La Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP) consideró ayer inviable que se use una parte de los fondos de pensiones para el pago de tres meses de salario para contrarrestar los efectos del COVID-19.
Resaltó que el patrimonio de los trabajadores afiliados a las AFP no se encuentra como dinero efectivo guardado en una caja, ni está todo depositado en una cuenta corriente de la que se pueda hacer retiros, sino que está invertido conforme a las regulaciones y los límites establecidos en la ley.
Explica que los fondos crecen y permiten crear un patrimonio mayor para las pensiones de los afiliados, lo que, con la gestión de las administradoras, es el principal objetivo del sistema y, a su vez, se contribuye con la sostenibilidad y el desarrollo económico del país.
Para disponer de ese dinero, ADAFP explicó que habría que vender grandes inversiones en el mercado secundario, lo que hace que se trate de algo inviable en las actuales circunstancias y sería generador de efectos indeseados para el país, como inflación, desempleo, incremento de tasas de interés y presión en la tasa de cambio.
Afirmó que ante una situación de emergencia, como es el caso debido al COVID-19, la solución no debe ser destruir en tres meses el patrimonio que por más de 16 años, con buena gestión, se ha logrado alcanzar para los trabajadores afiliados a las AFP en el país.
Resaltó que el patrimonio de los trabajadores afiliados a las AFP no se encuentra como dinero efectivo guardado en una caja, ni está todo depositado en una cuenta corriente de la que se pueda hacer retiros, sino que está invertido conforme a las regulaciones y los límites establecidos en la ley.
Explica que los fondos crecen y permiten crear un patrimonio mayor para las pensiones de los afiliados, lo que, con la gestión de las administradoras, es el principal objetivo del sistema y, a su vez, se contribuye con la sostenibilidad y el desarrollo económico del país.
Para disponer de ese dinero, ADAFP explicó que habría que vender grandes inversiones en el mercado secundario, lo que hace que se trate de algo inviable en las actuales circunstancias y sería generador de efectos indeseados para el país, como inflación, desempleo, incremento de tasas de interés y presión en la tasa de cambio.
Afirmó que ante una situación de emergencia, como es el caso debido al COVID-19, la solución no debe ser destruir en tres meses el patrimonio que por más de 16 años, con buena gestión, se ha logrado alcanzar para los trabajadores afiliados a las AFP en el país.
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