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Cortesia del blog Educativo de Noticias del Lic Enildo Rodriguez Nunez MBA PhDP
By Mariano Jazmín
Un portavoz chino denunció este lunes a algunos políticos estadounidenses, incluyendo el presidente Donald Trump, que afirman que demandarán a la parte china por provocar la propagación mundial de la COVID-19, y les pidió dejar de atacar y de culpar a China "por nada".
"El virus es un enemigo común de la humanidad que puede golpear en cualquier momento y en cualquier sitio.
Al igual que otros países, China también es una víctima, no un perpetradora, y mucho menos un cómplice de la COVID-19", dijo en rueda de prensa el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang.
Geng dijo que China ha tomado las medidas más integrales, rigurosas y exhaustivas para contener la COVID-19 con un espíritu abierto, transparente y responsable.
"China ha realizado enormes sacrificios, ha acumulado valiosa experiencia y ha hecho aportaciones significativas a la respuesta mundial. La comunidad internacional es testigo de los esfuerzos y avances de China y los aplaude", dijo.
Ante crisis de salud pública y enfermedades infecciosas importantes, la comunidad internacional debe ser solidaria y trabajar unida, en lugar de recurrir a las acusaciones mutuas o a exigir retribución o rendición de cuentas, dijo.
"La gripe H1N1 surgió en Estados Unidos y se propagó a más de 214 países y regiones en 2009, lo que tuvo como resultado cerca de 200.000 decesos. ¿Alguien ha pedido a Estados Unidos una compensación?" preguntó Geng.
"En los ochenta, el SIDA fue descubierto primero en Estados Unidos y luego se propagó al mundo. ¿Alguien ha pedido a Estados Unidos que asuma la responsabilidad de esto?" continuó el portavoz.
El portavoz también mencionó la turbulencia financiera ocurrida en Estados Unidos en 2008 que finalmente evolucionó hasta convertirse en una crisis financiera mundial.
"¿Alguien ha pedido a la parte estadounidense que asuma las consecuencias?" preguntó Geng.
"Estados Unidos tiene que entender que su enemigo es el virus, no China", dijo. "Atacar y desacreditar a otros países no recuperará el tiempo ni las vidas perdidas".
"Esperamos que la parte estadounidense respete los hechos, la ciencia y el consenso internacional, y que deje de atacar y de culpar a China por nada, que deje de hacer declaraciones irresponsables, y se concentre en cambio en combatir la epidemia en casa y en promover la cooperación internacional", agregó.
Migrante deportado desde EEUU contagia de coronavirus a 14 en albergue de México
Por Diego Oré
Fuentes externas Reuters
Cortesia del blog Educativo de Noticias del
Lic Enildo Rodriguez Nunez MBA PhDP
CIUDAD DE MÉXICO, 20 abr (Reuters) - Un migrante enviado de Estados Unidos a México contagió de coronavirus a al menos 14 personas, la mayoría latinoamericanas, en un albergue ubicado en el noreste del país, dijeron el gobierno local y el refugio que los acoge.
El gobierno del estado Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, afirmó que el migrante había sido deportado de Houston y llegó al albergue en la ciudad Nuevo Laredo "sin conocer su condición de ser portador del virus", pero no dio a conocer su nacionalidad.
Además de los 15 migrantes, hay uno más que fue contagiado en otro momento, dijo el gobierno local, para un total de 16, de los cuales seis son hondureños, cuatro mexicanos, tres cubanos, un guatemalteco, un camerunés y uno cuya nacionalidad aún no ha sido identificada.
Más tarde, el refugio que los acoge, Casa del migrante Nazareth, detalló en un comunicado que entre los infectados hay tres menores de edad: de 10, 13 y 16 años y que tres pacientes que estuvieron hospitalizados ya fueron dados de alta y se encuentran en cuarentena.
La noticia se suma a tres haitianos deportados desde Estados Unidos en los últimos días que también dieron positivo al coronavirus..
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, dijo el lunes por la tarde que un migrante guatemalteco más, de un grupo de deportados al país centroamericano en un reciente vuelo desde Estados Unidos, de igual forma fue diagnosticado con coronavirus.
Del total de los 198 casos positivos de coronavirus en el estado mexicano Tamaulipas, ubicado frente a Texas, cerca del 10% corresponde a migrantes nacionales y extranjeros deportados y establecidos en refugios de la frontera, precisó la entidad.
