lunes, 16 de marzo de 2009

Resumen Politico, Economico, Social y Cultural de Media Isla

Leer y no leer La poesía de Sally Rodríguez Chomsky: Obama, Israel y Palestina El hombre desciende del libro ¿Qué pasa con la izquierda? Carlos Fuentes en sus 80 Mathias Enard: sobre qué cadáveres anda uno La oral literatura del Caribe colombiano II Puertas y ventanas: René Rodríguez Soriano y Leonardo Nin en Allapattah, FL Elsa Núñez en Contigo al atardecer Carlos Fuentes: Presencia que husmea y palpita en el imaginario latinoamericano Diccionario de autores puertorriqueñ os Lamás Médula nº2 El arete perdido Robo doméstico de Anatole France Memoria de la sangre de Luis Martín Gómez El mito de la mujer caribeña Leonardo Nin y las verdades modernas La música y su época de Alfredo Villegas Oromí Imágenes del mundo
Leer y no leer
Por Jean-François Fogel © boomeran(g)
El diario católico La Croix aprovecha la apertura del salón del libro en Francia para publicar un sondeo sobre la lectura en Francia. Lo interesante es que se trata de una radiografía de los comportamientos que el instituto de opinión Sobres empezó en 1981. Desde entonces registra una evolución de más de un cuarto de siglo. Creció muy poco el número de lectores en la población (del 66 al 69%) y se ve claramente una homogenizació n de los comportamientos entre pequeños y grandes lectores. Los que lean pocos libros, leen un poco más. Y los que leen mucho, un poco menos. Mujeres y personas con una alta edad en general son más proclives a la lectura.
Claro, entre lo que uno dice en un sondeo y lo que uno hace hay siempre una diferencia. Hace unos días, el diario Daily Telegraph publicó también un sondeo, pero sobre los secretos culposos de los británicos cuando se trata de libros. 62% pliegan las páginas para marcar dónde están en la lectura de una obra. 48 % ya leyeron un libro antes de ofrecerlo como regalo. 20 % tiran libros (no sé si a la basura). Pero hay algo peor: mentiras. Los británicos fingen haber leído libros. Los cinco primeros de la lista son todos clásicos:
1. 1984, de Orwell (42% de los que dicen que lo leyeron no lo han leído)
2. Guerra y paz, de Tolstoi (31% )
3. Ulises, de Joyce (25%)
4. La Biblia (24% )
5. Madame Bovary, de Flaubert (16% ) [Jean-François Fogel, periodista y ensayista francés]
La llama insomne de Sally Rodríguez un libro para leer a corazón abierto
La llama insomne, el libro nuevo de la poeta dominicana Sally Rodríguez comienza a concitar el interés y la atención de lectores de uno y otro lado del mar. El siguiente diálogo, además de adentrarnos en el mágico mundo de la poeta mocana, nos da la oportunidad de adentrarnos un poco y conocer cómo va la poesía que se escribe en República Dominicana.
Por Mari Cruz Agüera © mediaIsla
"Hondamente me vierto en ríos de silencio" SR
Estos versos deberían bastar para justificar la lectura de La llama insomne (mediaIsla, 2008) de la poeta dominicana Sally Rodríguez, sobre todo porque han sido escogidos al azar, sin buscarlos, podríamos haber abierto este libro por cualquier otra página y elegido otros de la misma fuerza y profundidad, y esa sí es una buena razón para adentrarse en los pasillos luminosos y exactos de esta Llama insomne. Es, sin duda, un libro para leer a corazón abierto, predispuestos al idioma de sus latidos y a encontrarnos en su lenguaje, hay en él una música lenta y a ratos dolorosa que envuelve de manera irremediable al lector, nos lleva y nos trae por sus caminos haciéndonos sentir, nada más se le puede pedir a la poesía.
Sally Rodríguez básica
Sally Rodríguez nació en Estancia Nueva ,Moca, República Dominicana. Es poeta, artesana, egresada de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de Santiago en Filosofía y Letras. Durante ocho años ejerció la docencia en universidades del interior. Ha publicado Luz de los Cuerpos (1985), Diálogos sin cuerpos (2003) y las antologías "Una mujer está sola" (textos de Aída Cartagena Portalatín, 2005 ) y " Milagro de jueves (textos de jóvenes poetas del Taller Literario del Centro de la Cultura de Santiago, 2005). La llama insomne (mediaisla 2008) es su primer poemario. El mismo ya está disponible en las librerías de su país y para todo el mundo a través del mundialmente conocido portal www.amazon.com o directamente en www.mediaisla. net
Descubrí a Rally Rodríguez por azar, como suelen ocurrir siempre los grandes hallazgos; en seguida me sentí atrapada por su voz personal e intensa, por la calidez y calidad de sus palabras, por la exquisita sensibilidad de sus formas, y como siempre que encuentro a un o una poeta que me cautiva al instante, me surgieron un montón de preguntas que querría formularle si tuviese la oportunidad, como soy afortunada la oportunidad se dio, y el resultado es esta pequeña entrevista, que más que un interviú al uso, es un diálogo de poeta a poeta.
—Ante todo me gustaría saber ¿cómo y en qué momento sentiste la llamada de la poesía?
—Mi primer contacto con la poesía sucedió a través de un libro de texto. En mi casa no había libros de literatura y en la biblioteca de mi abuelo no recuerdo haber visto poesía. Pero aquel libro de texto, español de quinto curso, fue un descubrimiento maravilloso. Jamás podría explicar lo que sentí al leer aquellos versos: "Anoche cuando dormía/ ¡soñé bendita ilusión!, / que una colmena tenía/ dentro de mi corazón; /y las doradas abejas/iban fabricando en él, / con las amarguras viejas, / blanca cera y dulce miel."
Imposible olvidar aquellos versos de Machado como otros tantos que mi alma descubrió como quien se asoma al mismo umbral de la mañana.En ese entonces comencé también a escribir.
—¿Cuales han sido tus fuentes, los poetas que ha leído?
—Siempre me he sentido más cerca de los españoles: Juan Ramón Jiménez, miguel Hernández, Lorca, Aleixandre. Entre los latinoamericanos, a Octavio Paz lo siento muy acorde a mi sensibilidad poética. Bueno, y Borges me ha encantado siempre, a pesar de que en su poesía predomina el concepto más que la emoción, pero es sencillamente un gran maestro.
—¿Qué buscas cuando escribes? ¿Te encuentras o aún más te pierdes?
—Escribir, creo, es un mecanismo de liberación. Es sumergirnos en el océano del alma en busca de una luz que nos muestre el propio rostro o algo de ese rostro, como en el poema que lleva ese título en La llama insomne: la eterna danzante que se sumerge en el profundo labio, tocando las orillas del sueño.Buscando ese rostro, que es uno y diverso a la vez. Es un rostro con infinitas formas, a veces corresponde al otro que está fuera de nosotros, podría ser el mismo rostro de Dios, pero es el mismo a fin de cuentas. Esta búsqueda es un reto constante. Al final sales a la superficie con algo en las manos y lo miras: es el poema.
—¿De dónde nacen estos poemas? ¿A dónde acudes para encontrarlos?
—A menudo el poema nace del dolor, de la conmoción que nos provoca alguna vivencia. A veces es la sutil percepción de alguien que flota con los ojos cerrados y se place de fluir en el misterio. Claro, el silencio y la soledad son necesarios para ese viaje en el océano interior.
—¿Has sentido alguna vez el silencio poético?
—Sí. Ambos silencios. El silencio que es poesía pura sin palabras, que es previo a la escritura, y el otro, el que es vacío y aridez, ausencia de ese estado de gracia.
—¿Como es el proceso para escribir tus poemas, cuánto trabajas en ellos?
—Muchos de mis poemas los escribí de urgencia en algún papel. Nunca los trabajo enseguida. Me gusta dejarlos un buen tiempo reposar hasta encontrarme de nuevo con ellos. Entonces los trabajo, si no quedo conforme los guardo de nuevo hasta otro día. Por lo general, lo que siempre me resulta más complicado es poner títulos. Se me hace difícil en verdad. Con frecuencia, este "reposo" ha sido de años, como en el caso de este último libro. Parte de este son poemas que llevaban bastante tiempo guardados. Una nueva fuerza me ayudó a recrearlos, a transformarlos completamente y a completar el libro.—¿Te sientes satisfecha de lo escrito cuando acabas un poema o aún te queda la sensación de querer cambiar aunque sólo sea una coma?
—Por lo general me siento satisfecha cuando termino el poema. Si algo no me gusta lo subrayo o lo anoto. Sé, que si no en ese momentomás adelante lo mejoraré.—"Luego abro de nuevo mis cofres/ recobrando la vida y las palabras/ que turbadas se espesan/Oh líquida sustancia/ túnel hacia el abrazo de fuego que me abrasa." ¿No sientes alguna vez miedo al recorrer este túnel que nombras en tu poema? ¿Es doloroso el proceso de tu escritura?
—Es más bien necesario y liberador.
—¿Qué momento vive actualmente la poesía dominicana?
