden. Sobrevinieron cambios que transformaron las técnicas de producción, que acabaron con la propiedad difusa de la tierra, y que definieron la estratificació n social.
En 1875 Joaquín Ml. Delgado fundó en San Carlos el Ingenio "La Esperanza", con una extensión de 5,000 tareas, equipado con una "máquina horizontal de 16 pulgs"., y dos trenes jamaiquinos. Tal fue la primera empresa capitalista establecida en la República Dominicana, según Juan Bosch (J. Bosch, Las dictaduras dominicanas, pág 24).
En 1878 se instaló el ing. "Constanza" de Heredia y Ureña, el cual tenía entre sus terrenos y los de cuatro colonos 2,200 tareas. En 1879 se fundó el "Porvenir" de Santiago Mellor en San Pedro de Macorís, con 21 colonos y 1, 200 tareas de terreno propio. En ese mismo año también se funda "La Fe", de J. E. Hatton y Cía., en San Carlos con 2, 750 tareas propias, más 2, 250 tareas de siete colonos.
En 1881 está el "San Luis", en Pajarito, de los hermanos Cambiaso con 2,400 tareas cultivadas y 4,600 adicionales (de diez colonos). El "San Isidro" en Pajarito, de Hatton y Hernández con 4, 290 tareas y doce colonos.
En 1882 se funda el central "La Duquesa" de Bass y Von Krosigh en La Isabela (San Carlos) con 6,000 tareas. Del mismo año es el central "Ocoa" de I. Heredia y Cía., en Palmar de Ocoa (Baní) con 3,000 tareas y quince colonos.
En San Pedro de Macorís a partir de 1882 están el "Cristóbal Colón ", "Puerto Rico" (del puertorriqueñ o J. Serrallés, empleaba a 600 trabajadores en 1893) y "El Porvenir". Los Vicini se hacen presentes desde 1878, y con el padrinazgo de Hereaux (a) Lilís, en 1887 tienen autorización para cuatro nuevas plantaciones, y en 1893 ya son dueños del "Angelina". Los norteamericanos comienzan a interesarse en La Romana después de 1880. Primeramente con plantaciones de guineo, luego con las de caña.
Con estos centrales azucareros vino otro cosa: el llamado progreso tecnológico, que no necesariamente significa desarrollo humano ni mayor felicidad. Con frecuencia, más bien, en esos aspectos esenciales es puro espejismo. Pero bien, con ellos vinieron rieles y locomotoras. El "Ingenio Santa Fe" utilizaba un tren para traer y llevar a los trabajadores de la ciudad. El cubano Salvador Ross, instaló teléfono entre la fábrica y los almacenes, se exhibía en un coche Pulman y acumuló una enorme fortuna.
Se creó una clase de especuladores que mostraban con desparpajo su fortuna y buen vivir, en abierto contraste con la miserable condición de los miles de trabajadores que vivían de la zafra de los centrales.
Tanto las exportaciones como los ingresos del Estado se incrementaron notablemente. Pero hasta ahí no más. Por eso, en una carta a Luperón (de 1884), le decía el intelectual Pedro Bonó que las personas que laboran en los ingenios "aunque pobres y rudos, eran propietarios, y hoy, más pobres y embrutecidos, han venido a parar en proletarios. ¿Qué progreso acusa eso?" Por su parte, Eugenio Ma. de Hostos, el gran sociólogo puertorriqueñ o, que tanto quiso e hizo por República Dominicana, decía: "Nada importa al país que el capital aumente, porque no aumenta el bien de todos."
Más aún. El magnífico teórico señalaba que, antes de los ingenios "se vivía pobremente, pero de propio fondo: el país vivía casi en absoluto de lo que producía el país.......Contento de su pobreza, el país consumía lo que producía y nada más. Pero vinieron los ingenios, vino con ellos la oferta de trabajo y demanda de braceros, se hizo bracero el antiguo cultivador de breves predios, se abandonó el conuco, se descuidó la crianza de aves de corral, las pequeñas industrias agrícolas.... ...y por paradójico que parezca, el país era más pobre cuanto más rico se hacía el Estado. Todos hemos pagado aquí las consecuencias diarias de esa anomalía: todos hemos estado muriéndonos de hambre...... .." (Citado por Hoetink, pág. 40).
El sistema de zafra creó un problema adicional: el desarraigo de su tierra de miles de personas, que antes cultivaban su tierra, produciendo con sus manos lo necesario para su sustento. Ahora, por el contrario, vagaban, merodeando durante el llamado tiempo muerto, asociándose naturalmente a la delincuencia. La sociedad pedía a gritos que se legislase a fin de que se prohibiese en los campos los negocios fomentadores de vicios, salvo ciertos días y a determinadas horas. Eso sin contar los intereses de los comerciantes de los pueblos y ciudades, que se vieron notablemente afectados por la presencia de la bodega del Ingenio, que vendía de todo: arroz y frijoles, sal y azúcar, tejidos y zapatos, tabaco y ron. Y lo hacía con exclusividad mediante el sistema de "vales" tan bien denunciado en la novela "Over" de Marrero Aristy.
Pero no era todo. Había algo más: la presencia de inmigrantes en el país, de miles de haitianos, de los habitantes del caribe inglés – los llamados cocolos – y específicamente de árabes, presencia que para la fecha ya era fuerte, particularmente en San Pedro de Macorís. Un grupo de diecisiete comerciantes expuso con franqueza el problema ante el mismo Congreso Nacional el 9 de junio de 1896. Esos comerciantes se quejaban del negocio puerta a puerta de esos inmigrantes árabes por pueblos y campos; de su modo de vida, gastando sólo lo estrictamente necesario para su "mísera existencia" y suplicaban porque se les privara del derecho de introducir mercancías o que a éstas se les aplicaran fuertes impuestos, porque los estaban llevando a la ruina, mientras aquellos con lo mucho que ahorraban y ganaban, devenían ricos. Según apunta Hoetink esta confrontación específica se resolvió como se han resuelto otras en la historia del mundo: por la vía de los enlaces matrimoniales.
Al entrar el siglo veinte, y con la intervención norteamericana, los ingenios todavía aumentaron mucho más su poder; cientos de familias perdieron su porciúncula de tierra y los problemas crecieron hasta el infinito. De ahí que la descripción que hiciera don Pedro Mir en "la canción del ingenio", fuera no solamente bella, sino trágicamente exacta. He aquí parte de ella:
Miro un brusco tropel de raíles , Son del ingenio , Y los pueblos pequeños y vírgenes , Son del ingenio, Y los brazos del hombre más simple Son del ingenio , Y los guardias con voz de fusiles , Son del ingenio , Y la furia y el odio sin límites , Son del ingenio , Y las leyes calladas y tristes , Son del ingenio.
Por eso, cuando se dice ingenio de azúcar, hay que añadir forzosamente un adjetivo: todopoderoso. Ingenio todopoderoso, omnipotente, que todo lo puede, dueño de todo y de todos. Y esa era la situación y el ambiente cuando Trujillo, en 1948, se preparaba para lanzarse en grande en el negocio del azúcar, contando con la entusiasta colaboración del antiguo bodeguero y ahora intelectual Marrero Aristy. Este, en su novela "Over", había denunciado la cruelísima explotación que se daba en los ingenios, amén de ser sus dueños y directores todos extranjeros, excepción hecha de los Vicini. [José Tobías Beato, escritor dominicano, autor de La mariposa azul]
Borges: en el nombre del padre
La única novela escrita por el padre de Jorge Luis Borges demuestra influencias cruciales en el autor de "El Sur": el eterno retorno de gauchos y compadritos bajo el signo de Hamlet y Schopenhauer.
Por Pedro Pablo Guerrero © El Mercurio
A los nueve años, Jorge Luis Borges, llamado Georgie al interior de su hogar bilingüe, publica en un periódico de Buenos Aires una traducción de "El príncipe feliz", de Oscar Wilde. Su padre, Jorge Guillermo, recibe al día siguiente las felicitaciones de sus colegas en el instituto donde hace clases de psicología. Creen que la traducción es suya.
"La confusión es simbólica en más de un sentido -observó Emir Rodríguez Monegal-, porque Borges (el hijo, es claro) habría de llevar al máximo de elaboración estética el arte de las falsas atribuciones y las mistificaciones literarias".
Muchos años después, cuando Borges ya era un escritor consagrado, una de las primeras bibliografías extensas de su obra incluyó entre sus traducciones una versión de Omar Khayyam que en realidad había escrito su padre.
Cabe preguntarse si en la imaginación del autor de El otro, el mismo no empezó a germinar a partir de equívocos como estos la idea del doble. Borges, sexta generación de ciegos en su familia, no sólo heredó la enfermedad del padre, también su pacífico anarquismo spenceriano -la teoría evolucionista de Darwin aplicada por Herbert Spencer a la sociedad, esa "mezcla de cuartel y fábrica", como la llamaba Jorge Guillermo- y, por sobre todas las cosas, el culto a la literatura.
La anglófila biblioteca familiar (Keats, Shelley, Swinburne, Las mil y una noches, de Burton) y los escasos textos del progenitor que han sobrevivido dan cuenta de una vocación literaria surgida por emulación, en el sentido exacto del término emular: "imitar las acciones de otro procurando igualarlas e incluso excederlas".
Cuando en una entrevista le preguntaron a Borges: "¿Nunca pensó en seguir alguna carrera? Quiero decir: su padre era abogado", el escritor respondió: "Sí. Pero, después de todo, trató de ser un hombre literario y fracasó. Escribió algunos sonetos muy buenos. Pero pensó que yo debía cumplir ese destino, ¿no?".
El caudillo es la única muestra del talento, cualquiera sea su medida, de Jorge Guillermo Borges. Escribió la novela hacia 1919 mientras vivía con su familia en España. La publicó en Palma de Mallorca en 1921. Una autoedición en toda regla: 500 ejemplares que repartió entre sus amigos de Buenos Aires.
Aparecida en los años veinte del siglo pasado, El caudillo es un auténtico "anacronismo" , para usar la expresión de Rodríguez Monegal. Pero contiene, apenas esbozado en sus páginas, el repertorio de temas que Borges hijo recogerá en su obra, dándoles cabal desarrollo. El duelo injusto entre un compadrito o gaucho avezado y un rival citadino, inexperto, a veces más joven, reaparecerá en relatos como "El muerto" y "El Sur", marcados por disyuntivas de vida o muerte. ¿Es inevitable la venganza de la ofensa? ¿Hay que empuñar el arma o dejarse matar? ¿Actuar o no? El dilema de "Hamlet", subtexto de la intriga, se vuelve apremiante hacia el final de la novela, que hasta glosa el macabro diálogo de los sepultureros de Ofelia poniéndolo en boca de dos leñadores que encuentran un cadáver a la orilla del río: "¡Y decir que esto fue un hombre!".