En enero del año pasado Estados Unidos implementó el programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) mediante el cual envía de regreso a México a migrantes solicitantes de asilo mientras duran sus procesos.
Desde entonces, el gobierno de Donald Trump ha enviado a más de 60,000 extranjeros a tierras mexicanas, mayormente a refugios en los estados del norte del país.
Además, desde el 21 de marzo, Washington aceleró el tiempo para las devoluciones de migrantes sin necesidad de pasar por procedimientos estándar, en medio de un temor por el brote del coronavirus.
El número de pacientes con coronavirus podría incrementarse en las próximas horas ya que se le practicaron pruebas de coronavirus a 42 migrantes más y al personal que los atiende en el albergue de Nuevo Laredo, la ciudad fronteriza más importante de Tamaulipas.
(Reporte adicional de Julia Love en Ciudad de México y Sofía Menchú en Ciudad de Guatemala; Editado por Ana Isabel Martínez y Adriana Barrera)
Noticias inquietante sobre formas en que el coronavirus puede esparcirse y contagiar a las personas provienen de un estudio realizado en China: allí, en un restaurante un solo comensal infectado pero sin mostrar síntomas contagió a otras nueve personas, incluso a varias que estaban en mesas a varios metros de distancia.
El virus logró alcanzar a esas personas a través del sistema de aire acondicionado del restaurante, de acuerdo a un reporte de la investigación publicado recientemente por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Eso sucedió en enero pasado en un restaurante sin ventanas en la ciudad china de Guangzhou (Cantón) por lo que el estudio recomienda a esos establecimientos, para el momento en que las condiciones permitan su reapertura, que mejoren su ventilación e incrementen el espacio entre mesas.
Es ya ampliamente aceptado que para que los restaurantes puedan volver a servir comida en sus instalaciones (actualmente en EEUU solo pueden ofrecer alimentos para llevar o envío a domicilio) tendrán que respetar el distanciamiento social, con mesas suficientemente separadas entre sí, y presumiblemente aplicando otras técnicas para reducir las interacciones cercanas entre clientes y empleados.
Por ejemplo, se requerirá muy posiblemente que el personal use máscaras y guantes y que se limite de modo importante el tiempo que los comensales puedan pasar dentro del local. Al requerirse mantener el distanciamiento social, la capacidad de los restaurantes también deberá reducirse.
Todo ello en el momento, aún incierto, en que la epidemia de COVID-19 se mitigue en grado suficiente y se cuente con datos que validen permitir la reapertura de los restaurantes.
Pero la noción de que el virus puede difundirse por los sistemas de aire acondicionado, y con ello quizá sabotear el esquema de mesas separadas y distanciamiento social, es especialmente preocupante, sobre todo para muchos establecimientos que no cuentan con ventanas en cantidad suficiente ni tienen otras opciones de ventilación. Y ello, además, quizá podía también suceder en otros espacios cerrados, como oficinas y tiendas.
Según el estudio citado, una sola persona contagió a nueve más que comían al mismo tiempo en el restaurante, pero ninguno de los otros 73 comensales y ocho empleados se infectaron. Pero en ese restaurante al parecer solo había una persona infectada asintomática: ¿qué pasaría si hubiesen varios infectados y, por ende, mayor cantidad de coronavirus con el potencial de ser esparcido?
El enorme reto de reabrir
Las restricciones previamente consideradas, y las nuevas que podrían imponerse como el mantener apagados el aire acondicionado y la calefacción y quizá no servir alimentos en lugares sin adecuada ventilación, harán que muchos restaurantes tengan dificultades para reabrir o no puedan hacerlo.
Con todo, los investigadores señalan que el estudio citado aborda el caso de un solo restaurante y no es necesariamente generalizable. Pero es una señal adicional de alerta sobre la potencia y alcance del contagio de coronavirus.
La industria restaurantera es un empleador de primera magnitud y cerca de 3 millones de sus trabajadores se han quedado sin empleo en EEUU desde marzo a la fecha, de acuerdo a cifras de la Asociación Nacional de Restaurantes. Y la caída de sus ventas suma ya al menos unos 25,000 millones de dólares.
Muchos de los restaurantes estadounidenses, y en otros países, posiblemente no podrán abrir del todo o les será difícil sobrevivir dadas las limitaciones de operación que enfrentarán. Muchos posiblemente no sobrevivirán siquiera el presente cierre causado por la epidemia.
Y es posible, como se comenta en Business Insider que cada estado (y cada país) tendrá normas y alcances distintos sobre la reapertura de restaurantes y otros negocios.