—Creo que siempre hemos tenido buena poesía. Igual que en otros lados, no abunda, pero está ahí, confundida siempre en medio del bullicio y el ruido de los que tratan de llamar la atención. Me gustaría poder decir que esta buena poesía vive un momento esplendente y de gran difusión fuera de aquí. Pero lamentablemente no es así. La narración ha tenido mejor suerte: ha habido una apertura, una mirada interesada del mundo exterior, de las editoriales que ciertamente están dando a conocer muchos nombres de escritores dominicanos fuera de aquí. Claro, para no ser tan pesimistas, debo reconocer el trabajo excelente que hacen algunos dominicanos fuera del país, como René Rodríguez Soriano, José Alejandro Peña, Miguel D. Mena, desde sus páginas de Internet. Indudablemente es un paso de avance.
—Y para terminar ¿qué consejo darías a las nuevas generaciones de poetas, a los que empiezan a adentrarse ahora en este difícil camino?
—A los jóvenes, el mejor consejo es que no se dejen confundir, que lean siempre a los grandes poetas y escritores de todos los tiempos y que jamás traten de ser lo que no son. La falsedad, la pose, no va con la poesía. Se podrá ser un experto en fabricar versos, pero si no hay sinceridad, todo quedó ahí. Cada quien debe refinar su oído para oírse a sí mismo por encima del ruido. Se debe aprender a fluir con naturalidad y que no nos pierda el deseo de impresionar. Se trata de buscar en ese océano que es el alma humana, al final, ese guijarro con el que regresas, ese pequeño tesoro, si de verdad viene del alma, brillará. A veces unos se pierden en rebuscamientos inútiles, en un afán desmedido de modernidad. Yo creo, sinceramente como Borges: " el arte debe ser como esa Ítaca/ de verde eternidad/ no de prodigios." [Mari Cruz Agüera, poeta murciana, España]~
Obama sobre Israel y Palestina
Por Noam Chomsky © ZNet – Rebelion
Barack Obama es reconocido como una persona de aguda inteligencia, un estudioso, muy cuidadoso en la elección de sus palabras. Merece ser tomado en serio, tanto por lo que dice como por lo que omite. Especialmente significativa es su primera declaración de fondo sobre asuntos exteriores, el 22 de enero, en el Departamento de Estado, en la presentación de George Mitchell, quien servirá como su enviado especial para la paz en Medio Oriente.
Mitchell centrará su atención en el problema entre Israel y Palestina, a raíz de la reciente invasión de Estados Unidos e Israel a Gaza. Durante el asalto criminal, Obama se mantuvo en silencio, más allá de repetir algunos lugares comunes, porque, dijo, sólo hay un presidente, un hecho que no le impidió hacer declaraciones sobre muchas otras cosas. En su campaña, sin embargo, repitió su afirmación de que "si los misiles estuvieran cayendo donde duermen mis dos hijas, haría todo lo posible para detener esto". Él se refería a los niños israelíes y no a los cientos de niños palestinos asesinados por las armas de EE.UU., sobre los cuales no podía hablar, porque sólo había un presidente.. .
El 22 de enero, sin embargo, Barack Obama ya era presidente y podía hablar libremente sobre estos asuntos, evitando, sin embargo, el ataque a Gaza, que se suspendió, convenientemente, justo antes de su toma de posesión.
En sus declaraciones, Obama hizo hincapié en su compromiso para una solución pacífica del conflicto. Sus comentarios fueron un cuanto tanto ambiguos, pero hizo una propuesta concreta: "la iniciativa de paz árabe", dijo Obama, "contiene elementos constructivos que podrían ayudar a avanzar en estos esfuerzos. Ahora es el momento de que los Estados árabes actúen para lograr el cumplimiento de dicha iniciativa mediante el apoyo al gobierno palestino del Presidente Abbas y el Primer Ministro Fayyad, adoptando medidas para normalizar las relaciones con Israel y defendiéndose del extremismo que nos amenaza a todos."
Obama no está directamente falseando la propuesta de la Liga Árabe, pero el engaño cuidadosamente formulado es instructivo.
La propuesta de paz de la Liga Árabe llama, en efecto, a la normalización de las relaciones con Israel en el contexto, repito, en el contexto, de una solución de dos estados en los términos del consenso internacional, que vienen de largo tiempo atrás y que los EE.UU. e Israel han bloqueado desde hace más de 30 años, en total aislamiento internacional. El núcleo de la propuesta de la Liga Árabe, como Obama y sus asesores sobre Medio Oriente saben muy bien, es un llamamiento para un arreglo político pacífico en los términos antes mencionados, que son bien conocidos y reconocidos por ser la única base para una solución pacífica, a la que ahora Obama pide que se comprometan. La omisión de ese hecho fundamental no puede ser accidental e indica claramente que Obama no prevé alejarse del rechazo habitual de los EE.UU. a esta propuesta. Su llamamiento a los estados árabes para actuar en el corolario de su propuesta, mientras que los EE.UU. ignoran incluso la existencia de su contenido central, que es la condición previa para el corolario, supera todo cinismo.
Los actos más importantes para socavar una solución pacífica son las acciones [israelíes] diarias en los territorios ocupados, respaldadas por los Estados Unidos, todas reconocidas por ser de índole criminal: la apropiación de tierras y recursos valiosos y la construcción de lo que el principal arquitecto del plan, Ariel Sharon, llamó "bantustanes" para los palestinos, una comparación injusta, porque los bantustanes eran mucho más viables que estos fragmentos de tierra que se les han dejado a los palestinos bajo la concepción de Sharon. Sin embargo, los EE.UU. e Israel siguen oponiéndose a una solución política incluso por escrito, más recientemente, en diciembre de 2008, cuando los EE.UU. e Israel (y unas pocas islas del Pacífico) votaron en contra de una resolución de la ONU para apoyar "el derecho del pueblo palestino a la libre determinación" (aprobada por 173 votos a 5, con la oposición de EE.UU. e Israel, con pretextos evasivos).
Obama no tuvo nada qué decir acerca del asentamiento y desarrollo de infraestructuras en Cisjordania y las complejas medidas de control de la existencia palestina misma, destinadas a socavar las perspectivas de una solución pacífica de dos Estados. Su silencio es una sombría refutación a su floreciente oratoria al respecto de que: "Mantendré un compromiso activo para buscar que dos Estados vivan lado a lado, en paz y seguridad".
Tampoco se menciona la utilización por parte de Israel de armas de EE.UU. en Gaza, en violación no sólo con la legislación internacional, sino en clara violación también con la legislación estadounidense. O el envío de Washington de nuevas armas a Israel en el momento más álgido del ataque de EE.UU. e Israel, algo seguramente no desconocido por los asesores de Medio Oriente de Obama.
Obama fue firme, sin embargo, en que el contrabando de armas a Gaza debe detenerse. Él respalda el acuerdo de Condoleezza Rice y la canciller israelí, Tzipi Livni, de que la frontera de Gaza y Egipto debe cerrarse, un notable ejercicio de arrogancia imperial, como señaló el Financial Times: "...mientras en Washington se felicitan mutuamente, ambas funcionarias parecieron olvidarse del hecho de que estaban llegando a un acuerdo sobre el comercio ilegal que se lleva a cabo en la frontera de otro país: Egipto, en este caso. Al día siguiente, un funcionario egipcio describió el memorando como 'ficticio' ". Las objeciones de Egipto fueron ignoradas.
Volviendo a la referencia de Obama sobre la "constructiva" propuesta de la Liga Árabe, tal como indica el texto, Obama insiste en restringir el apoyo al partido derrotado en las elecciones de enero de 2006, la única elección libre en el mundo árabe, a la que los EE.UU. e Israel reaccionaron instantánea y abiertamente, castigando con severidad a los palestinos por oponerse a la voluntad de los amos. Un tecnicismo menor es que el mandato de Abbas finalizó el 9 de enero y que Fayyad fue nombrado Primer Ministro sin la confirmación del Parlamento palestino (muchos de ellos secuestrados y en cárceles israelíes). Ha'aretz describe a Fayyad como "una persona poco común en la política palestina. Por una parte, es el político palestino más apreciado por Israel y Occidente. Por otro lado, sin embargo, no tiene poder electoral ni en Gaza ni en Cisjordania" . El informe también hace notar "la estrecha relación de Fayyad con el poder en Israel," sobre todo su amistad con el extremista asesor de Sharon, Dov Weiglass. Aunque carece de apoyo popular, se le considera un político competente y honesto. Esta no es regularmente la norma de aquellos sectores políticos respaldados por los Estados Unidos.
La insistencia de Obama en que sólo existen dentro de la política palestina Abbas y Fayyad encaja con el desprecio constante de Occidente por la democracia, a no ser que esté bajo su control.
Obama dio las razones de costumbre para ignorar al gobierno electo dirigido por Hamas: "Para formar parte de quienes están en favor de la paz ", declaró Obama, "el cuarteto [EE.UU., Unión Europea, Rusia y Naciones Unidas] ha dejado claro que Hamas debe cumplir con condiciones más que claras: reconocer el derecho de Israel a existir, renunciar a la violencia y acatar acuerdos anteriores". No se menciona, también como de costumbre, el pequeño inconveniente de que los EE.UU. e Israel se oponen firmemente a las tres condiciones. En pleno aislamiento internacional, no sólo bloquean la solución de dos estados, uno de ellos un Estado palestino, sino que, por supuesto, no renuncian a la violencia y rechazan la propuesta central del cuarteto de la "hoja de ruta." Israel la aceptó oficialmente, pero con 14 reservas que eliminan efectivamente sus contenidos (y es tácitamente respaldado por los EE.UU.). Es el gran mérito del libro de Jimmy Carter, Palestine: Peace not Apartheid (Palestina: Paz no Apartheid), el haber traído estos hechos a la atención publica por primera vez... y única vez en los grandes medios de comunicación.