Schopenhauer, al que tanto debe Borges, se asoma más de una vez en el relato. Durante un paseo por el campo, Dubois deja consternados a sus rústicos oyentes cuando dice: "Lo que sería curioso (...) es saber si alguna vez hemos recorrido juntos este mismo camino, hemos pensado lo que hoy pensamos y dicho las mismas palabras".
Con la ayuda de un tablero de ajedrez, Jorge Guillermo Borges le explicó a su hijo la aporía de Zenón (Aquiles contra la tortuga) que demostraba la imposibilidad del movimiento. A Borges hijo, amigo de las paradojas temporales, le gustaba jugar con la idea de que un escritor crea a sus precursores. En el excelente postfacio a la reedición de El caudillo, Silvio Mattoni invoca a William Wordsworth: "El hijo es el padre del hombre". Cierto, lo hace padre. Pero en el caso de Borges también lo hace escritor: símbolo y promesa de una literatura por venir. [zoiladulceuva]
Puertas y ventanas
Don Abelardo. Cárceles. La vejez
En línea ya la nueva actualización de Arte único con el siguiente contenido: Último salto hacia el triunfo: HASTA SIEMPRE DON ABELARDO / Rita Valenzuela. ¿Hemos logrado alguna mejoría en el régimen penitenciario? / Tomás Espinal. Envejecimiento y estilo de vida / Beberlyn Pérez Kern. Pulse directamente en Arte único.
La poesía es como el aroma
Amigos: la revista Ala de Cuervo/Vocablos, de Venezuela, acaba de publicar un extenso reportaje al Prof. Dr. Camilo Fernández Cozman, respecto de su último libro, publicado en Buenos Aires por Ediciones Nueva Generación: La Poesía es como el Aroma. Poética de Luis Benítez. Pueden acceder a él en: http://aladecuervo- vocablos. blogspot. com
Amigas de pensionado de Villiers de L'Isle Adam
Incluimos el cuento clásico de la semana, seleccionado por Luis López Nieves: Amigas de pensionado, por el autor irlandés Villiers de L'Isle Adam [1838-1889]. Pulse sobre el título para leer el cuento en Ciudad Seva.
Introducción a las religiones comparadas
Cristianismo, gnosticismo y alquimia con el Profesor Sergio Fuster. Los martes de 14:30 a 16 hs. / Comienza el 1 de septiembre. Arancel $120 por mes / Duración 5 clases. Informes: lunes a viernes de 15 a 21 hs. ESPACIO Y: Lugar Cultural. Mansilla 2982, PB – C1425BPJ. Tel/Fax: 4962-9402. espacioylc@yahoo. com.ar www.espacioy. com.ar www.espacioy. blogspot. com Informes: lunes a viernes de 15 a 21 hs.
Imágenes del mundo
mediaIsla más que un grupo o comunidad cerrada, constituye hoy por hoy una modesta sala de lectura donde convergen una serie de personas interesadas en la construcción de un puente de doble vía, a través de la reflexión y el ameno intercambio de información interesante.
sábado, 22 de agosto de 2009
RESUMEN CULTURAL DE MEDIA ISLA, UNA RESENA HISTORIA, POLITICA, DE ECONOMIA, ARTE, CULTURA, LITERATURA
Borges y el futuro , 7 rutas de la poesía , Vicios, un poeta y la herencia del doctor , Las sobras de un sublime cadáver , La habitación de Virginia Woolf , Pobre universo erótico , Hipócritas , Puertas y ventanas: Antología poética de María Meleck Vivanco , Cine argentino en bibliotecas de Broward, FL , El imán de Oscar Wilde , Conversatorio con Luis Luis López Nieves , Contando a mi abuelo Juan Bosch , Rojo Rosa Víctor Víctor & La Vellonera , El cuento. Tradición del género en la literatura argentina , Entrevista con Bartra , ¡Espacio Y cumple 10 años!, Imaginería bruja , Imágenes del mundo
1989: el año en que el mundo se dio vuelta
La caída del Muro de Berlín fue el hecho más paradigmático, pero no el único de aquel año decisivo, en el que Europa del Este dejó atrás el comunismo, a la sombra de la reforma de Gorbachov. El testigo y comentarista Neal Ascherson recuerda aquí las "revoluciones" que se sucedieron.
Por Neal Ascherson © The Guardian - Clarín
Veinte años atrás, el panorama mundial empezó a cambiar. Al principio, nadie lo advirtió. En enero de 1989, en la mitad soviética de Europa se hacían casi tantos negocios como en la mitad occidental. En Polonia había huelgas; se hostigaba a los disidentes de Alemania Oriental; un dramaturgo llamado Vaclav Havel fue arrestado después de una pequeña manifestación.
Occidente, en cambio, tenía cosas más importantes en qué pensar. George Bush padre tomaba posesión del cargo de presidente de los Estados Unidos; y Salman Rushdie pasaba a la clandestinidad después de la fatwa iraní. En Moscú, el inefable Mijail Gorbachov avanzaba con su perestroika y su glasnost. (Cuánto deberían amarlo los rusos).
En Londres, un exiliado checo, Karel Kyncl, escribió un artículo sobre los arrestos en Praga. Decía que Havel le causaba gracia y que no le sorprendería que llegara a ser presidente de Checoslovaquia. Los lectores sonrieron indulgentes, como diciendo: "Pobre Karel, qué cosas piensa".Las montañas que rodeaban el horizonte de la Guerra Fría empezaron a tambalearse y finalmente se derrumbaron. El comunismo polaco fue el primero en caer.
A continuación, los gobernantes húngaros publicaron un plan de abdicación. En agosto, las Repúblicas del Báltico de la Unión Soviética empezaron a exigir su independencia. En noviembre, Erich Honecker, de Alemania Oriental, fue derrocado, y el 9 de noviembre se abrió el Muro de Berlín.Al día siguiente, en Bulgaria un golpe palaciego derrocó a Todor Zhivkov, el líder del partido. El 28 de noviembre el régimen comunista checoeslovaco capituló. En diciembre, Nicolae Ceausescu, de Rumania, fue sacado de su despacho y fusilado.
Y tres días antes de finalizar el año, Vaclav Havel fue proclamado presidente de la República Checoeslovaca.El terremoto llegó a Albania y Yugoslavia al año siguiente. Las naciones del Báltico, Ucrania y los países del Cáucaso meridional no recuperaron su independencia hasta que, tres años después, se produjo el formidable colapso final de la Unión Soviética. Pero a fines de 1989 toda la muralla de la Europa sovietizada se había derrumbado, total y súbitamente.El paisaje de acero y hormigón de la Guerra Fría se había convertido en una puesta en escena teatral. Con excepción de Rumania, donde hubo combates, todas estas revoluciones se consumaron sin derramamiento de sangre. Las batallas de libraron en mesas redondas, no detrás de barricadas.\
A comienzos de 1989 nadie esperaba que el mundo se diera vuelta totalmente (tal vez ni siquiera lo pensó Karel Kyncl, a pesar de su rapto profético). Todos sabían que "el comunismo estaba en problemas", y que los pronósticos económicos eran sombríos. Mientras tanto, la Guerra Fría empezaba a ceder, desde que se iniciaron, uno tras otro, los controles de armamento entre el este y el oeste. Hacia abril, el incipiente deshielo se convertía en inundación.Los comunistas húngaros ya hablaban de elecciones libres y multipartidarias, y querían convocarlas en un plazo perentorio.
En Polonia, el gobierno había levantado la interdicción que pesaba sobre el gremio Solidaridad e iniciaba conversaciones sobre la posibilidad de la democracia. Las revoluciones de 1989 no se hubieran producido si el mensaje de Gorbachov a las "naciones cautivas" no hubiera sido escuchado. Ese mensaje decía: Ustedes son independientes. Nos gustaría que eligieran el camino del socialismo.
Pero cualquiera sea el rumbo que decidan seguir, la Unión Soviética no la invadirá con ejércitos y tanques para detenerlos, como ya lo hizo en 1956 y en 1968. Aun si vuestros gobernantes comunistas son derrocados, nosotros no apelaremos a la fuerza para salvarlos.Nadie creyó que Mijail Gorbachov decía lo que pensaba.
Por eso, cuando declaró en junio de 1988 que "oponerse a la libertad de elección significa ponerse en contra del movimiento objetivo de la historia misma", sus oyentes de Moscú supusieron que quería decir que "todo aquel que reclame libertad de elección será arrollado por la aplanadora soviética de la historia".
Después, en diciembre, Gorbachov repitió un mensaje casi idéntico en las Naciones Unidas: "La libertad de elección es un principio universal. No debe haber excepción alguna". La mayoría de los ideólogos estadounidenses pensaron que el tipo no hablaba en serio. ¡Entonces, el comunismo mundial se caía a pedazos! Pero cuando Gorbachov convocó a los líderes comunistas y trató de hacerles entender que podían elaborar sus propias políticas, pero que ya no contarían con el rescate soviético, el mensaje empezó a fluir y llegó a los grupos de oposición y al pueblo en general.
Y aun entonces, los revolucionarios de 1989 nunca estuvieron seguros de que la promesa era real, y siguieron manteniendo un oído atento para detectar el estruendo de los tanques en marcha.El punto de partidaLa revolución empezó en Polonia. En 1981, el general Jaruzelski había destruido el movimiento Solidaridad e impuesto la ley marcial. Pero a nadie se le escapaba que el sistema estaba herido de muerte. Sólo había que esperar que muriera.
La quiebra comercial de Polonia terminó en 1988, al mismo tiempo que se desataba una nueva ola de huelgas. El gobierno, nervioso y dividido, finalmente devolvió la legalidad a Solidaridad y en febrero de 1989 inició rondas de negociaciones con la oposición. Los participantes sancionaron a los gremios independientes y organizaron elecciones multipartidarias para junio.
A regañadientes, Solidaridad aceptó que las elecciones tenían que ser arregladas. Reservar un bloque de banca para los candidatos "oficiales" aseguraría que el régimen tuviera mayoría en el Sejm (la Cámara Baja del Parlamento).Pero en ese momento intervino el pueblo.
Yo estaba en el café del hotel Europejski de Varsovia, ese día de junio. Jóvenes militantes de Solidaridad nos pusieron sobre la mesa una pila de folletos impresos con las cifras de las urnas. Al principio no pude creer lo que estaba leyendo. Solidaridad había ganado todas menos una de las bancas que se disputaron en las elecciones. Pero en las bancas reservadas, sólo dos de todos los candidatos comunistas habían obtenido el 50% de votos necesarios para entrar. Los votantes habían encontrado alguna manera de hacerlo.
