martes, 8 de enero de 2019

UNA OPOSICION POLITICA DE " MIERDA"

Una oposición política de “mierda”

Por Fernando Peña

 ¿oposición política?…  Oposición verdadera no las hay en Republica Dominicana, de la inteligente…¡No!


Un grupo desfasado, anarquista, sin apoyo de la gente, que es utilizado por grupos políticos y partidos (todos) para acciones de fuerzas en determinadas circunstancias, asume el protagonismo y el despropósito de lanzar heces fecales a la puerta de la suprema corte de Justicia.

Es un acto de desesperación ante la ausencia de una oposición política verdadera. Es un protagonismo que no da ni para asumir el mero hecho de “quítate tú para ponerme yo”.

Esta “oposición política” que nos gastamos no ha sabido ni siquiera asumir el antagonismo, rivalidad, desacuerdo, contradicción, enfrentamiento, obstrucción, resistencia, contrariedad, contraste.

La oposición supone el evocar una gama muy amplia de actitudes, acciones y actores.  Si, se puede utiliza como adjetivo o sustantivo, en ambos casos es la negación frente a la autoridad o al poder, a las instituciones políticas o a las decisiones gubernamentales.

Lamentablemente aquí en nuestro país la oposición tiene poca trascendencia de respuestas ante el gobernante, Danilo Medina y su gobierno, es prácticamente nula la influencia sobre el comportamiento del gobierno.

Y miren que la oposición es un componente básico del funcionamiento de las democracias pluralistas.

Esa oposición política de “mierda” es la causante, por su ineficacia y falta de estructuración de que no haya una cristalización de la diversidad social y que se vea nula, o que desemboca en regímenes bipartidistas no multipartidistas.

Han sido tan ineficaces que esa oposición que nos gastamos no haya sido capaz ni de mantener una relación directa con la democracia, que busque la solución del conflicto, no en la eliminación del adversario, como pretenden con sus acciones.

Deberían estar haciendo planteamiento de solución a los problemas estructurales de la sociedad, de la política mediante la identificación de intereses comunes, promover la superioridad del diálogo sobre la confrontación.

No se dan cuenta, por eso no concitan el interés de la gente y los sectores, que sus funciones como opositores políticos, en este tiempo que vivimos, van mucho más allá de la mera expresión de la protesta o el descontento, porque su participación en los órganos de representación popular le aseguran una influencia sostenida sobre el proceso de decisiones.

En los regímenes democráticos la oposición política no se limita a expresar la diferencia, sino que también tiene funciones de gobierno que cumplir.

La oposición cuando no es de “mierda” es la expresión de la controversia que tiene lugar en el proceso de formación de la voluntad política y de la adopción de decisiones, que actúa en un marco de respeto y de aceptación de “reglas consensuales” del juego político.

Si esta oposición política dominicana no entiende que debe estar vinculada a otros conceptos, practicas o fenómenos de la política, como libertades o derechos políticos, pluralismo, alternancia en el poder, conflictos racionales, les pasara en las elecciones del 20, que se quedara siendo la expresión de “la mierda”, o sea, de la nada.

Aquí en dominicana tenemos un gobierno y una sociedad pluralista, en las cuales se garantiza la libre expresión de ideas e intereses y el funcionamiento de grupos, partidos y oposicionista. La “mierda” que tiraron es un botón de muestra.

Esa “mierda” es un reflejo de que son una mierda de oposición, sin alternativa de gobierno, que no son capaces ni de presentar un curso de acción (programa) distinto, al del gobierno actual, que le gane simpatía y votos en las urnas, apoyo electoral.

Ella, esa oposición se cierra el camino al gobierno, más aún utilizando grupúsculo para tirar mierda y atosigar en grupitos a funcionarios o relacionados al gobierno, verbigracia lo que hacen en Nueva York.

Su atomización es otro elemento dañino, no tienen un mismo objetivo, solo adoptan una función obstruccionista, en un intento de “no dejar gobernar” en la creencia de asegurar así el triunfo en la próxima elección presidencial.

Grave error de esta oposición de “mierda”.
No se dan cuenta, son tan torpe que no ven que su forma de ser oposición adelanta la forma de ser gobierno y esa pro­yección muestra un cuadro de fundado temor que produce una tendencia a evitar el curso de la alternancia política, de su llegada al gobierno.

El autor es periodista