De ello se deduce, por razonamiento elemental, que ni los EE.UU. ni Israel forman "parte de quienes están en favor de la paz." Pero eso simplemente no puede ser. Esto ni siquiera es una frase existente en el idioma inglés. Tal vez sea injusto criticar a Obama por este nuevo ejercicio de cinismo, porque es una práctica casi general, a diferencia de su escrupulosa eliminación de los principales componentes de la propuesta de la Liga Árabe, que es su propia y novedosa contribución.
Una práctica casi universal son también las típicas referencias a Hamas: una organización terrorista, dedicada a la destrucción de Israel (o quizás dedicada a la destrucción de todos los judíos), etc. Se omiten los hechos un tanto incómodos de que Israel y los EE.UU. no sólo se dedican a la destrucción de cualquier Estado palestino viable, sino que aplican sin cesar dichas políticas. O que, a diferencia de la negativa de EE.UU. e Israel, Hamas ha pedido públicamente, en repetidas ocasiones y explícitamente, una solución de dos estados en los términos del consenso internacional.
Obama empezó diciendo: "Permítanme ser claro: Estados Unidos está comprometido con la seguridad de Israel. Y siempre vamos a apoyar el derecho de Israel a defenderse contra amenazas justificadas" . No dijo nada sobre el derecho de los palestinos a defenderse contra las amenazas, mucho más extremas, como las que ocurren a diario, con el apoyo de los EE.UU., en los territorios ocupados. Pero esto, una vez más, es la norma. También es normal la enunciación del principio de que Israel tiene derecho a defenderse. Eso es correcto, pero vacío: todo el mundo tiene ese derecho. Pero en este contexto el cliché es peor que vacuo: es un engaño cínico.
La cuestión no es si Israel tiene el derecho a defenderse, como todo el mundo lo tiene, sino si tiene el derecho a hacerlo por la fuerza. Nadie, incluido Obama, considera que los Estados gozan de un derecho general para defenderse por la fuerza: es necesario en primer lugar demostrar que no existen otras alternativas pacíficas. En este caso, seguramente las hay. Una estrecha alternativa para Israel sería respetar un alto al fuego, por ejemplo, el alto al fuego propuesto por el dirigente político de Hamas, Khaled Misal, unos días antes de que Israel lanzara su ataque, el 27 de diciembre. Mishal llamó a restablecer el acuerdo de 2005. Este acuerdo pedía que se pusiera fin a la violencia y que se abrieran de manera ininterrumpida las fronteras, así como que Israel garantizara que los bienes y las personas pudieran circular libremente entre las dos partes de la Palestina ocupada, Cisjordania y la Franja de Gaza. El acuerdo fue rechazado por los EE.UU. e Israel unos meses más tarde, después de las elecciones libres de enero de 2006, cuando los palestinos tomaron "el camino equivocado." Hay muchos otros casos de gran relevancia. La más amplia y más importante alternativa sería que los EE.UU. e Israel abandonaran su rechazo extremo y se unieran al resto del mundo, incluyendo a los estados árabes y a Hamas, en apoyo a la solución de dos Estados de acuerdo con el consenso internacional. Cabe señalar que en los últimos 30 años ha habido una excepción a la oposición de EE.UU. e Israel: las negociaciones de Taba en enero de 2001, que parecían estar a punto de llegar a una solución pacífica, cuando Israel pidió que éstas se suspendieran prematuramente. No sería, entonces, descabellado que Obama llegara a un acuerdo para unirse al resto del mundo, incluso en el marco de la política de EE.UU., si estuviera interesado en hacerlo.
En resumen, la contundente reiteración de Obama sobre el derecho de Israel a defenderse es otro ejercicio de engaño cínico, aunque, hay que admitirlo, no es exclusivo de él, sino que es una práctica casi general. El engaño es especialmente llamativo en este caso debido a que se dio en lo que fue el nombramiento de Mitchell como enviado especial a Medio Oriente. El principal logro de Mitchell ha sido su destacado papel en la solución pacífica en Irlanda del Norte. Hizo un llamamiento para que se pusiera fin al terrorismo del IRA y a la violencia británica. Es el reconocimiento implícito de que, si bien Gran Bretaña tenía el derecho a defenderse del terror, no tenía derecho a hacerlo por la fuerza, porque había una alternativa pacífica: el reconocimiento de los legítimos reclamos de la comunidad católica irlandesa, que fueron las raíces del terrorismo del IRA. Cuando Gran Bretaña adoptó esta sensata postura, el terror terminó. Las medidas a tomar en la misión de Mitchell con respecto a Israel y Palestina son tan evidentes que no necesitan ser explicadas detalladamente. Y la omisión de las mismas es, de nuevo, un sorprendente indicio del compromiso de la administració n de Obama con el rechazo y la oposición a la paz, a menos de que sea en sus términos extremistas.
Obama también elogió a Jordania por su "constructivo papel en la formación de fuerzas de seguridad palestinas y por haber fomentado sus relaciones con Israel", lo cual contrasta con la negativa de los EE.UU. e Israel para tratar con el gobierno libremente elegido de Palestina, mientras castiga a los palestinos por elegir a dicho gobierno, con pretextos que, como se ha señalado, no soportan el más mínimo escrutinio. Es verdad que Jordania se sumó a los EE.UU. para armar y entrenar a las fuerzas de seguridad palestinas, a fin de que pudieran reprimir violentamente cualquier manifestación de apoyo a las desgraciadas víctimas del asalto de EE.UU. e Israel en Gaza, así como para lograr la detención de los partidarios de Hamas y del destacado periodista Khaled Amayreh, mientras organizaba sus propias manifestaciones en apoyo a Abbas y Fatah, en la que la mayoría de los participantes "eran funcionarios públicos y niños de escuelas que fueron designados por la Autoridad Palestina para participar en el rally", según el Jerusalem Post. Ése es nuestro tipo de democracia.
Obama hizo un comentario más de fondo: "Como parte de un alto al fuego duradero, los cruces fronterizos de Gaza debe ser abiertos para permitir el flujo de la ayuda y el comercio, con un régimen de vigilancia adecuado..." No mencionó, por supuesto, que los EE.UU. e Israel habían rechazado el mismo acuerdo justo después de las elecciones de enero de 2006 y que Israel nunca ha cumplido posteriores acuerdos similares sobre las fronteras.
No ha habido tampoco ninguna reacción al anuncio de Israel de que rechazaba el acuerdo de cese al fuego, de modo que las perspectivas para que sea "duradero" no son prometedoras. Como se informó a la vez en la prensa, "El Ministro del gabinete israelí, Binyamin Ben-Eliezer, quien toma parte en las deliberaciones de seguridad, dijo el jueves a la Army Radio (Radio del Ejército) que Israel no dejaría reabrir los pasos fronterizos con Gaza sin un acuerdo para liberar a [Gilad] Schalit..." (AP, 22 de enero); "Israel mantendrá cerrados los cruces fronterizos de Gaza... El funcionario dijo que el gobierno tiene previsto utilizar la negociación por la liberación de Gilad Shalit, el soldado israelí en poder del grupo islamista desde el 2006..." (Financial Times, 23 de enero); "A principios de esta semana, el Ministro de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Livni, dijo que los progresos para poner en libertad al cabo Shalit serían una condición previa para la apertura de los cruces fronterizos que han sido mayoritariamente cerrados desde que Hamas arrebató el control de Gaza en 2007 a la Autoridad Palestina, con sede en Cisjordania. .." (Christian Science Monitor, 23 de enero); "...un funcionario israelí dijo que sería difícil cualquier levantamiento del bloqueo, pues se vincula con la liberación de Gilad Shalit..." (FT, 23 de enero); entre muchos otros.
La captura de Shalit es un tema prominente en Occidente, otra muestra de la criminalidad de Hamas. Independientemente de lo que se piense, es incontrovertible que la captura de un soldado del ejército agresor es un delito mucho menor que el secuestro de civiles, exactamente lo que hicieron las fuerzas israelíes el día anterior a la captura de Shalit, quienes invadieron la ciudad de Gaza y secuestraron a dos hermanos, a quienes se llevaron a través de la frontera y desaparecieron en el complejo penitenciario israelí. A diferencia del caso mucho menos grave de Shalit, este crimen prácticamente no fue informado y se ha olvidado, así como se olvida la práctica habitual de Israel durante décadas de secuestrar civiles en el Líbano y en alta mar y enviarlos a cárceles israelíes, a menudo durante muchos años, como rehenes. Sin embargo, la captura de Shalit dificulta un cese al fuego.
Las declaraciones de Obama sobre Oriente Medio en el Departamento de Estado se refirieron también al "deterioro de la situación en Afganistán y Pakistán... el frente central en nuestra permanente lucha contra el terrorismo y el extremismo". Unas horas más tarde, aviones de EE.UU. atacaron una aldea remota de Afganistán, con la intención de matar a un comandante talibán. "Ancianos de la aldea, sin embargo, dijeron a los funcionarios de la provincia que nunca hubo talibanes en la zona, la cual describieron como una aldea poblada principalmente por pastores. Entre los 22 muertos se encontraban mujeres y niños, de acuerdo con Hamididan Abdul Rahmzai, el jefe del consejo de dicha provincia... (Los Angeles Times, 24 de enero).