Lo cierto es que ningún dato ha de pasarse por alto, y expertos han señalado que las revelaciones del estudio en el citado restaurante chino son elementos a considerar.
“Vamos a abrir de nuevo… Pero el truco será abrir despacio, en fases… abriendo restaurantes a media capacidad, espaciando los asientos…”, comentó William Schaffner, profesor de enfermedades infecciosas de la Universidad Vanderbilt, a Business Insider.
Otros expertos como Jennifer Horney, directora del programa de Epidemiología de la Universidad de Delaware, plantean por ejemplo, el uso de menús desechables, el pago de la cuenta de modo que no haya necesidad de hacerlo físicamente; quizá, por ejemplo, vía sistemas de pago en línea o de interacción inalámbrica.
Pero aún hay mucho por conocerse y definirse, y no solo del lado de qué hacer con la clientela. Se ha mencionado por ejemplo la posibilidad de que, si cayeran enfermos de COVID-19, empleados podrían demandar a sus empleadores si sus condiciones de trabajo resultasen inadecuadas o de alto riesgo.
Casos como los de propagación del coronavirus a través de sistemas de aire acondicionado ponen cargas adicionales a esas consideraciones y posibilidades.
Y siempre existe el problema de cómo hacer cumplir las normas si un restaurante añade algunas mesas más de las permitidas, admite a más comensales que el límite o los coloca más juntos, pues la cantidad de inspectores y demás es limitada. Ni se diga si lo hace en ambientes sin ventilación adecuada o que puedan difundir el virus, como señala el estudio realizado en China.
Por ello, en buena medida el cumplimiento de medidas de seguridad dependerá tanto de los dueños y empleados de los restaurantes como de los comensales, que deben tener especial cuidado de a qué locales acudir y en qué condiciones. La seguridad común para evitar el contagio es indispensable.
Así, al final la reapertura de restaurantes, con más o menos restricciones, debe depender de factores objetivos claros, pese a las tentaciones de hacerlo de modo súbito. Por ejemplo, dueños de restaurantes en Georgia, donde el gobierno estatal permitirá la reapertura a partir del próximo lunes 27 de abril, consideran que esa medida es prematura y dicen que no abrirán si eso implica poner en riesgo a sus empleados y clientes, según reportó Eater.
Para que eso se haga de modo seguro, se reitera, la epidemia debe haberse reducido de modo sustantivo y ha de contarse con suficientes datos de test de diagnóstico y de detección de anticuerpos y con capacidad de contener y rastrear los nuevos casos para concluir que la población en cuestión puede ya volver a actividades con riesgo mínimo.
Santo Domingo.- The Economic Commission for Latin America and the Caribbean (Eclac) on Tue. highlighted that in a context in which the region’s GDP will fall -5.3%, the Dominican Republic entered the current crisis in a relatively strong position in relation to the rest of the countries.
ECLAC calculates that in the Dominican case the projection is zero, when in the rest of the region the growth projection is all negative. “It is that in the last decade its economy (the Dominican) expanded almost 5% on average and achieved one of the highest growth rates in the region.”
ECLAC Executive Secretary, Alicia Bárcena, indicated that the Dominican Republic is the latest country in Central America that shows an improvement in its fiscal balance between 2018 and 2019.
“That seems to us to be very important and this has given the government space to implement support measures for workers who become unemployed.”
La ciudad ecuatoriana de Guayaquil vivió algunos de sus peores días durante la crisis funeraria que se desató desde mediados de marzo.
Las imágenes de decenas de ataúdes y cuerpos expuestos en las calles ante la falta de opciones para inhumarlos mostraron una de las peores caras de la pandemia de covid-19 en el mundo.
Además del colapso del sistema de salud en la provincia de Guayas, la más golpeada por la enfermedad en Ecuador, otra parte del problema fue el temor que generó el manejo de cadáveres.
"Hubo un completo descontrol. El miedo, el temor, hizo que muchas funerarias cerraran las puertas. Muchos compañeros se escondieron y quedaron pocos funerarios", le contó a BBC Mundo Merwin Terán, presidente de la Federación de Funerarias de Ecuador.
"En realidad en Ecuador estamos muy atrasados en el sistema exequial y nosotros no contamos con guías (del gobierno) para hacer nuestra labor", dice el líder de la agrupación con 700 funerarias del país.
Las dudas sobre qué hacer y cómo manejar cuerpos de los fallecidos con covid-19 o incluso de los casos sospechosos no solo persisten en el país sudamericano.