En esa mañana de verano, el juego cambió súbitamente. Después de 45 años, el comunismo polaco había sido aniquilado. Y lo increíble, que también era lo inevitable, se producía cuando se iniciaban las negociaciones para formar el primer gobierno no comunista en la Europa soviética. En Hungría, mientras tanto, desde la aplastante derrota de 1956 los comunistas ya no se hacían ilusiones sobre su popularidad.
Con el gobierno de Janos Kadar, que fue derrocado en 1988, los húngaros alcanzaron un nivel de vida razonablemente confortable y ganaron ciertos derechos para instalar y mantener negocios privados. Pero los sucesores de Kadar entendieron, antes que ninguno de sus vecinos, lo que Gorbachov estaba diciéndoles: hay que adaptarse o morir. Desde 1987 algunos partidos no comunistas pudieron desarrollar sus actividades, pero a diferencia de lo que sucedía en Polonia, en Hungría la oposición organizada era débil. Entonces el régimen comunista tomó una extravagante decisión: mantener el control organizando su propia caída gradual.
A comienzos de 1989, el gobierno y el partido gobernante anunciaron un arrasador programa de reformas económicas y políticas. Entre ellas, se dispuso, por ejemplo poner en marcha una investigación de la revolución de 1956 y organizar una segunda ceremonia para rendir honras fúnebres a Imre Nagy, quien había sido ejecutado por la Unión Soviética en ese año, 1956, cuando era primer ministro. Fue en ese momento que los astutos líderes partidarios estuvieron a punto de perder todo poder.
La ceremonia fúnebre se llevó a cabo el 16 de junio. Nagy y cuatro de sus camaradas, también mártires, tuvieron un segundo funeral como héroes nacionales. La ceremonia se convirtió en una enorme demostración de dolor y de ira, sentimientos hasta entonces reprimidos. Se convocó un panel para planificar la transición hacia la democracia y se prometió que a comienzos de 1990 se llamaría a elecciones libres.
El Partido de los Trabajadores Socialistas de Hungría cambió su nombre, abandonó el leninismo y empezó a prepararse para competir por los votos. Hacia fines de 1989 Hungría había perdido todo rasgo de algo que pudiera asemejarse a un sistema comunista.Revolución sin masasSiempre se dio por sentado que las revoluciones debían ser llevadas a cabo por "las masas".
Pero ni en Polonia ni en Hungría el cambio fue impuesto por la fuerza por multitudes furiosas en las calles. Hacia fines del año ese tipo de tradicional levantamiento popular, junto con la confrontación física con los gobernantes, empezó a desaparecer.La primera confrontación se produjo en el Báltico. Es duro –y vergonzoso– recordar hoy cuán improbable parecía en Occidente, 20 años atrás, el triunfo de los reclamos independentistas de Latvia (ex Letonia), Lituania y Estonia.
Pero desde que Gorbachov había aflojado los controles, se sucedían con cierta libertad las protestas públicas sobre lengua y cultura y también sobre las deportaciones de Stalin. En marzo de 1989 el movimiento independentista Sajudis obtuvo la mayoría de bancas lituanas en las elecciones soviéticas, Y después, el 23 de agosto del mismo año, se produjo uno de los acontecimientos más espectaculares y conmovedores de todo el año.
Era el 50º aniversario del monstruoso pacto nazi-soviético, por el que en 1939 se pusieron los estados de los Balcanes a merced de la voluntad de Stalin y se destruyó su independencia. En esa fecha el pueblo salió a las calles y formó una cadena humana de casi 2 millones de hombres, mujeres y niños que, tomados de la mano, permanecieron de pie formando una línea de 650 km de longitud, desde Vilnius, pasando por Riga, hasta Tallinn. Reclamaban libertad, justicia e independencia.
Una cuarta parte de la población del Báltico se unió a la manifestación.El siguiente levantamiento de masas empezó en octubre en Alemania Oriental. De entre todos los hechos dramáticos de 1989, este fue el episodio que más se asemejó a las grandes insurrecciones urbanas del siglo XIX. Porque lo que derrocó la dictadura de Erich Honecker y la Stasi (el Ministerio de Seguridad del Estado, o sea la policía secreta oficial de Alemania Oriental) no fue un acuerdo clandestino ni una maniobra del Partido.
La temeraria acción de millones de personas que salieron a la calle derrotó al régimen y derribó el Muro de Berlín.Honecker inició el año 1989 absolutamente seguro de que la "ola reformadora" de los países vecinos no contaminaría a la República Democrática Alemana (la RDA). Pero existía una creciente convicción de que el sistema debía cambiar. "No podemos gobernar a la antigua", se decía.
Pero fue exactamente "a la antigua" que los resultados de la elección municipal de Alemania Oriental fueron descarada y crudamente falsificados. Y de pronto empezaron las protestas.Octubre fue el mes decisivo. el 2 de octubre una enorme manifestación que reclamaba reformas se concentró en Leipzig y decidió seguir reuniéndose todos los lunes hasta que sus exigencias fueran satisfechas. Pocos días después Gorbachov llegó a Berlín Oriental para asistir a la conmemoración del 40º aniversario de la República. Multitudes delirantes lo aclamaron gritando "¡Gorbi! ¡Gorbi!" cuando le dijo a Honecker que "la vida castiga a los que retardan las cosas".
Las "manifestaciones de los lunes" de Leipzig, que desafiaban a la policía, empezaron a atraer a miles de personas. Honecker amenazó con imitar a los chinos, que pocos meses antes habían disparado contra los centenares de manifestantes de la Plaza de Tiananmen. Pero el 9 de octubre de 1989 las milicias armadas de Leipzig se negaron a hacer fuego contra la multitud, y hasta se dejaron poner flores en las solapas de sus uniformes.Horrorizados por lo que podría haber sido un baño de sangre, los colegas de Honecker lo expulsaron de su cargo. A principios de noviembre, una gran manifestación en Berlín convocó a medio millón de personas que reclamaban ruidosamente un cambio. En un torbellino de incoherentes promesas de reformas, los nuevos líderes del partido parecían ofrecer el libre cruce de la frontera con Berlín Occidental. Cuando circuló la noticia, la noche del 9 de noviembre, 50.000 berlineses del Este se precipitaron hacia el Muro.
Los guardias no tenían instrucciones. Dejaron pasar a la gente, que avanzó danzando y llorando. De pronto Berlín Occidental estuvo lleno de Trabants (el automóvil pequeño y de bajo costo, el Trabi, que se fabricaba en Alemania Oriental), y de multitudes mal vestidas que se desplazaban a pie comiendo bananas. Jóvenes del Este y del Oeste saltaban y bailaban en lo alto del Muro. Al día siguiente empezaron a tirarlo abajo. Nadie los detuvo.Los comunistas trataron de retardar los acontecimientos proclamando su conversión a la Social Democracia. El Nuevo foro y otros partidos hacían planes para una Alemania Oriental democrática. Todo fue inútil: el 3 de octubre de 1990 un millón de personas se reunió en Berlín, en la Puerta de Brandenburgo, para celebrar la reunificación formal de Alemania.
En cuanto a Checoslovaquia, permaneció tranquila la mayor parte del año. Pero checos y eslovacos estaban muy atentos a lo que pasaba en Polonia y Hungría. El 21 de agosto hubo manifestaciones "ilegales" en Praga y en Bratislava para conmemorar el día de la invasión soviética de 1968. La policía se mostró inusualmente permisiva. Después sucedió algo inesperado. El 17 de noviembre era el día en que los estudiantes marchaban por Praga para rendir homenaje a Jan Opletal, un líder estudiantil asesinado por los nazis.
Las autoridades no habían prohibido la manifestación, pero la policía arremetió súbitamente contra los estudiantes y empezaron a golpearlos con sus bastones. Se corrió la voz de que habían matado a un estudiante. Mucho después se supo que la información era falsa y que probablemente el rumor habría sido iniciado por la policía. Pero los estudiantes ocuparon sus universidades y en las calles empezaron a reunirse multitudes furiosas.
Lo que siguió fue la Revolución de Terciopelo, un verdadero levantamiento de masas. Según el historiador Tony Judt, los que participaron, tanto checos como extranjeros, tuvieron "la embriagadora sensación de que en ese momento se estaba construyendo la historia".
La gente tomó la ciudad. Una semana después los líderes comunistas renunciaron. Vaclav Havel y unos pocos amigos del Foro se apropiaron de un teatro, inventaron un nuevo movimiento llamado "Foro Cívico" e iniciaron el debate para decidir hacia dónde debería encaminarse la revolución. En pocos días ellos mismos se sorprendieron al verse convertidos en un grupo revolucionario y luego en gobierno provisional. El 25 de noviembre 250.000 personas se reunieron para escuchar a Havel y a Alexander Dubcek. Después de una breve rueda de conversaciones, el gobierno checoslovaco colapsó.
Se designó un nuevo gobierno, compuesto por intelectuales del Foro. Ya en ese momento las multitudes coreaban: "¡Havel al Castillo!" (a la Presidencia) . Después de ser designado presidente el 29 de diciembre, tomó algunas medidas: el 1º de enero de 1990 liberó a 16.000 presos políticos; y el día 2 disolvió la "policía política". La Revolución de Terciopelo y la revolución de Alemania Oriental demuestran que dentro de un estado policial la temperatura política puede empezar a subir silenciosamente, hasta llegar al punto de ebullición. Este fue el caso de Nicolae Ceausescu, en Rumania, el más brutal de aquellos sistemas.Todo empezó en Timisoara, después de un intento de arrestar a un pastor húngaro. La policía abrió fuego y hubo una masacre.
El 21 de diciembre, el presidente Ceausescu organizó en Bucarest una serie de gigantescas concentraciones en su favor. El primer acto se inició, pero después de algunos minutos el mandatario percibió que la multitud lo abucheaba y lo tildaba de dictador. Al día siguiente sucedió lo mismo. Entonces Ceausescu y su esposa Elena, aterrorizados, huyeron en un helicóptero que se posó en el techo de las oficinas del partido.Cuando hubo una gran manifestación contra su gobierno, en Bucarest, la policía de seguridad disparó contra la multitud. Pero inesperadamente el ejército cambió su posición y ayudó a los revolucionarios a tomar la estación de televisión.
La lucha callejera fue confusa y salvaje y murieron centenares de personas. Los Ceausescu fueron capturados sin poder salir del país. En la Navidad de 1989 una cámara filmó el momento en que fueron llevados al paredón y fusilados por "genocidio".Cuando la lucha se aquietó, tomó el poder un "Frente de Salvación Nacional". Su líder, Ion Iliescu, fue designado presidente. Iliescu era un ex político comunista con influencia en las fuerzas de seguridad, y sólo introdujo cambios superficiales en el sistema.
Thatcher en el EsteA fines de 1989, lo que la mayoría de la gente quería era algo así como una democracia social. En otras palabras: libertad, una economía de mercado regulada, y un Estado de bienestar fuerte. En una palabra, el modelo "europeo". Estaban equivocados. Los países en transición importaron una versión pura del thatcherismo. Se abolieron los controles de precio, se cancelaron los subsidios, se dejó fluctuar libremente las monedas.