El primer mensaje del presidente afgano Karzai a Obama después de ser elegido en noviembre fue una petición para poner fin a los bombardeos de civiles afganos, lo cual repitió horas antes del juramento de Obama. Esto se consideró tan importante como la convocatoria de Karzai para fijar un calendario para la salida de los EE.UU. y de las demás fuerzas extranjeras. Los ricos y poderosos tienen sus "responsabilidades" . Entre sus responsabilidades, el New York Times informó, se encuentra la de "garantizar la seguridad" en el sur de Afganistán, donde "la insurgencia local está creciendo y es autosustentable. " Todo lo cual nos resulta muy familiar. Es como en el periódico Pravda, en la década de 1980, por ejemplo. [Traducido por Carlos F. Diez Sánchez y revisado por Felisa Sastre]
El hombre desciende del libro
El modo de relacionarse con los libros ha cambiado tanto que cualquier tiempo pasado ya es leyenda
Por FRANCISCO SOLANO © BABELIA
Si existiera, por algún lado, en esta primera década del siglo XXI, un émulo de Cansinos Assens, seguramente, a la hora de escribir sus memorias ya avanzado el siglo, se vería en un aprieto si tuviera que dar cuenta de lo que siempre se ha llamado experiencia literaria o mundo de las letras. Respecto a lo primero podría, tal vez, hilvanar su proceso de formación con relación a las obras que conformaron el fortalecimiento de su espíritu, pero poco podría decir del mundo literario. La injerencia de Internet ha transformado por completo el universo de relaciones literarias y los blogs han sustituido los debates y las tertulias. Y se da el caso, bastante curioso, de que muchos best sellers que usan la teoría de la conspiración de telón de fondo, ya sea en la época de los primeros cristianos o en una trama de espionaje actual, han descartado el único lugar en que esa teoría es infalible: la galaxia Gutenberg, víctima de la confabulación de las nuevas tecnologías. Estos cambios, tan apresurados y radicales, han desplazado aquel espacio pasional y humanístico del que surgieron, en nuestro ámbito, figuras como Larra, Baroja o Carlos Barral; hoy, pese a no carecer de prestigio, el escritor posee una proyección social mezcla de empresario de éxito y marca de fábrica.
De ahí que no sea extraño que, en el prefacio a Una especie en peligro de extinción, donde recoge sus mejores entrevistas a escritores norteamericanos -entre otros, Bellow, Bradbury, Ginsberg, Ellroy, Carol Oates, Neil Simon-, Lawrence Grobel deplore el espíritu disolvente de nuestra época: "No sé si los escritores", dice, "tienen el mismo poder sobre nosotros que tuvieron en el pasado, pero sí sé que nosotros nos hemos rebajado por el hecho de que no sean reconocidos del mismo modo que las estrellas del rock, las estrellas de cine o los deportistas profesionales" . La prosa es calamitosa, pero acierta al poner el acento en los protagonistas de la historia. La evidencia de esa "rebaja" salta a la vista. Pero esto hace más valioso, si cabe, el libro de Grobel; pues, con la sabrosa variedad de temas literarios y fobias -las observaciones de Carol Oates sobre boxeo y feminismo, por ejemplo, son estupendas-, seguimos el ritmo del pensamiento del escritor, y las preguntas colaboran sagazmente a que no caiga en la coquetería, tan tentadora para una efigie parlante. No es un repertorio de agudezas, sino una consulta a las voces que aún tienen algo que decir sobre la vieja pasión literaria, antes de que se extinga la figura del escritor.
Los cambios necesitan abastecerse de nostalgia, y lo que siempre permaneció en un ámbito restringido, hoy se puede airear gracias al ingenio y a la indeclinable porosidad de la literatura para abordar cualquier cuestión. A esto se dedica, con mucho talento, Camilien Roy en El arte de rechazar una novela, una brillante retahíla de vapuleos que utiliza todos los recursos imaginables para cerrar el paso al ciudadano que, tras la euforia de terminar una novela, la envía a un editor y espera pacientemente que sea aceptada. Son 99 maneras de decir no, 99 cartas de rechazo donde se retrata la ambigüedad, la amargura de la decisión, la deriva ideológica, el cansancio, las sutilezas y miserias de la profesión de editor. Detrás de cada carta hay un personaje singular. Roy compone, más que un conjunto de voces diferenciadas, una suma de actitudes, y del friso general se desprende, para regocijo del lector, un humor tonificante, una higiénica autoburla muy apta para estos tiempos de crisis.
A un editor, al menos por contagio, se le supone pasión por los libros. Javier Azpeitia, además de editor, es novelista, hombre de heterogéneas lecturas, entusiasta de la intertextualidad, afanoso recopilador de textos con un tronco común y generador de propuestas editoriales que huyen de lo previsible, aunque no puedan evitar lo irremediable. Ha coordinado un Libro de libros, donde no falta El libro de arena de Borges o las páginas del 'Donoso escrutinio' del Quijote, pero se desvía del modelo reiterado e incluye tres fragmentos de los Libros de Henoc, y la pasmosa narración La biblioteca del infierno, de Zoran Zivkovic, donde el castigo infernal consiste en leer eternamente y no poder dejar de hacerlo. La travesía de estas páginas lleva al lector de la infinitud a las llamas destructoras; del libro oculto, al viejo vicio de destruir los libros. En medio, Libro de libros depara toda suerte de magias y maleficios, y una certeza, o tal vez dos: que la sociedad no necesita los libros que amamos y que el libro, como bien advierte Azpeitia, es un objeto más inevitable que imprescindible.
El modo de relacionarse con los libros ha cambiado tanto que cualquier tiempo pasado ya es leyenda. En Mendel el de los libros, Stefan Zweig realiza un conmovedor retrato de un emigrante judío ruso, totalmente concentrado en la búsqueda de libros raros. Un librero de viejo que habilita su negocio en un viejo café de Viena, abstraído de todo, excepto de su prodigiosa memoria, para quien la realidad empieza y termina en el arte de la bibliografía. Con una suerte de santificación laica, Zweig traza admirablemente la figura desastrada del librero y su trágico destino, arrastrado por la burocracia de la guerra a un campo de concentración, acusado de colaborar con los enemigos del Imperio Austrohúngaro. La realidad histórica aplasta así a quienes se niegan a servirla, y el librero Mendel, el extravagante buscador de libros, se convertirá, para el narrador, en melancolía de la memoria.
La obviedad de que los libreros, junto con los bibliotecarios, han sido los más acreditados defensores del libro nos transporta a una realidad que se está despoblando de modelos de imitación. Aún quedan libreros, claro está, y, según la pauta común, si se deciden a escribir una novela, ésta será una defensa de la lectura, lo que sin duda indica que siguen aferrados a la hermosa quimera. Mary Ann Shaffer y Annie Barrows (tía y sobrina) han ejercido de libreras, de bibliotecarias y de editoras. A Shaffer, que falleció en 2008, le corresponde el grueso de la documentación y la larga dedicación que hizo posible la existencia de La sociedad literaria y el pastel de la piel de patata de Guernsey, el único libro que escribió, una novela epistolar con evidentes dosis de encanto británico, capaz de transmitir el valor de la lectura como resistencia en una isla invadida por el ejército alemán. No faltan historias, ni carecemos de testimonios que rememoran la excelencia del libro, pero ¿no indica su abundancia que el libro, en tanto que objeto, se está transformando, como los fantasmas, en materia de ficción?
¿Qué pasa con la izquierda?
Por Nieves y Miro Fuenzalida © mediaIsla
Como muy bien sabemos, hoy día el capitalismo contemporáneo esta dividido en capital industrial tradicional y capital informático digital y la social democracia es su denominador común. Esta es la forma en que la oposición izquierda-derecha funciona hoy día. Al mantener una independencia relativa de cualquier sector en particular la social democracia representa el interés del capital como tal, del capital en general. La derecha, como regla, se identifica con el interés de un sector particular del capital en oposición a otros sectores para lo cual, curiosamente, tiene que buscar el apoyo electoral de la clase trabajadora haciendo referencia a sus intereses (proteccionismo, financiamiento de la supervivencia de las corporaciones automotrices, etc.).
Desde una posición de principios es extremadamente fácil condenar a la izquierda posmodernista por su compromiso y acomodación con el sistema. Pero, la pregunta obvia es… ¿Cual es, efectivamente, la alternativa? Si la política actual es oportunistamente pragmática, sin principios, la "autentica izquierda", en cambio, se ve a si misma como la única fuerza política que mantiene la fidelidad a los principios revolucionarios y anticapitalistas. Uno, simplemente, se apega a las viejas formulas descartando cualquier análisis detallado que indique como la situación ha cambiado. El inherente dogmatismo de la "izquierda con principios" es posible notarlo en el rechazo común a cualquier análisis que proponga una descripción más compleja de la realidad política actual y su consecuente paralización o inefectividad política. Si actuamos directamente haciendo algo como, por ejemplo, luchar en contra de la globalización, la mantención del ambiente, el derecho de las minorías o aliviar la pobreza, terminamos contribuyendo a la reproducción del orden existente.
