domingo, 3 de enero de 2010

HABRA UNA DOCTRINA OBAMA....

La política exterior de los Estados Unidos. "Guerra justa", no solamente guerra. Y asequible, por favor.
¿Hay una Doctrina Obama?
Soldados norteamericanos esperan por atención sanitaria tras verse afectados por un artefacto explosivo en Afganistán.
Por propia admisión, Barack Obama recibió el Premio Nobel de la Paz cuando sus logros todavía eran "mínimos". Pero él tiene grandes planes-incluyendo la firma de un nuevo tratado de reducción de armas nucleares con Rusia y, eventualmente, librar el mundo de armas nucleares completamente. Cuando recogió su premio en Oslo, el 10 de diciembre, también pronunció un discurso de aceptación que llamaba a reflexionar. Para algunos, tocaba las alturas retóricas de Cicerón (Simon Schama, un historiador, en el Financial Times). Para otros (David Brooks, en el New York Times), habían ecos de Reinhold Niebuhr, un teólogo con una visión lúgubre de la naturaleza humana. La pregunta que ahora está obsesionando a los comentaristas políticos de los Estados Unidos es si este discurso enmarca una "Doctrina Obama" de la política exterior. Y si es así, ¿qué es?

Obama nunca ha declarado ser un pacifista. Sin embargo sus críticos de la derecha parecían sorprendidos, placenteramente, cuando dijo en Oslo que "habrá tiempos cuando las naciones -actuando individualmente o en conjunto- encontrarán el uso de la fuerza no solamente necesario sino moralmente justificado." Bill Kristol, el editor neo-conservador del Weekly Standard, alababa su "tono pro-Americano y testarudo". A Sarah Palin aparentemente le gustó la observación de Obama de que "la maldad sí existe en el mundo". (Ella también recordaba a los estadounidenses que ellos podrían leer sus pensamientos sobre el estado de decaimiento del hombre en su nuevo libro). John Bolton, por otro lado, quedó como el gruñón de siempre. El antiguo embajador de George Bush ante las Naciones Unidas se mostró escéptico al reconocimiento del presidente Obama de que el mundo "no va a erradicar los conflictos violentos durante nuestras vidas". ¿Terminar con la violencia? El solamente considerar tal posibilidad, según Bolton decía de mal humor por la televisión, "revelaba un mal entendimiento de la naturaleza humana". Una "doctrina" presidencial, sin embargo, tiene que decir más allá de que los estadounidenses en ocasiones tendrán que pelear, y a veces solos. La pregunta es: ¿Cuándo?

Si Bush tenía una doctrina, fue su creencia en la guerra preventiva, enunciada en la Estrategia Nacional de Seguridad del 2002, y llevado a cabo en Irak el año siguiente. ¿Obama, quien se opuso a esa guerra, acepta la idea de previsión bajo cualquier circunstancia? Aquí el discurso de Oslo fue impreciso. Él citó el concepto de "la guerra justa" (la guerra llevada a cabo solamente como un último recurso, o en defensa propia, con fuerza "proporcional" y perdonando a los civiles donde sea posible), pero dijo que la proliferación nuclear y los estados fallidos hicieron necesario pensar en la guerra justa "de nuevas maneras". Él no especificó cuáles. Después de referirse a Corea del Norte y a Irán, dijo solamente que "aquellos quienes buscan la paz no pueden quedar impasibles mientras otras naciones se arman para una guerra nuclear".

A veces se acusa a Obama de un idealismo bobo (Ej. Por haber extendido una mano tentativa hacía Irán y a Kim Jong Il, de Corea del Norte, a quien le escribió una carta la semana pasada), y a veces de un idealismo testarudo que pone poca atención a los derechos humanos. Cuando Irán aplastó a los manifestantes pro-democracia en junio, Obama calló sus críticas por miedo a perjudicar las conversaciones sobre armas nucleares. Su administración ha hecho menos ruido que otros en relación con los derechos humanos en China. En Oslo defendió su decisión de tratar con regímenes represivos, usando el argumento de que "sanciones sin alguna comunicación" y "condena sin discusiones" puede terminar en un estancamiento. El 14 de diciembre Hillary Clinton, su Secretaria de Estado, se unió al coro. "Nuestros principios son nuestro norte", dijo, "pero nuestros instrumentos y tácticas deben ser flexibles".

Así, ¿es esta una doctrina Obama distinta? Los funcionarios de George W. Bush también hablaron con Corea del Norte e Irán, y se llevaron bastante bien con China y Rusia. Lo que hace que Obama sea diferente hasta ahora, sostiene Peter Beinart, de la New America Foundation, un grupo de expertos, es su convicción de que unos Estados Unidos golpeados económicamente necesitan reducir sus compromisos externos.

Cuando Obama dijo en West Point al comienzo de diciembre que estaba enviando 30,000 efectivos más a Afganistán, expuso también que se negaba a establecer metas "que van más allá de nuestra responsabilidad, nuestros medios o nuestros intereses". Por definición, una superpotencia tiene que salir por el mundo. Posiblemente, la idea principal de Obama, más fácil de decir que de lograr, es que también tiene que vivir dentro de sus posibilidades.

Obama nunca ha declarado ser un pacifista. Sin embargo sus críticos de la derecha parecían sorprendidos, placenteramente, cuando dijo en Oslo que "habrá tiempos cuando las naciones -actuando individualmente o en conjunto- encontrarán el uso de la fuerza no solamente necesario sino moralmente justificado".

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