Se privatizaron servicios e industrias estatales, que con frecuencia fueron compradas por multinacionales occidentales. Aparecieron brechas enormes entre ricos y pobres. Se deterioraron o desaparecieron algunos servicios sociales, como la compleja red de guarderías gratuitas para las madres trabajadoras de Alemania del Este.
La forma de hacer política había cambiado. Los pobres pasaron a ser dirigidos por nacionalistas de derecha, y ya no por socialistas. Contra ellos se levantó la nueva clase media urbana y los ex comunistas reivindicados, comprometidos con la economía neoliberal y la integración europea. Los antiguos revolucionarios se refugiaron en la academia, se dedicaron al periodismo o consiguieron bancas en el parlamento Europeo.En Polonia, yo recuerdo a la Marta Krzystofowicz de aquella época como una encantadora e intrépida conspiradora por la libertad. Hoy está casada y tiene una hija grande. Ella dice: "Yo tengo un vaso de jugo de naranja fresco por las mañanas, un diario sin censura para leer, mi pasaporte en un cajón del escritorio. Con eso me basta".
[Traducción: Ofelia Castillo]
"En el futuro se hablará de Borges como de Shakespeare o Dante"
El próximo 24 de agosto se cumplirán 110 años del nacimiento de Borges. El especialista, biógrafo y coleccionista Alejandro Vaccaro recuerda al escritor argentino de mayor proyección universal.
Por Gabpa / Dpa © Clarin
Jorge Luis Borges "jamás se promocionó, jamás promocionó su obra, y sin embargo sus libros se siguen vendiendo y se van a vender", señala Vaccaro, autor entre otros de Georgie 1899-1930, El señor Borges, Borges, una biografía en imágenes y Borges Vida y Literatura. El especialista considera que el autor de El Aleph y Ficciones, de cuyo nacimiento se cumplen 110 años el 24 de agosto, "se apropió de una cantidad de temas, de una cantidad de palabras. Acuñó una identidad, que es lo más difícil de hacer literariamente" .
"Él comenzó a jugar en esa línea delgada que trazaba entre ficción y realidad, entre sueño y vigilia, citas reales y citas falsas. Caminó por una suerte de cornisa donde el lector tenía que estar muy atento para saber de qué estaba hablando. Y hoy todavía pasa. Hoy se lo estudia desde la matemática, desde la física, desde la teología", explica en entrevista con dpa. Vaccaro, actual presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), cargo que Borges también ocupó, relata: "Siempre sentí admiración por su obra. Y después también por él, me pareció un hombre ético, generoso, bondadoso, que vivió los últimos 40, 45 años de su vida en un departamentito de 70 metros".
"Era un hombre austero, jamás tuvo automóvil, caminaba, no tomaba alcohol. Durante 17 años fue director de la Biblioteca Nacional, pasó por distintos gobiernos que lo respetaron por su gestión", indica Vaccaro, nacido en Buenos Aires en 1951. Interrogado acerca de si comparte que fueron las ideas políticas de Borges las que lo privaron del Premio Nobel, responde que durante 25 años, "desde 1961 cuando ganó el premio Formentor hasta que murió, todos los años fue candidato. Puede ser una de las razones. En última instancia, si esa es la razón, me parece un error grave de la Academia (Sueca) haber denegado un premio a alguien que tiene una obra muy trascendente por una cuestión extraliteraria" .
Vaccaro no duda en manifestar su admiración: "Yo lo respeto muchísimo como escritor, como persona y como lector. Me parece sí que Borges es el lector más importante de la historia de la humanidad. Él como escritor sin duda está entre los grandes, pero como lector no había con qué darle, era un lector extraordinario" . "Una vez dijo: 'que otros se jacten de los libros que han escrito, yo me enorgullezco de los que he leído. Uno es por lo que lee, no por lo que escribe'. Yo creo que ese es casi su legado: para ser un buen escritor hay que ser un buen lector", apunta el biógrafo y presidente de la Asociación Borgesiana de Buenos Aires.
Y recuerda que a fines de los años 30 Borges escribía una página en la revista "El Hogar", y "en aproximadamente cuatro años que trabajó ahí, reseñó 200 libros". Además "manejaba cuatro idiomas (español, inglés, francés y alemán), era un buen latinista, leía en italiano". "Cuando él empezó a quedarse ciego ya había leído lo esencial", indica. Asimismo, opina que la ausencia de un museo dedicado al escritor en la Buenos Aires que lo vio nacer en 1899 es "una gran deuda que tiene esta ciudad con Borges". "Estamos preparando para hacer un museo en la , que es una de la sedes de la Sociedad Argentina de Escritores", anticipa.
Coleccionando a Borges
"Estamos trabajando, hay una museóloga que está haciendo los estudios para adaptar parte de la colección a las comodidades que tenemos. No queremos apurarnos, esto lo vamos a ir llevando tranquilamente y probablemente el año que viene lo inauguremos" , cuenta. Vaccaro inició su colección hace unas tres décadas, al enterarse de que había tres libros de su juventud que Borges -fallecido en Ginebra en junio de 1986- no había querido reeditar: "El tamaño de mi esperanza", "El idioma de los argentinos" e "Inquisiciones" . "Me pareció que podía haber en esos libros alguna clave que definiera algún aspecto de su obra literaria. Ahí entré en un mundo que me fue llevando. Empecé a buscar esos libros en librerías anticuarias, en librerías de viejo. Empecé a transitar un camino involuntariamente, sin proponérmelo" .
"Entonces me empezaron a visualizar como un comprador de libros de Borges. Cada vez que tenían algo, me llamaban. Y empecé a comprar muchas cosas. Hoy tengo una colección que tiene 20.000 piezas, con libros, documentos, manuscritos, objetos, recortes, revistas", relata Vaccaro.
"A mi casa vienen profesores de universidades de todo el mundo y se sientan en un escritorio y tienen toda la obra de Borges al alcance de la mano, de su primer libro al último, todo en primeras ediciones", se enorgullece.
Sin embargo, aclara: "Jamás me propuse ser coleccionista ni tener esta colección. Un día me di cuenta de que la tenía y que había que cuidarla y empecé a tomar recaudos. Tengo todo forrado con papel especial con PH neutro, está todo digitalizado" . Vaccaro, quien nunca habló con Borges aunque asistió a sus conferencias, trazó una síntesis de su biografiado en apenas tres palabras: "un ser literario". [giecoleon]
Siete rutas de la nueva poesía
Desde los aspectos más duros y sombríos de la realidad hasta las tecnologías emergentes se hacen versos experimentales y clásicos a través de autores que buscan renovar la poesía: Vukusic, Fanjul, Clark, Martínez, Marqués, Moreno y De Ory
Por MANUEL RICO © Babelia
La diversidad estética y temática de la poesía más reciente tiene, también, un reflejo plural en el uso de cauces innovadores, impensables hace sólo una década. Internet, el blog, las redes sociales, las revistas digitales y los libros electrónicos son realidades emergentes que están ofreciendo oportunidades diversas para que sus autores se den a conocer. Sin embargo, ese nuevo ecosistema, pese a las más apocalípticas teorías post, afecta poco a la materia poesía. Y a su edición en papel. Es más: no hay poeta joven, que, pese a mostrar su obra en la red y casi en tiempo real, no aspire a ver su libro editado. Es como si en ello se albergara la legitimidad literaria.
Sus referentes siguen siendo nuestros clásicos, los poetas españoles del 27 o del 50, Machado o Juan Ramón, los poetas anglosajones (incluyendo a Bukowski o a Carver) y europeos, sin desdeñar, en algunos casos, los más experimentales del pasado siglo: es decir, los mismos referentes que marcaron a anteriores generaciones, algo que se pone de relieve con sólo revisar las últimas novedades en los anaqueles de las librerías. O leyendo alguno de los siete libros que hemos seleccionado como muestra de la evolución de la poesía más joven. Se trata de libros escritos, con dos excepciones, por poetas nacidos a partir de 1977, es decir, familiarizados, desde la adolescencia, con Internet y el mundo digital, con blog abierto la mayoría.
Sus libros no hablan de la quiebra del poema y del poemario convencional, sino más bien de lo contrario.
Así, Déborah Vukusic (Ourense, 1979), en su entrega Guerra de identidad, se muestra como una poeta directa que no elude los aspectos más duros de la realidad y de la memoria. Poesía narrativa en la que aborda, con un verso ágil, fresco e irónico, fluido, dramatizado a veces, una suerte de autobiografía en la que el yo aparece hibridado con lo colectivo.
Es decir, busca la propia identidad en un pasado que se nutre de dos realidades: la Croacia de la guerra de los Balcanes y la Galicia natal. Ésa es la particular guerra de Vukusic. En ella se encuentran y contraponen la crueldad más extrema, expresada en la figura del padre ("mi padre / el señor croata / genera frío // mata"), y una añorada felicidad con Galicia al fondo. Un libro perturbador, no carente de suturas emocionales y abierto a la historia más reciente y dramática de Europa.
De esa línea dura, poco apacible, participa Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980), autor de Otros demonios, premio Asturias Joven 2008. "No está carente de belleza / este naufragio urbano", escribe en uno de los primeros poemas del libro. Y esa belleza está en el amor irreverente, en la elección de escenarios en apariencia hostiles pero convertidos, gracias a un lenguaje despojado, casi hiriente pero lleno de ternura (una ternura seca), en refugio y protección.
La mítica del fracaso, la estética de barrio y una visión llena de grietas de las relaciones personales completan una poesía intensa que, en algunos momentos, se hace crítica y "sucia" como el mundo real.
Desde el propio título, Memoría, el libro de Ben Clark (Ibiza, 1984) viene cargado con una pulsión existencial. Pese a la juventud del autor y quizá a causa de una experiencia traumática, estos poemas muestran un trasfondo pesimista. No se trata de textos ensimismados, que den la espalda a la realidad, volcados en el yo. Son versos virados hacia una memoria en claroscuro, que buscan el diálogo entre la vida y la muerte, que delatan la frágil condición humana, sólo salvable en el amor, pero en los que también viven los otros. En ellos, la memoria tiende a la evocación del vacío ("Recuerdo pocas cosas de mi infancia: / parques con jeringuillas. Y la tele") o de experiencias sombrías como la recobrada en 'Omenage a Eric'.
Todo ello nos habla de una poesía raramente madura, siempre en el filo de la navaja: es decir, del abismo.