¿Cual es la acción que crea los fundamentos de un verdadero cambio radical?... Si la izquierda elige, en honor a los principios, la fidelidad a los viejos programas se condena a marginalizarse a sí misma. De lo que se trata, en la hora actual, es de repensar críticamente el proyecto izquierdista, de ir más allá de la alternativa de acomodarse a las nuevas circunstancias o apegarse a las viejas actitudes. En la historia reciente la desintegració n de los estados socialistas fue acompañada por el desmantelamiento del estado de bienestar que deja de funcionar como imagen colectiva capaz de apasionar políticamente a sus partidarios. Lo que hemos perdido con la desaparición de estos dos proyectos es la creencia o la fe en la noción de que la humanidad, entendida como sujeto colectivo, tiene la capacidad de limitar, en alguna medida, las fuerzas anónimas e impersonales del desarrollo socio histórico, de orientar los procesos sociales de acuerdo a la voluntad colectiva. Hoy día, los procesos sociales se perciben como dominados enteramente por fuerzas que están mas allá de nuestro control. El capitalismo global se nos presenta como tal fuerza y el mensaje explicito que escuchamos repetidamente es que no tiene sentido oponerse a tal realidad. Si lo hacemos ella nos aplastara. Cualquier proyecto político que proponga una transformació n radical se topa con la amenaza del boicot internacional o con la amenaza de que el crecimiento productivo se detendrá. Nos adaptamos a la globalización capitalista o nos quedamos fuera del desarrollo histórico.
Lo único que queda es regular al capitalismo contemporánea, limitar sus efectos nocivos y hacerlo mas humano… ¿No es esto lo que la nueva izquierda propone o trata de hacer? ¿No será hora de romper algunos de estos fetiches? Zizek, el filósofo marxista lacaniano, pregunta si realmente nos importa si el crecimiento productivo per capita se detiene, especialmente, cuando su alto crecimiento promedio ha resultado en nuevas formas de pobreza, delincuencia y explotación… ¿No seria preferible, dice, un crecimiento estable que provea un estándar de vida, no más alto, pero mejor para la mayoría de la población humana de este planeta? ¿No seria este un acto de intervención real en la política actual? ¿Un acto que verdaderamente rompa con la adhesión automática al marco económico que dictan las Corporaciones multinacionales? La pregunta real, sin embargo, es… ¿Cómo una economía con crecimiento negativo podría, efectivamente, terminar con la pobreza?
Uno de los fenómenos realmente nuevo de nuestro tiempo es el crecimiento explosivo de las poblaciones marginales de las megas ciudades del mundo que contienen el potencial de transformarse en un sujeto político capaz de llenar el vacío revolucionario dejado por la clase proletaria, porque son los únicos libres en el sentido proletario clásico. Libres de amarras sustanciales, fuera de la regulación policial del Estado. En la sociedad actual en donde el control es total las poblaciones marginales son espacios que, a pesar de estar dentro del territorio nacional, se ubican fuera de la ley. El control estatal se suspende y la policía raramente se atreve a internarse por sus laberintos. Es esta masa, privada de todo y situada en los márgenes de las grandes ciudades industriales, la que puede transformarse en la fuerza política futura. El antagonismo es constitutivo de la condición humana y el antagonismo crucial en este momento, el punto de referencia de todos los otros, es el antagonismo entre excluidos e incluidos. Es una división que atraviesa todas las otras divisiones. En el siglo XIX se produce la politización del proletariado. En el siglo XX, el despertar político de la población rural del Asia y África. En el siglo XXI, los habitantes de las poblaciones marginales tienen el potencial de romper la inercia política y transformarse en agentes de cambio.
Cuando la "izquierda con principios" reprocha que "no hay una clara definición revolucionaria en tu teoría" uno debería arriesgar la respuesta de que la única forma efectivamente abierta a una posibilidad revolucionaria es renunciar al llamado fácil de la acción directa que necesariamente nos compromete en una actividad en donde las cosas cambian para que la totalidad permanezca exactamente igual. El peligro de una sociedad pos capitalista es que repitamos otra vez las formas jerárquicas directamente fundadas en privilegios individuales que cancelan, incluso, la igualdad y libertad formal burguesa. La cuestión es esta… ¿Qué forma tendrá una sociedad pos capitalista? ¿Estará basada en la igualdad o será jerárquica? Este será el problema político más importante en las luchas por venir. [Nieves y Miro Fuenzalida, profesores de filosofía, Ottawa, ON]~
Carlos Fuentes: el escritor en sus ochenta años Las celebraciones por su aniversario fueron apoteósicas, pero él dice que las vivió como espectador y que exigió que no se hablara de él. Carlos Fuentes cumplió ochenta, presentó una nueva novela y asegura que trabaja en cinco proyectos, todas las mañanas.Por MACARENA GARCÍA G. © El MercurioCuando Juan Luis Cebrián —ex director de El País y uno de los consejeros del grupo Prisa— presentó la edición conmemorativa de la RAE de "La región más transparente" , dijo que ésta no era un homenaje a Carlos Fuentes, porque Fuentes no necesitaba homenajes. Lo dijo sentado a una mesa de la Feria del Libro de Guadalajara, donde culminaba el mes de actividades que celebraban el aniversario del autor de "Aura" y "La muerte de Artemio Cruz". Lo dijo pese a que tras él colgaba una gigantografía del escritor, con su pelo cano y su bigote característico. Cebrián estaba siendo absurdo, claro, pero era su mejor cumplido: un cumplido hecho a la medida de Fuentes, que cumplió ochenta, pero parece más joven, recomienda leer a los jóvenes, y pidió a quienes participaban de su homenaje que no le nombrasen.—¿Hay una crisis de escritor a los ochenta? ¿Libros que ya no se alcanzaron a escribir?—Bueno, el tiempo que tengo por delante no depende de mí, pero yo sigo trabajando todos los días; desde las siete de la mañana hasta la una, usted me verá sentado trabajando. Eso me mantiene ágil. Por supuesto que hay libros que uno pensó escribir y no escribió, pero esos son mis difuntos así que hay que dejarlos tranquilos", responde Fuentes, al teléfono desde México, y se echa a reír.Para su aniversario número ochenta, Alfaguara reeditó toda su obra, Fondo de Cultura Económica la antologó en gruesos tomos -como clásico de estantería- y la RAE decidió seguir esa colección de reediciones conmemorativas que comenzó en 2004 con "El Quijote", con "La región más transparente" , la primera novela de Carlos Fuentes, publicada hace ya cincuenta años. "Es una novela a la que le tengo mucho cariño, porque la escribí a los 25 años y la publiqué a los 30. Entonces no fue un éxito, no, suscitó todo tipo de reacciones, buenas y malas", dice hoy Fuentes y se adivina el orgullo por la sentencia del tiempo. Para sus ochenta años fueron tantas las instituciones que quisieron rendirle homenaje que él nombró un comité asesor para coordinarlas y exigió dos cosas: que las celebraciones se concentrasen todas en un mes y que los invitados no hablaran de él. "De otra forma hubiese sido sumamente pesado", asegura Fuentes, "para los demás y para mí". Reunió a invitados de talla mundial, entre ellos los ex presidentes Felipe González y Ricardo Lagos, y los premios Nobel Nadine Gordimer y Gabriel García Márquez. Gabo, quien en 2007 cumplió los ochenta y tuvo su propio (y apoteósico) homenaje en vida, se limitó ahora a sentarse en una mesa, acaparar expectativas y hacer una reverencia silenciosa cuando llegó su turno de hablar. Gabo fue al cumpleaños de Fuentes, pero no dijo palabra. Se rumoreó que era porque el autor de "Cien años de soledad" ya no está en sus cabales, pero también, que entre las vacas sagradas de la literatura latinoamericana ya no hay qué decir.—¿Cuál cree que fue el legado del Boom?—Ya quedamos vivos muy pocos y ha aparecido una respuesta al Boom, que en México se llama el Crack. El Boom fue un estallido, fuimos 12 o, póngale usted, 20 escritores. Ahora habrá unos 100 escritores interesantes en América Latina. Entonces había una cierta necesidad de decir lo que no se había dicho. Hoy ya tenemos una enorme libertad para la ficción, diversidad de temas, de estilos, de propósitos.—Héctor Aguilar Camín decía que usted fue el primer escritor mexicano profesional.—Fui el primero que no tuvo que tener un empleo en el gobierno, porque hasta entonces todos tenían que vivir de eso. Antes no había suficientes lectores, o anticipos o traducciones para vivir de la literatura. Eso lo logramos hacer Vargas Llosa y yo.—La semana pasada publicamos un reportaje sobre la vigencia de la obra del Boom Latinoamericano. Hicimos la pregunta a distintos escritores y críticos sobre qué libros se conservaban mejor al paso del tiempo y el autor boliviano Edmundo Paz Soldán opinó que sus textos cortos, las nouvelles y los cuentos, envejecían mejor que el resto de su obra. ¿Qué opina usted?—Que él tiene todo el derecho a opinar.—Pero cuál es su opinión.