En Ciudad de México, las autoridades locales emitieron sus propias recomendaciones: no celebrar funerales ni practicar necropsias, además de que se prohibieron los traslados fuera de la ciudad.
Y en Honduras, en el departamento de Cortés -que concentra 70% de las muertes por covid-19- algunos pobladores han llegado a tomar machetes y palos para impedir el entierro de víctimas de la enfermedad, informó la agencia Reuters.
Pero, ¿los cuerpos transmiten la enfermedad?, ¿se puede celebrar un funeral de cuerpo presente?, ¿se deben incinerar o se pueden enterrar? A continuación abordamos estas dudas.
Se puede evitar el contagio
Cuando se tienen los cuidados necesarios y se practican los manejos correctos, no hay motivo para temer el contagio de covid-19, dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una guía solicitada por BBC Mundo.
"Salvo en casos de las fiebres hemorrágicas (como el ébola o la fiebre hemorrágica de Marburgo) y del cólera, los cadáveres no suelen ser infecciosos", señala la OMS.
"Solo pueden serlo los pulmones de los pacientes con gripe pandémica si se manipulan de manera incorrecta durante una autopsia. De otro modo, los cadáveres no transmiten enfermedades", añade.
Eso no significa que el virus haya muerto con la persona, pues en el caso de enfermedades respiratorias agudas, los pulmones y otros órganos "pueden seguir albergando virus vivos".
Pero éstos se liberan a través de los procedimientos de autopsia (como con el uso de sierras eléctricas o lavado interno) que hacen los empleados de funerarias y servicios forenses.
Los familiares y seres queridos de una víctima mortal de covid-19 deben esperar a que personal capacitado y con protección adecuada preparen el cadáver para su entierro o incineración.
¿Puede haber funeral?
La OMS no censura que se celebren funerales, pero requiere que se haga con ciertos cuidados.
"Si la familia desea solamente ver el cuerpo, sin tocarlo, puede hacerlo siempre que tome en todo momento las precauciones normalizadas, en particular la higiene de las manos. Hay que dar instrucciones claras a la familia de no tocar o besar el cadáver", señala el organismo.
Se debe seguir practicando el distanciamiento físico entre personas, el lavado de manos constante al estar en un funeral. No se recomienda que mayores de 60 años ni personas inmunodeprimidas interactúen directamente con el cadáver.
Merwin Terán recuerda las duras condiciones a las que se enfrentaron en Ecuador, tanto los servicios funerarios como las familias de las víctimas.
"Para nosotros, acostumbrados a ver la realidad de la muerte, era dificilísimo entrar a reconocer un cuerpo. Los trabajadores ya no querían entrar, empezaron a renunciar", relata.
Y es que ante la gran cantidad de fallecidos en Guayaquil, los hospitales hicieron uso de bodegas sin equipo de refrigeración o procedimientos de conservación de cadáveres.
"El cadáver reventaba a las 24 horas con todos los fluidos. Los familiares entraban a buscar entre cada funda hasta encontrar a su fallecido", explica.
Esto contraviene las recomendaciones de la OMS, que enfatiza que los cuerpos deben ser manejados y preparados por profesionales desde el lugar donde mueren hasta la funeraria, crematorio o lugar de sepultura.
Pero "no es necesario utilizar bolsas especiales", a menos que haya fuga excesiva de fluidos corporales, ni tampoco deben ser trasladados por vehículos especiales.
¿Enterrar o incinerar?
La elección de enterrar o cremar un cadáver será de los familiares.
"Está muy extendida la creencia de que es preciso incinerar a las personas que han muerto de una enfermedad transmisible, pero eso no es cierto", dice la OMS.
"La incineración es una cuestión de elección cultural y de disponibilidad de recursos", añade.
Quienes deben tener protección especial en un entierro (guantes y lavado de manos abundante) son las personas que colocan el cuerpo en una tumba o nicho.
En los lugares donde no hay servicios funerarios o que es tradición preparar un cuerpo para inhumarlo, la persona que se encargue de ello debe tener todas las protecciones.
Ha de usar guantes, protección de ojos, mascarilla, delantal impermeable, lavado de manos y de la ropa tras finalizar, señala la OMS.
No es necesario incinerar o eliminar las pertenencias del difunto, pero se deben tener precauciones como la manipulación con guantes y el lavado con detergente, así como la desinfección de objetos con etanol o lejía.