Con Tras la puerta tapiada, Francisco José Martínez Morán (Madrid, 1981) ha obtenido el último Premio Hiperión. Esta vez, el jurado ha optado por una propuesta no experimental, por un libro en el que se entrelazan, de forma equilibrada, las percepciones procedentes de lo cotidiano, del amor diario, del recuerdo vinculado al mundo de la infancia y los referentes culturales de índole diversa (Borges, Sorolla, Escher, Kavafis...). Se trata de una muestra más (hay otras en este recuento) de la persistencia, en la más joven promoción, de una poesía de las emociones, en la que el conocimiento que se persigue tiene más de explicación del yo en relación con el entorno más inmediato que de búsqueda metafísica. Explora "huellas ingobernables / en el mapa del alma".
Juan Marqués (Zaragoza, 1980), con Un tiempo libre nos ofrece un libro de celebración en el que el sujeto poético, citando a Sánchez Rosillo, parece encontrarse "totalmente de acuerdo con la vida". Aunque el verso recuerda al Guillén de "el mundo está bien hecho", la poesía de Marqués es menos objetual y más emotiva. El tiempo libre del que nos habla el libro es el que mide y descubre la luz, el de los actos más sencillos ("Quiero una vida simple, junto a ti / y después un abrigo") y el de la memoria de lo íntimo. En el fondo, la propuesta de Marqués conecta con la tradición de una lírica muy depurada, sintética, a uno y otro lado del Atlántico, uno de cuyos exponentes más próximos es el venezolano Eugenio Montejo y de los más remotos el Juan Ramón de la etapa de Estío.
Acabado en diamante, segundo libro de poemas de Javier Moreno (Murcia, 1972) y premio de la editorial La Garúa, es una muestra más de una obra poética que, desde sus primeros libros, ha descansado, en gran medida, en lo experimental, algo que ha puesto de relieve el propio Javier Moreno vinculándose a la llamada "generación nocilla". La ciencia y la poesía, el peso de las innovaciones tecnológicas y su influencia en vida y poema, la reflexión sobre sus distintas capacidades y la presencia de la imagen y de la luz como materia prima con la que fantasear y construir mundos conforman la sustancia de unos textos, tanto en prosa poética como en verso, menos vanguardistas de lo que cabría esperar y cargados de metafísica, de preguntas sin respuesta, de dudas e incertidumbres: "De gran dureza, el diamante se caracteriza -paradójicamente- por su extrema fragilidad", escribe Moreno.
Por qué sólo beso a las estatuas, de Camilo de Ory (Segovia, 1970), se compone de poemas muy breves e intensos, unas veces próximos al haiku y otras a la estética creacionista, de pulso meditativo, en los que hace recuento de la suma de afectos que determinan la existencia y de la razón y la sinrazón de éstos. La ironía, una sutil distancia respecto a los sentimientos propios, y cierto afán sentencioso ("Dudosa ciencia es la que nos dicta / su propia hora") dan lugar a una poesía afilada y transparente, de impecable ritmo y atenta a momentos apenas relevantes de la vida. Poemas del instante, de la emoción casi imperceptible, de la fugacidad, de la experiencia de lo vivido y recordado. [fontanamoncada]
Vicios, un poeta y la herencia del doctor
Por José Tobías Beato © mediaIsla
Decía don Pedro Henríquez Ureña, el gran ensayista y maestro de América, que hubo un tiempo en cierto rincón del planeta, olvidado y aparentemente alejado de los grandes centros intelectuales del mundo en el que, sin embargo, el libro de un poeta se esperó con una ansiedad parecida a la que mostraban los jóvenes atenienses cuando en la Grecia clásica se anunciaba la llegada de Gorgias o la presencia de Protágoras.
A juicio del exigente crítico el poeta fue mucho más que uno correcto y elegante: una voz original que supo apartarse de escuelas y de las corrientes entonces en boga, para revelarse como un artista que logró una maestría superior, aunque nunca alcanzara la poesía perfecta.
Efectivamente; el poeta del que hablamos todavía es digno de ocupar un sitial de honor dondequiera que se hable de belleza y cultura. Un poeta que, entre otras cosas, escribió unos versos notables que son como dardos contra los denominados vicios nietzscheanos.
¡Ah, los vicios nietzcheanos! Aquellos que por la ausencia de virtudes o la defensa impúdica de los antivalores, hoy socavan los cimientos del orbe civilizado, como la diminuta carcoma consume implacable una hacienda! Pues bien. El lugar olvidado y remoto era la propia patria de don Pedro, República Dominicana. El poeta admirado, Gastón F. Deligne, y el libro esperado con ansias, "Galaripsos. "
Desde joven Gastón F. Deligne se inclinó hacia la filosofía. Desarrolló una poderosa capacidad de síntesis, un léxico amplio, que aunado al don de la observación y a su capacidad retórica, le permitieron crear el poema sicológico, siendo el primero que en América desarrolló tal perspectiva, dice don Pedro. En esta fórmula proclamó su liberación del olvido y la indiferencia del medio:
"Que no sepan los otros tus pesares calla tus dudas, mientras más amargas; vive en ti, si tu vida no es siquiera un animado impulso a la esperanza."
El asunto es, por eso el comentario actual, que en Gastón F. Deligne, se lee a Santo Domingo: el poeta pasa de un entusiasta optimismo, de una fe sin sombras en el porvenir al anonadamiento del Nirvana, y de éste a un pesimismo que no excluía, sin embargo, la lucha.
Porque es cosa común entre nosotros. Héroes impulsados por ideales justicieros montan su rocín y lanza a punto, se arrojan entusiasmados a la ventura, para volver como Don Quijote descalabrados y tomar prontamente conciencia de que tales esfuerzos no valen la pena, al no ser secundados por nadie. Porque exactamente la solidaridad es la gran virtud ausente. En palabras de Pedro Henríquez Ureña: el poeta era un "representativo de singular especie, pues diríase que encarna una conciencia colectiva no existente" (P.H.U., Ensayos, Ed. Taller, pág. 88).
¡Una conciencia colectiva no existente... ...! Esto lo decía el maestro en 1908, y tras décadas de lucha, esfuerzo y muchísima sangre, se alcanzó el cenit de dicha conciencia, para volver nuevamente a su degradación, hasta el punto de perderse toda esperanza de renovación y cambio. Nuestra base, el piso que hollamos con nuestras plantas de sempiternos rústicos, carece de solidez, parece decirnos el "Doctor." Sí, Joaquín Balaguer, quien con su presencia política de alrededor de setenta años, fue el maestro político más longevo de los dominicanos. Veamos no más que sucintamente algunos de sus criterios.
No somos suizos, sino simples criollos, como quien dice, puro "tíguere." La constitución, un pedazo de papel. La corrupción se detiene ante un solo despacho, su despacho. La mordida de los empleados públicos, la equitativa fórmula de ajustar su salario. El formidable aparato productivo legado de la dictadura trujillista, verde sembrado donde las langostas del clientelismo pudieron arrasar a gusto, garantizando así la continua reelección, " el vuelve y vuelve" del eterno devenir histórico.
El presupuesto no era el plan estratégico donde se organizaban las prioridades nacionales, sino el borrador de bodeguero que cada ministro debía procurar ignorar, para una vez satisfechos los bolsillos del clan, devolver una parte significativa del mismo, para ser usado según el personal criterio del doctor, como a modo de ejemplo, hacía cierto secretario de salud pública, que no hallando en qué invertir el dinero que le asignaban, pues los enfermos y necesidades médico-sanitarias de la población se habían mágicamente esfumado, retornaba muy orgullosamente el dinero "sobrante."
Los opositores muertos: obra de incontrolables, o de controlables a los que se les deja una página en blanco en un libro amenazante del veredicto futuro –nunca del presente que cimenta tal futuro – o, en manos de comisiones investigadoras que luego reportaban que todo estaba en orden o, si la cosa era harto evidente, que estaba fuera de sus atribuciones. Y luego a cantar las genialidades del doctor que tan magistralmente sabía manejar los apetitos y la indolencia, el olvido y la enajenación. Porque así somos, así hemos sido siempre y así permaneceremos. De modo que, tras el paso del doctor, lo que habíamos avanzado lo perdimos.
Me viene a la memoria la consideración de Hegel sobre el Espíritu, entendiendo por éste no el alma ni sustancia divina alguna, sino el proceso de autoconocimiento del ser, conocimiento que, en el criterio del gran filósofo, se manifiesta temporalmente en todo un pueblo, no en individuos particulares, aunque tengan sobrenombres o apellidos que luego el tiempo ha hecho sonoros, asumiendo que ellos y sólo ellos representaban la encarnación de dicho espíritu.
Ahora bien, y siguiendo en la línea del pensamiento hegeliano, al Espíritu le sucede perderse dentro de sí mismo cada cierto tiempo, y para reencontrarse pasa por distintas etapas: primeramente es naturaleza, en la que le ocurre simplemente "estar ahí," en un aquí y ahora, "fuera de sí", y sin libertad, sometido ante el acontecer anodino.
Luego de múltiples contradicciones, una vez se conoce a sí mismo, el Espíritu realiza todo su potencial y se convierte por ello en "ser para sí". Si nos acogemos a este esquema, Santo Domingo con el doctor volvió a esa etapa primera, la del ingenuamente "estar ahí", fuera y sin conciencia de sí. Es como un rebaño que va de aquí para allá sin otro norte que el de sobrevivir, acicateado por la necesidad más pura y elemental, o pidiendo a gritos dinero y cadenas, como describía Pushkin a los antiguos habitantes de las ciudades en la Rusia zarista.
Ahora bien; la historia de América Latina, en particular la de Santo Domingo, está plagada de dictadores. Deligne pintó como nadie las condiciones del surgimiento del dictador. Son los llamados vicios nietzscheanos que hablábamos más arriba: la prudencia, la apatía, la pereza, y el indiferente "no importa". Por supuesto, ellos mismos son los manantiales fétidos donde se origina la corrupción social y política, pues diríase que sin corrupción no hay dictadura.
Desde el magnífico estudio de las virtudes que Platón brindó en su diálogo "Menón" sabemos que éstas necesitan unas de las otras, como las columnas de un edificio soportan en grupo el peso en beneficio unas de otras. Así, la prudencia, cuando va acompañada de las demás virtudes usualmente lleva el nombre de sabiduría, pero queda convertida en pura apatía si marcha sola, al margen de la justicia, por ejemplo. A su vez, la fortaleza de ánimo, destituida de la prudencia, degenera en atrevimiento que usualmente deviene en perjuicio para nosotros mismos (Platón, Menón, Ed. Edaf, pág. 458). Y así sucesivamente. Claro, Platón al parecer no llegó a conocer a los audaces que se atreven a serlo porque se saben impunes, no porque sean fuertes precisamente.