—Yo nunca he pensado que escribí varios libros distintos, sino que es sólo una obra con varios capítulos. Yo lo entiendo como una obra única, total. Eso me permite una gran variedad de estilos, aproximaciones y temas.—Usted ha trabajado una gran variedad de géneros: cuento, novela corta, novela, ensayo y también teatro y guiones para cine. ¿Con cuál género se siente más cómodo?—Yo me siento incómodo en el teatro, debo decirle. Todos los escritores hemos tenido la tentación de escribir teatro. Balzac tuvo la tentación y fracasó, Flaubert también. Casi no hay un ejemplo de un novelista interesante que no haya intentado pasar a las tablas, y no les va muy bien, porque el teatro es una cosa muy aparte de la novela, es una tentación en la que uno incurre que es como tener relaciones con un ser extraño que no es ni hombre ni mujer. Lo que más me ha atraído siempre es la narrativa, también el ensayo y el periodismo en la medida en que deseo comunicarme de una manera más directa con los lectores y con el público.—También intentó escribir guiones para cine. Su Pedro Páramo, por ejemplo.—Ay, qué horror, no me recuerde eso, jajaja.—Ahora lo están intentando nuevamente. Con Gael García como Juan Preciado.—Será la enésima versión de una novela que no se puede adaptar porque es un evento puramente verbal.—Sorprende que mire sus propios fracasos.—Sería muy idiota si no lo hiciera.—Pero podría no decirlo.—Me sentiría muy mal.—Seguro que tiene sus libros más queridos.—Cómo no. Yo indudablemente quise mucho 'La región más transparente' porque la escribí a los 25 años, es una novela de mi juventud, y 'Aura' porque vino de una serie de acontecimientos fantásticos en mi vida y la pude escribir sentado en un café de París en dos o tres mañanas; la última que me dio muchas satisfacciones es 'La voluntad y la fortuna', pero quizá la que más me gusta es 'Terra Nostra', en la que concurro con los lectores europeos más que con los latinoamericanos, esa novela tiene mucho éxito en Francia y Alemania, en Francia es parte de la lectura obligatoria.La vía internacionalCuando García Márquez y Vargas Llosa se instalaron en Barcelona, Fuentes decidió radicarse en Londres, estación final de una vida errante que comenzó como hijo de diplomático -creció entre Washington, Chile, Ecuador, Argentina, Brasil y Uruguay- y siguió aceptando puestos de diplomático -París y Londres-. Hoy, vive de mitades: tiene su casa en Ciudad de México, donde pasa seis meses de presentaciones de libros, cócteles y amistades, y su departamento en Londres, donde escribe mientras ve llover.—Con tanta distancia, ¿cómo estableció una relación con México? Su país es uno de los temas principales de su obra.—Yo crecí lejos de México y tenía una mirada de perspectiva. Creo que un escritor no puede tener una relación que no sea de amor-odio con su país. Detestar totalmente a un país lo nulifica a uno, amarlo totalmente lo convierte en un bobo. De manera que hay que tener una relación tensa, amarlo mucho y odiarlo mucho; esa es mi relación con México.—Hay una gran diferencia entre ser escritor latinoamericano hoy y hace 40 años, cuando usted citaba a Neruda diciendo que un escritor latinoamericano carga a su pueblo en la espalda.—La gran diferencia es que entonces las cosas no estaban dichas, para nosotros escribir era un asunto político. Hoy es distinto. Ha habido un enorme fortalecimiento de la sociedad civil y se escribe más para proteger la diversidad; se ha vuelto muy importante defender la pluralidad.El miedo a BolañoFuentes es conocido por ser uno de los autores del boom que lee y habla de las nuevas generaciones de escritores latinoamericanos. Sin ir más lejos, fue él mismo quien presentó la última novela del chileno Sergio Missana en la Feria del Libro de Guadalajara. Por eso y porque buena parte de su obra tiene como protagonista a México, sorprende que no haya leído ni un solo libro de Roberto Bolaño. "Lo estoy guardando para un día en que llueva", dice.—¿En que llueva?.—Es que no puedo leer todo. He leído a muchos autores chilenos, a Carlos Franz, a Fontaine, a Missana, pero me falta Bolaño, me faltan varios. Pero sabe usted que con el tiempo, más que leer uno relee y prefiero releer ahora mucho.—¿Qué está releyendo?—Releo a Balzac como loco, y ahora que voy al Salón del Libro de París estoy releyendo a André Gide, a Paul Morand, a Mauriac y a los autores actuales como Le Clézio. Pero a la literatura francesa se la comió el pensamiento, demasiados pensadores y demasiada lógica acabaron con la literatura.De todas formas, hay que leer con cuentagotas y por eso tengo guardado a Bolaño, quiero leerlo muy seriamente. Me aterra que es más joven que yo y ya no existe como persona, existe como escritor".La última novelaCuando los esfuerzos parecían destinados a fijar a Fuentes sobre el pedestal, él presentó "La voluntad y la fortuna", una novela a lo Caín y Abel que cuenta la historia de dos hermanos, el culpable y el inocente, en el violento y amenazante México de estos días. Fuentes advierte que comenzó a escribirla antes de que las vendettas entre narcotraficantes transformaran el país: "Esta es una novela narrada por una cabeza cortada que fue arrojada al océano. Cuando yo la escribí nosotros no teníamos todavía cabezas cortadas, pero ahora tenemos varias al días. Ha habido en México una violencia creciente, que yo husmeé un poco, pero me excedió. ¡Es horrible tratar de exorcizar los males de un país y acabar de profeta!""La voluntad y la fortuna" cuenta la historia de dos amigos, Josué y Jericó, chicos que se forman con Nietzsche, San Agustín, Spinoza y Maquiavelo, bajo la tutela de un padre, Filopater, que estaría inspirado en los maestros que Fuentes tuvo en México y también en Chile, donde vivió de niño. "Este personaje lo creé para una novela que yo tengo escrita y espero publicar pronto sobre la guerrilla de Carlos Pizarro León Gómez. Allí hay un profesor que es un padre jesuita que le da tanta libertad a los alumnos que acaban por expulsarlo de la escuela. De modo que viene de otra novela, pero aparece por primera vez en ésta como un maestro que suscita las conciencias y provoca las ideas". Filopater es el provocador de buena parte de los diálogos filosóficos que pueblan la novela. "Desde Cervantes que la novela es un género de géneros, que permite la narración, la filosofía, el ensayo", dice Carlos Fuentes.
Mathias Enard: Siempre hay que saber sobre qué cadáveres anda uno
"El viaje en tren me parecía una buena metáfora del siglo XX y su simbolismo como progreso. Yo debía poner al lector en ese tren y contarle sin parar"
Por Carles Geli © BABELIA
Una sola frase de 400 páginas, sin punto alguno, son los raíles por donde discurre el tren de la memoria de un espía, camino de vender un maletín de secretos no sin antes repasar los vagones de sus recuerdos, sustratos de Europa, enumeración caótica que evoca a Burroughs y Pound, Aníbal y Napoleón, la colección de pantuflas del exiliado Alfonso XIII, el genocidio armenio, carniceros como Millán Astray y el comandante de Treblinka Franz Stangl, todo un hilo que el escritor francés Mathias Enard (Niort, 1972) ha ovillado en Zona, que la crítica francesa ha declarado mejor novela de la rentrée literaria y otorgado el Prix Décembre a esa memoria que huye o que no acaba de hacerlo.
—De lo primero que sobresale en Zona son los detalles de los relatos bélicos, de Beirut o de Croacia, de un verismo increíble.
—Son fruto de largas conversaciones con mis informantes, combatientes en el Líbano, los Balcanes o Irán. Fueron ocho personas. Mi experiencia se limitaba a mi estancia en el Líbano en 1990 para un reportaje sobre la Cruz Roja.
—Es ya la tercera obra donde aborda la guerra o la violencia. ¿Qué busca?
—Me interesa la reacción del combatiente ante la guerra, cómo el hombre vive el peligro y el dolor; la guerra es otro mundo: todo -el placer, la amistad, el dolor- es muchísimo más intenso. Y eso se nota cuando hablas con ellos: pueden haber perdido tres dedos y en cambio echan de menos ese tiempo: la guerra daba un sentido a sus vidas y les dejó unas huellas tanto a ellos como a la memoria de sus pueblos. Es un tema clave del siglo XX.
—La desintegració n de Yugoslavia se lleva la mayor extensión. ¿Metáfora de?
—De la otra cara de esta Europa aparentemente sólida pero de construcción tan rápida que por ello tiene heridas mal curadas que de golpe se reabren. Yugoslavia fue un fracaso diplomático y cultural, estalló como quien no quiere y resucitó mitos arrastrados desde la Segunda Guerra Mundial: el comportamiento de los chetniks serbios y los ustadji fascistas croatas...
—Los personajes son infinitos, pero el escenario dominante es la ribera mediterránea.
—Quería hacer algo épico sobre el Mediterráneo, mostrar su evolución e influencia como crisol de Europa, pero no sabía cómo armarlo. He invertido cinco años en eso.
—¿Y el chispazo?
—Pues como una revelación, durante un trayecto en tren. El viaje en tren me parecía una buena metáfora del siglo XX y su simbolismo como progreso. Con el transporte me saltó el formato: tenía que ser un flujo de conciencia, el tren se iba a detener poco y yo debía poner al lector en ese tren y contarle sin parar.
