Por Lic. Enildo Rodriguez MBA PhDP
En tiempo de campaña la comunicación política alcanza su máxima intensidad. Es cierto que en muchas ocasiones el resultado de unas elecciones está básicamente configurado antes de que comience la campaña en sentido estricto.
Partes más o menos significativas del electorado tienen firmes convicciones ideológicas o simples prejuicios políticos que les llevan a descartar algunos candidatos o a identificarse plenamente con otros.
Aun con todo ello, la influencia que la campaña ejerce sobre el electorado suele ser capaz de modificar algunos comportamientos electorales y, en muchas ocasiones, impactos relativamente pequeños en la orientación del voto pueden resultar decisivos para el resultado final.
Puede que la campaña no mueva muchos votos, pero ese pequeño puñado puede llegar a decidir quien es el ganador de la contienda.