Cuando se lee el poema de Gastón F. Deligne surge inevitable la figura astuta de Lilís, el dictador bajo cuyas riendas transcurrió buena parte de la vida del poeta. Para el resto de los lectores que hemos conocido otros, vemos cómo de las brumas mal olientes de los citados vicios brota la autoritaria y siempre peligrosa figura de Trujillo, y un poco más adelante, la del dictador ilustrado, que usó los libros y la palabra para ejercer un tipo de tiranía más sutil, pero no menos dominante ni corrupta, como fue el caso del doctor Balaguer, eternizándose en el poder no con los trucos mágicos del protagonista de "La tempestad", sino con los alienantes vapores que emanan del soborno.
Incluso, dada la capacidad histriónica que lo caracterizaba, fue capaz de un magnífico estudio sobre Deligne y del poema que nos ocupa en su muy divulgada "Historia de la Literatura Dominicana". Así era el Doctor: cuidaba su imagen ante la historia como un fariseo que escribía sobre altísimos ideales, y en la práctica desdecía lo predicado.
Por ejemplo, el que lee "España Infinita" puede confundirse y creer que está en presencia de un autor de ideas avanzadas, o cuando menos liberales. Allí vemos a Balaguer presentar al Padre Mariana, jesuita español fallecido en 1624 y a quien con justa razón presenta como precursor de Rousseau y hasta de Marx y cita sus obras y máximas sobre la soberanía popular, la guerra y la justicia ejercida contra los gobernantes cuando estos se extralimitan y es necesario eliminarlos. "La propiedad es hija de la fuerza y conviene prevenir y destruir la demasiada acumulación de bienes en pocas manos" decía el Padre Mariana (J. Balaguer, España Infinita, pág. 40).
Sin embargo, el Doctor fomentó la acumulación de unos cuantos cientos de nuevos millonarios surgidos del neblinoso pantano de la corrupción gubernamental, del puro saqueo de las empresas estatales heredadas de Trujillo. Simultáneamente, fue uno de los estadistas que más premió y protegió a torturadores y asesinos, hasta –como ya dije - dejar una página en blanco en su libro de memorias, para no identificar a los matadores del periodista Orlando Martínez, confesando con ello públicamente que sabía perfectamente quiénes eran y que formaban parte de su entorno.
Lo mismo ocurre cuando el Doctor Balaguer se refiere, con aparente solidaridad, a la lucha de los intelectuales españoles por la libertad de enseñanza y en particular el momento en el que Sanz del Río se niega a someterse ante la reina y la Iglesia y abandona su cátedra en la Universidad Central de Madrid (J. B., España Infinita, pág. 134).
¡Ah! Nadie sospecharía que se trata del mismo que perseguía con saña a intelectuales disidentes, que ordenó varias veces el cerco de la Universidad Autónoma de Santo Domingo con bombas, tiros y palos, cercos que dejaron sus muertos, como el de aquella estudiante de economía de nombre Sagrario Ercira Díaz, quien preocupada por su hermano, levantó desde el suelo ligeramente su cabeza para intentar ubicarlo. Una bala fue la que se ubicó en su frente, muriendo a los pocos días, pese a los esfuerzos médicos por salvarla.
Trujillo vivió en Balaguer. No en vano se declaró su hijo espiritual. Solo que temperamento más frío, aprendió de los errores de aquel, amén de que las circunstancias lo obligaban a otros modos. Pero dejemos al doctor de la ley dentro de su blanqueado sepulcro y mostremos cuando menos algunas estrofas del poema de Deligne:
"Tú, prudencia, que hablas muy quedo y te abstienes, zebrada de miedo: tú, pereza, que el alma te dejas en un plato de chatas lentejas: tú, apatía, rendida en tu empeño por el mal africano del sueño; y ¡oh tú, laxo no importa! Que aspiras sin vigor, y mirando no miras.......
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El, de un temple felino y zorruno, halagüeño y feroz todo en uno; por aquel y el de allá y otros modos, se hizo dueño de todo y de todos.
Si después no han de ver sus paisanos, cual malaria de muertos pantanos, otra peste brotar cual la suya; ¡aleluya! ¡aleluya!
Si soltada la fuerza cautiva, ha de hacer que resurja y reviva lo estancado, lo hundido, lo inerte ¡paz al muerto! ¡Loor a la muerte!
El poeta, ya lo dijimos, percibe el devenir en forma de tragedia, pese a lo cual se cree con derecho a la resistencia moral y a la denuncia, como lanzando un reto a las generaciones futuras.
La denuncia, la resistencia moral. El reto: desandar el camino trazado por el doctor. Aprender que no somos la canallada. A fuerza de ver los mismos problemas de siempre, siempre sin solución, hemos caído en la desesperanza. La impotencia nos domina. Somos así, y así fuimos, así seremos por siempre. Lo que aquí pasa, no pasa en ningún otro lado: es exclusivo.
¡Pamplinas! No somos diferentes, lo que aquí pasa les ha pasado a otros, les está pasando o puede pasarles. El futuro no está rigorosamente trazado por el pasado, puede cambiarse su trayectoria ideal, si hacemos conciencia, nos trazamos metas, ubicamos recursos materiales y humanos y priorizamos las necesidades, nos disciplinamos y autoexigimos.
Un pueblo pequeño, relativamente cercano a nuestro lar, hermano nuestro, se ha planteado una meta a corto plazo: pasar a ser un país del primer mundo. Esa nación recibe el nombre de Costa Rica. Muy bien por ellos; excelente. Ahora bien. ¿Qué tienen los ticos que llenos de confianza en sí mismos se lanzan en pos de tan altísimo ideal? Bien haríamos en observarlos de cerca y aprender de su denuedo y sacrificio.
Por eso, un tanto hegelianamente, terminamos diciendo: ¡Hombre, entiéndete a tí mismo! ¡Pueblo, despierta, renuncia simplemente a estar ahí, y por la vía del conocimiento de tu potencial, atrévete a ser para tí! ¡Podemos cambiar y lo haremos! [José Tobías Beato, escritor dominicano. Reside en Florida]
Las sobras de un sublime cadáver
Tras un periodo sin grandes pretensiones, la poesía latinoamericana vive un tiempo con más poetas que lectores. Un género que aprende a adaptarse al presente y a mezclarse con la música en busca de nuevos ritmos y formas diversas que lo ayuden a sobrevivir, reconoce la poeta cubana Reina María Rodríguez
Por REINA MARÍA RODRÍGUEZ © Babelia
Intentar hacer un mapa de la poesía latinoamericana, medir ¡qué es actual! sería prácticamente imposible, porque extrapolamos constantemente el presente, y algunos poetas permanecen más vivos que otros, independientemente de sus edades. La edad de la poesía es sólo el título del libro de Tamara Kamenszain. Además, revistas impresas o digitales, concursos, antologías, festivales, no son indicadores de vigencia, en un tiempo con más poéticas que destinos y más poetas que lectores. Cuando uno de mis hijos me explica cómo son los juegos virtuales donde se crean (utopías) sitios para los personajes, fábulas, épocas, veo que la poesía sufre por dejar de verse como un juego, donde perdimos la apuesta y también a los jugadores.
El barroco de nuestras catedrales y de José Lezama Lima revivió reciclándose a través de Severo Sarduy (Cuba, 1937-1993), arrastrando con Néstor Perlongher (Argentina, 1949-1992) su negativa al imaginario modernista, y empujando al neobarroco a figuras como José Kózer (Cuba, 1940), Coral Bracho (México, 1951), Eduardo Milán (Uruguay, 1952): "El espíritu cae sobre el tiempo: es el tiempo mismo que no encuentra lugar", logrando un puente entre lo lírico y lo conversacional, ese envés, un espacio más geométrico y racional. No quiero dejar de mencionar a los brasileños: Paolo Leminski (1944-1989), con "un dolor que goza / como si el dolor fuera poesía / ya que todo lo demás es prosa", Josely Vianna Baptista (1957) y Horácio Costa (1954).
Mientras las políticas se refríen, sin la altisonancia de los versos de Raúl Zurita o el dolor de Juan Gelman que sigue taladrando el Horror; las noticias vuelan de los periódicos al poema, y lo político deja de ser un tema para convertirse en un fragmento más, para apoyar "lo real" que, luego de sufrir tanto descrédito; conversacionalismo (bueno y malo), antipoesía (no olvidemos la escuela creada en Nicaragua por Ernesto Cardenal, propuesta que él mismo rompería después), nos dejó un tiempo sin grandes pretensiones y mucha orfandad cuando, "la muerte y la vida estaban / en un cuaderno a rayas", Osvaldo Lamborghini (1940-1985); El gran derrapador, Jorge Santiago Perednik (Argentina,1952) ; Abuso de confianza, Ángel Escobar (1957-1997); Vilis, Lorenzo García Vega (1926), que hace del "garabato-contraseñ a"; Potlach, Arturo Carrera (Argentina, 1948), que nos traen, ese "contagio de la destrucción aceptada", rotura por donde penetra la desconfianza: con el descarrilamiento de un tren en una tela; o, donde un tomacorriente puede tener una prioridad inusitada o, una alcancía con monedas es el dios al que el niño reza, buscando "ese oro que sucumbe al dolor... de no durar, de no tener, de no saber"; y "Poetarzan", el "Coco", son personajes más cercanos al cómic que al poeta y la sustancia amarga, verdosa, que segrega un órgano se convierte en fluido primordial. "Fabricado con un poco de bilis", dice en Ferdinan Prenom, Ricardo Alberto Pérez (Jaruco, 1963).
Hay un cansancio que trabaja el desgaste, mientras los estribillos rechinan más frágiles que la confianza o el amor porque, como dice una orquesta popular cubana, "se acabó el querer" y los jóvenes viven sin pensar las consecuencias del después o del pasado. La lengua se encoge (ellos usan K por C), en la medida en que la velocidad se hace mayor y los espacios se achican como el lenguaje. Pero, la poesía, que tiene que ver con la detención del tiempo, aprende a mezclarse con la música, busca ritmos de otras zonas para sobrevivir: hip hop, rap, reggae, reguetón, acentuando una conducta "esquiso" entre lo culto y lo popular: La cola del pan, Pastoreo Wasan, Carlos A. Alfonso (Cuba, 1963).
No obstante, esa movilidad de las poéticas me satisface, porque los subproductos se convierten en centros. En este reciclaje constante tomamos los isleños todo desperdicio que llegue a las costas sin preocuparnos por dar "gato por liebre". "La poesía tiene que empatar o zurcir el espacio de la caída", dijo Lezama, "...los techos se caen y cualquier cosa, de un tiempo a esta parte, es un techo", Juan Carlos Flores (Alamar, 1962).