—Pero eso implicaba jugar con el dificilísimo monólogo interior, a lo Molly Bloom de Ulises de Joyce, sin un punto, y no es fácil para el lector hallar ese tipo de hilo...
—En el fondo se trata de buscar un ritmo y reconocer esa voz. La magia es que poco importa dónde esté el punto o si está porque el lector lo pone y correctamente; el trabajo fue fluido, como si lo hubiera escrito de golpe; me resultó mucho más difícil trabajar después el texto: debían encajarse estilos y personajes y temáticas.
—¿Cómo lo solucionó?
—Pues en parte a base de post-it que llenaron una pared de casa. Unos 200, creo. Se trataba de tener controlada la novela y los temas que la cruzan; los colores me indicaban épocas y contenidos. Con Zona he aprendido a ser estilísticamente más libre.
—La obra convoca a Céline, Lowry, Burroughs... , espíritus literarios muy diversos. ¿Qué les une?
—El Mediterráneo: todos se instalaron en él. Luego, que se equivocaron: en todos su vida literaria nace de un error; Pound, por ejemplo, pensó que el fascismo podía dar la felicidad; Burroughs, que nunca hubiera podido escribir sin haber asesinado a su esposa... Quería ver cómo arrastran la culpa y cómo ésta marca sus vidas, como a mi narrador.
—La crítica francesa ha visto una influencia de la Ilíada.
—Homero es el primer gran narrador de la primera gran batalla; toda la literatura occidental sale de ahí; me apasiona tanto que quería hacerla vigente; su desarrollo narrativo, con ese vaivén, la convierte en una historia y un estilo muy contemporáneos.
—Parece entreverse también al Dante del mezzo del cammin di nostra vita de la Divina Comedia.
—Sí, mi narrador está en el vacío de dos mundos, entre lo individual y lo colectivo; no sabe de qué lado va a caer; está tan indeciso como la Europa de hoy frente a la crisis; de alguna manera, Zona interroga qué es esta Europa y por qué se cree tan perfecta; reflejar su lado oscuro me parecía hoy obligatorio.
—En esa Europa, Barcelona recibe un bofetón: una ciudad falsa, "como una vieja puta con peluca morada".
—El turismo la ha convertido en una caricatura de sí misma; se trata de ser más Barcelona que ella misma, con más diseño, más glamour... Y eso le pasa porque se ha convertido en un producto que, como tal, debe venderse; el último ejemplo es la plaza dedicada a Vázquez Montalbán en el Raval, con un hotel de lujo en medio. Eso ocurre por la pérdida de la memoria, signo de los tiempos.
—Esa memoria depende en su libro sólo de los que ganan...
—Hoy la memoria se compra y se vende y se utiliza o se esconde según lo político: ahí está Francia con Argelia, el Líbano con su guerra civil, Barcelona con su Camp de la Bota [donde el franquismo fusiló a centenares de catalanes] o el mundo todo con Armenia. Lo que importa de la memoria es que esté viva; siempre hay que saber sobre qué cadáveres está andando uno.
—Visto por un francés, ¿qué tal el debate sobre la memoria histórica en España?
—Parece una comedia negra: que si desenterramos a los muertos, que si no..., y nadie parece darse cuenta de que más allá de los huesos lo que hay son historias que no han sido contadas y las necesitamos más que esos huesos; la memoria privada no debe sustituirse por una placa estatal; si la literatura puede contribuir interesándose por relatos de vidas que sólo nos queda imaginarlas, adelante.
—Su novela es una rara avis en un país, Francia, que hace años que ha dejado de marcar la línea de la novelística europea.
—Lo que ocurre es que se tiene la imagen de la narrativa francesa como de algo gris, anodino, clásico de los sesenta... No se la conoce bien. Y no lo digo sólo por los jóvenes, ahí está el inmenso Pierre Michon. Ocurre que la cultura se ha convertido en soma huxleyana y, en ese contexto, la novela ha de ser de ritmo fácil, corta, insustancial. .., se le exige que sea y responda como una película. En mi caso, espero estar entre dos aguas: me gusta seguir una tradición literaria pero que su lectura genere gran placer.
Si Zona es soma, va a lectores del tipo alfa más. -
Un joven escritor de gran prestigio
Mathias Enard lee ahora Las benévolas, de Jonathan Littell, con la que se ha querido comparar su Zona por el supuesto tema común del mal. "Pinta bien". Ahora no puede decir más. O sea, que las influencias de este joven escritor francés deben buscarse quizá en su gran conocimiento de las lenguas árabe y persa, que estudió en Irán, Egipto y Siria ("es una literatura a la que le debo mucho"), o en su dominio del castellano, practicado en una Barcelona en la que está establecido, junto a su esposa catalana, desde 2000, como profesor de árabe. En cualquier caso, en menos de seis años se ha labrado fama de escritor exquisito (entre los 10 mejores autores franceses de menos de 40 años, según la revista Technikart) con apenas cuatro novelas: La perfección del tiro (2003, dos premios), Remontando el Orinoco (2006) y Manual del perfecto terrorista (2007).
La oral literatura del Caribe colombiano II
Por Betsy Barros Núñez © MEDIAISLA
Durante el siglo XX, la oralidad, en los escritores del Caribe, adquiere fuerza; una suerte de palimpsesto, en la que cada narrador introduce quiebres a sus testimonios y/o modifica el hecho testimonial. Más aún, la ficcionalizació n de la oralidad traduce circunstancias que desde las formas creadoras relevan el carácter de la historia o la fábula. En esto, García Márquez es un maestro que se vale de las anécdotas y experiencias narradas por sus familiares y, vividas u observadas durante su infancia y adolescencia para retrotraer una serie de imágenes que nutren los textos y dan cuerpo a sus narraciones, sin desvincularlos del contexto donde se suceden o suscitan.
Los elementos propios de las tradiciones son figuras de cuerpo presente en las construcciones narrativas de Gabriel García Márquez. El gallo; instrumento de identidad. La costumbre y el ritual de la muerte; signo y símbolo. La fuerza onírica de los agüeros, supersticiones y premoniciones; avisos o señales en la ocurrencia de sucesos. La compañía de los muertos. La carnavalizació n del hecho narrado consigna al relato de naturaleza trágica, una especie de guarda que remite a sucesos impensables y ocurrencias fantásticas, en un tono de ironía, humor, sátira a veces, hiperbólico, sin abandonar el referente histórico, haciendo un mapeo de la historia de Colombia y la historia universal desde sus inicios.
Con "Cien Años de Soledad", él construye el marco general o la carta de orientación de gran parte de sus obras posteriores: "El Coronel no tiene quien le escriba", "La triste historia de la Cándida Eréndira y la Abuela desalmada", "El ahogado más hermoso del mundo", "Un señor muy viejo con unas alas enormes", etc.
Por su parte, José Félix Fuenmayor y Jorge García Usta (tiempo después) conducen los caminos escriturales exaltando la presencia humana hacia connotantes moralizadoras; en ocasiones, llenas de valores, sin omitir el tinte político y, especialmente, social. Asimismo, Raúl Gómez Jattin, Giovanni Quessep y Jorge García Usta responden a la trascendentalidad del hombre y sus contrariedades que lo alejan de la caricaturizació n de la realidad apelada por Márquez: reducto de los escritores clásicos y la literatura europea.
En las afirmaciones de Rómulo Bustos Aguirre, en García Usta, se trata de "una épica que ha invertido, que ha violentado sus fórmulas, sus esquemas. Una épica, un heroísmo de lo cotidiano y anónimo: el propósito es historiar, cantar lo que no tiene historia…" (Una épica de lo cotidiano, p.321). A lo que sumo las observaciones de Héctor Rojas
Herazo, en lo atinente: "…Nos estamos refiriendo a la carga geográfica, furiosamente lugareña, alcanzada por cada sector de esta poesía. A lo vernáculo positivo. Esto le permite a García Usta rescatar las cosas esenciales por entrañables; la piquería de trompos, bajo los árboles con un trémolo, al fondo, de gallos de pelea; el nombre del artista más fino para tejer abarcas o el del que logra imprimirle los más deleitosos susurros a los runrunes de un barrilete; las masturbaciones infantiles en común, en los patios ruinosos, salivando mamones o ciruelas robados, el deleite, de sensualidad intransferible, secreta (verdadera síntesis de lo que vale lo cotidiano inmediato) de paladear un pocillo de café mañanero o aspirar el humo de un tabaco revuelto, mientras discurren, zumban o se disuelven las conversaciones corrientes…" (Magazín Dominical del Espectador, Bogotá, 1992)
Mientras, Gabriel Ferrer expone: "En Raúl Gómez Jattin, los recursos de la oralidad se desarrollan en la elaboración dentro del poema de contextos conversacionales, en el uso de expresiones cotidianas y de distintas formas de apelación (nombre propio y diversos apelativos). Estas formas dialógicas se relacionan con uno de los sentidos de su obra: la búsqueda del otro como forma de redención. En Jorge Artel, la oralidad presenta las mismas facetas que en Gómez Jattin, pero la tradición oral se arraiga en diversos géneros como lo legendario, los géneros musicales y en lo popular y folclórico negroide, para producir uno de los sentidos: la búsqueda de la identidad caribe vinculada al rescate del ancestro, como imagen, espacio y tiempo. En lo que respecta al lenguaje religioso como procedimiento, se recrea también mediante: la intertextualidad con géneros como el himno, el salmo, la oración, el proverbio, que aparecen en la Biblia; el léxico y otro tipo de intertextualidad basada en la historia y personajes de la Biblia. Rojas Herazo, por ejemplo, acude a la oración, a la sentencia entretejidas en el poema y reelaboradas en el verso en ocasiones desde un sincretismo religioso" (Encuentros y desencuentros en la Poesía del Caribe Colombiano).