En los poetas cubanos de los noventa, por exceso de vanguardia política y falta de vanguardia artística, el "yo" se vuelve escritura, antropofagia de otros discursos (refrito del pensamiento venido del mundo convertido en escritura); lo intertextual se recalienta buscando afianzar la realidad cuando, convertida en herramienta ética, "la poesía puede ser una experiencia atroz", Antonio José Ponte (Matanzas, 1964). Mientras en Chile, el descreimiento se vuelve neovanguardia: con La nueva novela, Juan Luis Martínez (1942-1993); "...de tarde en tarde se irán dejando las ciudades", Eduardo Asfura (1973), y "se acabaron los baños de espuma en la orilla del mar", Ricardo Tipia (1969), los padres aún existen: Enrique Lihn, Gonzalo Rojas y Vicente Huidobro, y comparten la conciencia del despojo como "últimos representantes irresignados de un sublime cadáver".
Pero, cada vez más, como quería Virgilio Piñera, "no queremos potencias celestiales, sino presencias terrestres", lo "poético" se contamina de cacharrería: objetos de la tecnología entran al set, sustituyendo la falta de presente con la velocidad. Noel Urayoán (Puerto Rico, 1976), "...y agarrarnos a lo poco que nos queda", y Maribel R. Ortiz (Puerto Rico, 1967) escribiendo Gen PAX6.
Se viola toda puntuación lógica; los textos se mezclan con el perfomance, la estética del pop y otras ofertas suburbanas, grafittis (Zona franca, en Alamar, al este de La Habana). Cuando "la sinceridad es una forma del ataque", dice el puertorriqueñ o Rafael Acevedo (1960), la mirada desde un motel es una ilusión de ver, todavía, una nueva perspectiva para Lorenzo García Vega, que a sus años, sabe que lo actual no tiene edad, no tiene presente, y busca más un modo de ver que un ser. [ Reina María Rodríguez (La Habana, 1952) dirige en La Habana el proyecto cultural Casa de Letras y es editora de la revista Azoteas. Es autora de Bosque negro (Institución Cultural El Brocense).
La habitación de Virginia Woolf
Por Edgar Borges © Rebelión
Todo escritor dibuja sus mundos desde el rincón más privado de su fuego interior. Más tarde, si el ego o el temor no lo impiden, compartirá parte de ese incendio. El escritor abrirá, un poco, la puerta de su habitación; pero sólo entrará quien se sienta atraído por las cenizas.
Virginia Woolf (Londres 1882) le dejó a la historia una voz que, como un espejo giratorio ubicado entre el mundo y su intimidad, registró los monólogos incendiarios de la existencia. El tono de la escritora inglesa es andrógino. Ella alcanzó ese grado artístico (deseado por todo creador) donde se cruzan (y se asumen) todos los sexos y las conductas. Woolf sabía que el escritor (en su voz) es un equilibrista de todos los sexos y de todas las psicologías. No puede asumirse una posición determinada (en el juego de la ficción) cuando se vive para observar.
Si bien Orlando es la obra que confirma la voz andrógina de Virginia Woolf, es en el ensayo Una habitación propia donde la autora fija una sarcástica opinión sobre el asunto. El texto (publicado en un excelente libro del mismo título) está basado en dos conferencias que la escritora dictó en octubre de 1928 en la Sociedad Literaria de Newham y la Odtaa de Girton.
Charlas que, en un principio, estuvieron dedicadas al tema de la mujer y la novela, terminaron representando una variada carga de artillería verbal contra distintos prejuicios sociales.
El machismo; los miedos ocultos del poder; los laberintos del artista y el reconocimiento del ser más allá de los sexos, son algunos de los caminos que nos sigue dibujando la autora de Las olas. Reflexiones que le llevan a concluir que "es funesto para todo aquel que escribe el pensar en su sexo. Es funesto ser un hombre o una mujer a secas; uno debe ser mujer con algo de hombre u hombre con algo de mujer.
Es funesto para una mujer subrayar en lo más mínimo una queja, abogar, aun con justicia, una causa; en fin, el hablar conscientemente como una mujer. Y por funesto entiendo mortal; porque cuanto se escribe con esta parcialidad consciente está condenado a morir. Deja de ser fertilizado. Por brillante y eficaz, poderoso y magistral que parezca un día o dos, se marchitará al anochecer, no puede crecer en la mente de los demás. Alguna clase de colaboración debe operarse en la mente entre la mujer y el hombre para que el arte de creación pueda realizarse."
Son algunos de los incendios literarios que nos convocan desde la habitación de Virginia Woolf. Y avanzamos paso a paso entre las palabras. [lilibrik]
Pobre universo erótico
Los donjuanes descritos por Vitaliano Brancati son ciegos a las necesidades del otro. La compilación de las tres novelas del autor italiano en Tríptico siciliano crea un fresco del machismo y la seducción en una narración de gran valor estético.
Por ALBERTO MANGUEL © Babelia
Vitaliano Brancati no se parece a ningún otro escritor italiano del siglo veinte. Las meditaciones eróticas de Alberto Moravia, el verismo de Giovanni Verga, el neorrealismo de Elio Vittorini y Vasco Pratolini, se asocian a su obra, pero superficialmente, porque, en última instancia, las novelas de Brancati no son, no intentan ser documentales.
Sobre todo, sus obras mayores -estas tres estupendas novelas que Lumen ha tenido la inteligencia de recoger bajo una sola cubierta, en fluidas traducciones, para el público español- son todo lo contrario de una visión severamente objetiva de la realidad social. Bajo la apariencia de una narración costumbrista, con elementos que el sueño toma del mundo real, Brancati construye una suerte de monumental fantasía masculina: el universo visto por un Adán a quien Dios le ha dicho que es rey de la creación y la mujer fabricada de su costilla, algo raro y perverso, y por tanto implacablemente atractivo e inalcanzable.
Nadie como Brancati ha mostrado cómo, en la anquilosada sociedad patriarcal (en este caso siciliana, pero el ejemplo es universal), el mundo se divide no tanto en clases sociales como en sexos: por un lado, los hombres, fuertes, sufridos y severos, que han decidido que el trabajo masculino es el único duro y auténtico, su vocabulario fidedigno, sus leyes y reglas las solas válidas; por otro, las mujeres, tachadas de débiles, veleidosas y traicioneras, y en consecuencia dedicadas a trabajos livianos que sólo a ellas les parecen pesados, dueñas de una lengua chismosa, embustera, fantasiosa, con sus códigos supersticiosos y promesas nunca cumplidas. La caricatural frase de los machos italianos "Todas las mujeres son putas, salvo mi madre, que es una santa" sirve de trasfondo a la visión soñada por los héroes donjuanescos de Brancati, visión que, por ser insostenible, acaba por derrumbarse sobre los mismos soñadores.
Ensayista, hombre de teatro, autor de guiones de cine y, sobre todo, novelista, Brancati empezó escribiendo ficciones de ideología fascista, que descartó muy pronto para explorar en cambio las nefastas raíces de esa ideología en su Sicilia natal.
Es tradicional asociar el fascismo a la mitología machista, al gobierno de la fuerza, al desprecio de la cultura vista como calidad femenina y por tanto deleznable; Brancati lo asoció también a la frustración sexual de su sociedad, a un erotismo sin pareja, o en el cual la pareja sólo existe como fantasía, o como objeto servicial sin juicio ni sentimientos.
El deseo singular de los donjuanes de Brancati -Giovanni Percolla en Don Giovanni en Sicilia, Antonio Magnano en El bello Antonio, Paolo Castorioni en Los placeres de Paolo- nace de una definición de la masculinidad que no tolera la igualdad entre hombres y mujeres. Como representante de su sexo, Don Juan debe negar a la mujer la calidad de persona; como individuo masculino, debe mostrarse más fuerte que los otros hombres, más atractivo, más astuto. No es casual que el protagonista de Los placeres de Paolo -obra incompleta, publicada póstumamente, que en italiano lleva el título brutal de Paolo il caldo (Paolo el caliente)- esté leyendo Las confesiones de San Agustín, soslayada apología de la superioridad del deseo erótico masculino.
Para Albert Camus, en El mito de Sísifo, Don Juan es la encarnación misma del deseo que a su vez produce deseo. Si Camus hubiese conocido los donjuanes de Brancati, habría podido agregar que ambos deseos (el encarnado, el provocado) no quieren sino satisfacerse a sí mismos, son ciegos a las necesidades del otro. En ese sentido, el deseo de estos héroes donjuanescos es lo opuesto al deseo compartido, es la negación del diálogo erótico. Es un deseo estéril que nunca se resuelve, ni aun cuando llega al acto físico: allí se apaga.
Es por eso por lo que los donjuanes de Brancati se expresan casi tan sólo en monólogos, o en introvertidos diálogos que son en realidad monólogos. En su vida cotidiana, los rodean otros hombres -hermanos, padres, amigos- y toda clase de mujeres -madres, hermanas, desconocidas y vecinas-, pero con ninguno se establece un intercambio, una relación mutuamente amorosa. Las excusas que dan estos galanes son de una cómica banalidad.
Giovanni Percolla, por ejemplo, en Don Giovanni en Sicilia, se opone a la idea de casarse porque teme que la presencia constante de una mujer en su casa le resulte insoportable. "La idea de tener que dormir todas las noches con una mujer le daba fiebre, como la idea de tener que hacer el servicio militar al cincuentón que nunca fue soldado. Se imaginaba que la mujer lo destaparía mientras fuera helaba, subiéndose las mantas a la cabeza... ¿Y cómo rascarse nerviosa y agradablemente la oreja durante el sueño?".
Para el narrador siciliano de Los placeres de Paolo, la ausencia de deseo erótico (ausencia imaginaria) es presentida como un alivio. "En mi isla", dice, "pronunciar la palabra castidad
... es como pronunciar la palabra lluvia en el desierto abrasador". El bello Antonio se arroja sobre una mucama cincuentona que lo ha mirado, la desnuda y la viola, y descubre que este brutal saciamiento de su propio deseo no ha sido más que un sueño (que el supuesto violador llama "hermoso"). En este mundo de constante deseo y sexualidad a flor de piel, nadie acaba haciendo el amor y nadie comparte con nadie el goce final.
De esta preocupación estéril nace una de las escenas más atrevidas y cómicas en la primera parte de Los placeres de Paolo. Un grupo de niños decide masturbarse delante del balcón de un anciano abogado. Brancati insiste: no son adolescentes, son niños de nueve años ("¡Y también de diez", agrega furioso el abogado que los ha visto y que quiere dispararles con su escopeta). En una sociedad en la que lo erótico no puede revelarse salvo a través de visillos y descuidos, los niños en quienes la sexualidad comienza a despertarse necesitan inventar ritos para ese erotismo al cual la sociedad le niega la palabra. Mudo, detenido, el deseo erótico va pocas veces más allá de la masturbación.
¿Por qué no conocemos mejor a Brancati? La literatura supuestamente erótica de nuestro siglo confunde lo explícito con lo revelatorio, las descripciones clínicas y las confesiones ostentatorias con la iluminada exploración literaria y la interrogación cabal. Brancati nunca comete estos errores estéticos, ni permite a sus lectores el regodeo, el voyeurismo irresponsable.