Julio César Goyes Narváez, por su parte, dice: "En Rojas Herazo la cultura popular es concebida como actividad formante y no como exotismo, pues en gran parte de la creación artística en América Latina las estéticas populares cumplen funciones estructuradoras al alternar formas heredadas de culturas elevadas" (El deseo de la sombra. La poesía de Héctor Rojas Herazo)
Lejos de una escritura de "Ciudad letrada", el caso de Márquez, Fuenmayor, Herazo y Usta es el de escritores que universalizan el concepto de aldea, partiendo del lenguaje; acto de comunicación donde las palabras contextualizan la historia, predominando más el círculo como símbolo que la flecha; ambos, elementos representativos de las culturas orales y escritas respectivamente. De tal manera, la transculturació n (término acuñado por Fernando Ortiz) es parte representativa de la producción de estos autores: sustrato del habla y la lengua de los diversos grupos humanos asentados en el caribe. En dicho caso, se aproxima el constructo de identidades y de memorias que confluyen para un proceso de revitalizació n de valores regionales.
Reconocido como uno de los narradores de la transculturació n, García Márquez proporciona, al lector, voces populares auténticas y presenta particularidades culturales (idiosincrasia, concepción de mundo, filosofía de vida…), validando recursos como la estilización del habla regional y la lengua.
En palabras de Bourdieu: "Se trata de escribir la realidad, no de imitarla. Dejar que se produzca a sí misma. Reivindicar el poder del arte de constituirlo todo gracias a la virtud de la forma, de transmutarlo todo en obra de arte gracias a la eficacia de la propia escritura".
Según Ángel Rama, al inscribir las palabras en un contexto lingüístico trasmiten su significado pleno. Hacer gala de la "plasticidad cultural"; es decir, el hecho estético en su más alta expresión a partir de la simpleza del lenguaje popular, con un toque de originalidad en la forma y el sentido de lo escrito, otorga a los personajes su carácter propio en un ámbito coloquial, superando el idiolecto, dialecto o sociolecto.
Los componentes de la oralidad en, Carlos Montemayor, están dados por la Lengua, la Comunicación oral y el Habla, componentes que se adicionan como ingredientes complementarios en las creaciones literarias de estos escritores.
En José Félix Fuenmayor; "La muerte en la calle" y "Qué es la vida", historias de vida profundas y cargadas de simplezas; describen, sin mayor artificio, que la reflexión y traslucen el ambiente, la filosofía del campesino, del iletrado, del pueblerino, enfatizando el aprendizaje de lo vivido y la memoria untada de realidades próximas.
De igual manera, las creaciones de García Márquez son ricas en intertextualidad con una abundancia de enlaces o fuentes conectivas de autointertextualida d: conjunto de manifestaciones al interior de textos determinados a partir de los cuales, comparte y traslada historias que dan lugar a otras como se imbrican personajes, escenas, relatos, frases y episodios tal un juego de ping pong.
La oralidad, entonces, se expresa en los modos y usos del lenguaje, elementos formularios de la escritura: coplas, dichos, refranes, sabiduría popular, parábolas, fábulas, cantos y mitos, cuyo fundamento es lo ritual y lo ideológico en un orden expreso de libertad y liberación (en el caso de Candelario Obeso, Jorge Artel y Luís Carlos López), en oposición a la ciudad letrada. La oralidad es una manifestación de autenticidad colectiva y mestizaje, relevando lo antropológico.
Aludiendo al uso de refranes, proverbios, adagios y frases populares, se recaba en la importancia pragmática de éstos en el discurso. El escritor demanda la razonabilidad del acto de habla, instrumento válido como base o sustentación de sus proceso argumentativos; además que permiten una cohesión entre lo narrado y los ámbitos de vida de los personajes y la cultura.
Los escritores del Caribe Colombiano no reconocen un discurso metaliterario; por el contrario, extraen del contexto, experiencias, vivencias y viajes; el sustrato de sus imaginaciones y posteriores obras. [Betsy Barros Núñez, poeta y ensayista de la guajira colombiana]~
Puertas y ventanas
René Rodríguez Soriano y Leonardo Nin en Allapattah, FL
Con el propósito de darle un giro a las tardes sabatinas de la histórica ciudad de Allapattah, en el noroeste de Miami, Latinos Unidos en Acción deja abierto un espacio para el intercambio de ideas frescas. Para el primer encuentro, este sábado 14 de marzo a las 6 de la tarde, contaremos con la presencia de los escritores dominicanos René Rodríguez Soriano y Leonardo Nin. Junto a ellos compartiremos una tarde de aventuras sobre la magia de las palabras. Latinos United In Action Center. 3321 NW 17th Ave, Allapattah, FL 33142. Ph 786 326 4428 ~ 786 326 0474
Elsa Núñez en Contigo al atardecer
Este sábado nos vestimos de colores en Contigo al Atardecer, nuestra invitada es Elsa Núñez, para conocer de ella y su pintura. Su obra forma parte de importantísimas colecciones públicas y privadas. Fue la artista invitada para apoyar visualmente la obra Cuentos para después del baño del Premio Nobel español 1989 Camilo José Cela. 106.9 FM. Santo Domingo 102.7 FM Interior del país www.hifa.com. do (En cualquier lugar) Sábados 4:00 a 5:00 PM
Carlos Fuentes: Presencia que husmea y palpita en el imaginario latinoamericano
El cumpleaños 80 de Carlos Fuentes y la celebración de los 50 años de la publicación de "La región más transparente" , es la coartada perfecta para revisar su obra y declarar nuestra fascinante perplejidad por el discurso de este latinoamericano nacido en México. Continúe leyendo en Desde el país de Alicia
Diccionario de autores puertorriqueñ os
La Editorial Plaza Mayor invita a la presentación del Diccionario de autores puertorriqueñ os contemporáneos, del profesor Víctor Federico Torres. En la Librería Isla el sábado 21 de marzo a las 5:00 p. m. Paseo de Diego # 15 (altos), esquina calle Brumbaugh. Río Piedras, Puerto Rico
Lamás Médula nº2
Te esperamos en: www.revistalamasmed ula.com.ar
El arete perdido
La primera vez que firmé un escrito como Bruno, sentí que era creación de un "Bruno". Luego, pasé de la firma a la sensación. Tal cual como una canción, en este caso "Pali Gap" de Jimi Hendrix. La música es una joya que anda perdida y cuando la encontramos sentimos todas las sensaciones que alguien le puso y nos identificamos con ella. Bruno se identifica con el blues, Leider se identifica con la poesía. ¿Y donde encontramos todas nuestras sensaciones? Es como cuando se pierde un arete, y sólo encontramos uno. Es una búsqueda fútil creer que nos pertenecen nuestras emociones. He ahí la razón del arete perdido. www.elareteperdido. blogspot. com
Robo doméstico de Anatole France
Incluimos el cuento clásico de la semana, seleccionado por Luis López Nieves: Robo doméstico, por el autor francés Anatole France [1844-1924]. Pulse sobre el título para leer el cuento en CiudadSeva.com.
Memoria de la sangre de Luis Martín Gómez
Me complace invitarles al acto de puesta en circulación de mi nuevo libro de cuentos Memoria de la sangre, el próximo lunes 16 de marzo de 2009, a las 7 de la noche, en la Sala de la Cultura del Teatro Nacional. La obra será presentada por el cuentista, novelista y crítico de cine Armando Almánzar Rodríguez. Cuento con el apoyo de todos. Con atentos saludos, Luis Martín Gómez
El mito de la mujer caribeña
Convocatoria al Primer Congreso Internacional Sobre el Caribe: El mito de la mujer caribeña. FECHA: noviembre 2009. SEDE: Universidad Carlos III de Madrid. Contactos: Jesús Del Valle y Dagmary Olívar móvil/cel.: (+34) 660 263 956 // (+34) 610 030 202 www.yosoyelotro. org http://yosoyelotro- asociacion. blogspot. com
Leonardo Nin y las verdades modernas
"Todo lo que nos hace humanos es un viaje efímero y cada experiencia cotidiana nos engrandece". Continúe leyendo en http://www.listin. com.do/app/ article.aspx? id=94329
La música y su época de Alfredo Villegas Oromí
Ediciones Botella al Mar – Uruguay tiene el agrado de invitar a la presentación del libro La música y sus épocas de Alfredo Villegas Oromí. Presentarán las poetas rosarinas Florencia Lo Celso y María Lanese. Jueves 19 de marzo, Centro Cultural, Bernardino Rivadavia - Sala "F", 20.00 horas
Imágenes del mundo
mediaIsla más que un grupo o comunidad cerrada, constituye hoy por hoy una modesta sala de lectura donde convergen una serie de personas interesadas en la construcción de un puente de doble vía, a través de la reflexión y el ameno intercambio de información interesante.
mediaIsla Editores

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