Denunciando nuestra hipocresía y nuestros miedos, Brancati nos obliga a interrogarnos sobre nuestro pobre universo erótico, nuestras fantasmáticas definiciones de lo masculino y lo femenino, y la falta de auténtica libertad a la cual nos hemos condenado. Para quien quiera reflexionar inteligentemente sobre nuestras confusas nociones de erotismo, estas tres novelas de Brancati son de lectura obligatoria. - [fontana]
Hipócritas
Por Leo Castillo © mediaIsla
Nuestro pretendido amor por los animales: pues no hay tal.. Las malditas amas de casa llorando por la pérdida de su mascota, son tan melodramáticas a este respecto tanto como en lo atinente a su falso amor por sus esposos. Todos sabemos que lo que se baraja no es sino el balance viable de una empresa. Que eso es un hogar, digámoslo por fin: una microempresa. Y la mujer lleva el libro de cuentas.
De modo, Fulanito de Tal, que no te libres a tantas cábalas y suspicacias. El asunto es esencialmente económico, y si no eres rentable, pues no quedan sino dos opciones a tu yugo: aguatar cachos, o ver subastado al mejor postor el destino de tus sueños. Pero de cachones revienta el mundo, de modo que no te habrás de sentir particularmente señalado por el infortunio, ni resbalar en ninguna vulgar y poco viril susceptibilidad. Acepta que tu mujer se vaya con otro, y tú, con tus desmirriados recursos, pégate a la primera que pique el anzuelo.
O vive como san Pablo, que pues fíjate cuánto y durante tanto le rinde su celibato a muchos. Sacrifícate también tú en aras de la salvación de la humanidad o de cualquier otra irracional causa.
Pero este no es nuestro tema, al menos en esta ocasión. Lo que deseamos desenmascarar es la hipócrita presunción de amor a las mascotas. Nada de cierto hay en esas cartas de lectores tan frecuentes en nuestros diarios, ni en los anexos que atiborran nuestros correos con lloriconas gazmoñerías acerca de los indefensos animalitos sometidos a una absurda existencia junto a esta descaminada institución burguesa: la familia. En dichos envíos se duelen hasta los mocos nuestros congéneres del abandono de perritos y gatitos. Hipócritas.
Te contaré una historia. Vivo en uno de estos mal llamados aparta-estudios que rentan en los barrios estrato 3 de nuestras ciudades tercermundistas (estrato 3 acá es el equivalente a zonas deprimidas en los países desarrollados) . Durante la noche, mi alma se resquebraja ante la misma escena.
Un bello gato blanco como la luna se aposta ante mi puerta, tratando de entrar. Esto sucede entre las 21 y las 5 horas (ya habrás advertido que soy escritor, esto es, un maldito ocioso que, sin oficio verosímil en nuestras sociedades, quema horas, días, semanas enteras, meses, años, como quema cigarrillos baratos, fuma marihuana, o bebe licores de fabricación ilícita, aunque no más deshonestos que los vendidos por los putos explotadores de esta antigua, salomónicamente avalada afición a los tragos, escribiendo, leyendo).
Te digo que se me rompe el corazón. Ese dulce ejemplar felino se aposta allí, ante mi puerta, que da al patio, y con su fino hociquillo se da a hozar, tratando de removerlo, el anjeo que me protege de esas otras mal queridas mascotas no por indeseables menos inseparables del pobre hombre, a las que nadie adopta ni profesa el menor cariño: los zancudos. ¿Por qué desea entrar este felino a mi habitación, y de quién coños es? Lo ignoro.
Más hay algo de lo que sí estoy positivamente seguro. Su dueña duerme… ¡Oh!, claro, tal vez deba decir dueño. Pero esto es indiferente, y puesto que los hombres no lloramos por las mascotas, se me excusará la precisión de género.
El asunto es que su dueña, plácidamente, sueña a pierna suelta al lado de su desgraciado compañero con un destino al lado de un hombre con más agallas. Su gato la trae sin el menor cuidado. Esto es problema mío, que soy escritor, y tengo el deber de preocuparme por lo que a mis semejantes les importa un pito. Digo que todas las noches la huérfana maravilla blanca viene y se echa allí mientras tecleo.
Todos sabemos que el gato es un animal de hábitos nocturnos, como los escritores. Pero la dueña, maldita la noción que de esto tiene, o lo que se le da que el animalito se precipite en esta profunda soledad cósmica para la que no ha venido al mundo. Porque, a diferencia de los escritores, el felino es un ser al que le gustan los animales humanos, amén de sus semejantes. Vive a placer con nosotros, y casi nunca nos abandona, actitud que no comparte con nuestras mujeres. Es apenas justo que la dueña de este ejemplar, como las de tantos miles (solamente en Nueva York hay dos millones cuatrocientos setenta mil doscientos doce gatos, según datos del N. Y. Times ), sacrifiquen cada noche unas cuantas horas de sueño (digamos hasta las tres o cuatro de la madrugada) a fin de no dejar abandonados al insomnio tenaz de esta especie, a sus solas mascotas durante tantas horas. A ellas que no trabajan (por algo soportan un marido), ¿qué tanto les puede costar este piadoso "sacrificio" ? Pero no. No señor. La soledad de estas criaturas, según ellas, no está presupuestada en los guarismos de la economía doméstica. No es ése su deber.
De manera que la buena señora duerme, dije, a pierna suelta, mientras yo guerreo con las ineptas palabras intentando hacer entender a mis semejantes que no son, ni en sueños, tan delicados ni atentos como fingen ser en esas hipócritas reuniones en que se jactan de su amor por las mascotas.
¡Gatito!, grito. ¡Miau!, me responde. A veces creo que es al revés. Que ¡miau!, le digo, y que ¡gatito!, contesta. [Leo Castillo, autor de Del acero y sus aceras, Barranquilla, Colombia, 2007]
Puertas y ventanas
Antología poética de María Meleck Vivanco
El Bar La Poesía tiene el agrado de invitar a la presentación de la Antología Poética de María Meleck Vivanco, que integra la colección Poetas Argentinos Contemporáneos publicada por el Fondo Nacional de las Artes. Se referirán a la autora y su obra los poetas Romina Berenice Canet, Florencia Lo Celso, Reynaldo Sietecase y Esteban Moore. Lunes 24 de agosto, 19.30 hs. Bar La Poesía. Chile 502, esquina Bolívar, Capital Federal.
Cine argentino en bibliotecas de Broward, FL
La Biblioteca del Condado de Broward y el Consulado de la República Argentina en Miami invitan al Ciclo de Cine Argentino, que cumple cinco años consecutivos y que se desarrollará durante los meses de septiembre y octubre dentro del marco del Mes de la Hispanidad en las bibliotecas Southwest Regional y West Regional. L
as películas serán comentadas por la actriz y periodista Adriana Bianco, organizadora del ciclo.
Las películas a exhibirse en esta ocasión son: Un Amor de Borges de Javier Torre, La Tregua de Sergio Renán y Los gauchos Judíos de Juan José Jusid y filmes de importantes directores argentinos. Asimismo el 27 de septiembre se rendirá homenaje al escritor uruguayo Mario Benedetti el día de la presentación de La tregua, basado en su novela. El ciclo se inaugurará el sábado 5 de septiembre a las 2 PM, en la Biblioteca Southwest Regional. Mayor información en el 954-357-7403.
El imán de Oscar Wilde
Incluimos el cuento clásico de la semana, seleccionado por Luis López Nieves: El imán, por el autor irlandés Oscar Wilde [1854-1900]. Pulse sobre el título para leer el cuento en Ciudad Seva.
Conversatorio con Luis Luis López Nieves sobre su nueva novela El silencio de Galileo
Este próximo viernes, 28 de agosto de 2009, a las 8:00 de la noche, en la Sala de la Facultad de la Universidad del Sagrado Corazón, en San Juan de Puerto Rico, se realizará un Conversatorio sobre la novela El silencio de Galileo, del escritor Luis López Nieves, autor de grandes éxitos literarios como El corazón de Voltaire y Seva.
Contando a mi abuelo Juan Bosch: Tres relatos a cien años de su nacimiento
Unipersonal de María Isabel Bosch. Estreno: domingo 30 de agosto. domingo 23 de agosto pre-estreno, sin cargo. Domingo 18.45 hs. Teatro Silencio de Negras. Luis Sáenz Peña 663. Entrada: $25 (desc. jub. y est. $15). Reservas: 4381-1445
Rojo Rosa de Víctor Víctor & La Vellonera
Concierto y lanzamiento de Rojo Rosa, el nuevo disco Víctor Víctor en el Museo de las Casas Reales. Viernes 04 de setiembre 9:00 PM. Ciudad Colonial, Santo Domingo, RD.
El cuento. Tradición del género en la literatura argentina
Seminario con Marina Porcelli. Lineamientos teóricos del cuento como género. Clasificaciones, tendencias, ejemplos. Autores: Nathaniel Hawthorne, Edgar Allan Poe, Rainer-María Rilke. Los viernes de 19 a 20:30 hs. Duración: 13 clases: sep-oct-nov / Arancel: $130 por mes. -Comienza el 4 de septiembre. ESPACIO Y: Lugar Cultural. Mansilla 2982, PB – C1425BPJ. Tel/Fax: 4962-9402. espacioylc@yahoo. com.ar www.espacioy. com.ar www.espacioy. blogspot. com Informes: lunes a viernes de 15 a 21 hs.
Entrevista con Bartra
Estimados amigos: Les invito a leer la entrevista que hice a Roger Bartra acerca de su libro La fractura mexicana. Izquierda y derecha en la transición democrática: http://www.biblialo gos.blogspot. com/ Ojalá sea de su interés. Ariel Ruiz.
¡Espacio Y cumple 10 años!
¡Los invitamos a celebrar con nosotros, el cumpleaños número 10 de Espacio Y! ¡Habrá torta con champagne y piñata! ¡Los esperamos el jueves 3 de septiembre a las 19 hs.! Actividad no arancelada. ESPACIO Y: Lugar Cultural. Mansilla 2982, PB – C1425BPJ * Tel/Fax: 4962-9402. espacioylc@yahoo. com.ar www.espacioy. com.ar www.espacioy. blogspot. com Directora: Lic. Cristina García Oliver. Informes: lunes a viernes de 15 a 21 hs.
Imaginería bruja
Invito a todos a ver la última entrega de la serie Poesía y delito (dedicada a Sade) pulsando en http://imagineriabr uja.blogspot. com se abrirá la Belleza.
Imágenes del mundo
mediaIsla más que un grupo o comunidad cerrada, constituye hoy por hoy una modesta sala de lectura donde convergen una serie de personas interesadas en la construcción de un puente de doble vía, a través de la reflexión y el ameno intercambio de información interesante.
poeMARTES
proSÁBADO
René Rodríguez Soriano
mediaIsla Editores
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