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Jorge Volpi: América Latina no existe
La cercanía del Bicentenario "sólo sirve como mecanismo de distracción nacionalista" , asegura, provocador, el autor mexicano, que presentó en el país "El insomnio de Bolívar", Premio de Ensayo Debate-Casa de América.
Por Guido Carelli Lynch | © Clarín
Triste noticia la de enterrar a América Latina. Más, si se tiene en cuenta que entre 2009 y 2012, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Sal vador, México, Paraguay y Vene zuela celebrarán los 200 años de sus respectivas independencias. Triste noticia, si se cuentan los muertos de la causa continental.
Tal vez el tricentenario de 2110 encuentre una América unida de Alaska a Ushuaia bajo el nom bre de los Estados Unidos de las Américas, quizás entonces quepa hablar de integración regional, del sueño de Bolívar, y no de su in somnio. Pero hoy, otra vez, procé selo, América Latina no existe.
La provocación sale de la boca del mexicano Jorge Volpi, sen tado cómodo en el lobby de un hotel cinco estrellas del micro centro porteño, adonde viajó para presentar El insomnio de Bolívar. Cuatro consideraciones intempes tivas sobre América latina en el si glo XXI, que le valió el Premio de Ensayo Debate-Casa de América. "La vieja idea de América Latina que tanto fascinó al mundo occi dental, mezcla de dictaduras de compromiso político; de eso prácticamente ya no queda nada. Es esa la América Latina que ya no existe", explica con su tono tran quilo el también ganador del Pre mio Biblioteca Breve –el mismo galardón que ayudó a construir el espejismo del boom , que ahora desmitifica.
Mercosur, Unasur, Comuni dad Andina, Unión Sudameri cana, ALBA, ALCA: "Al carajo", como dijo Hugo Chávez en la re cordada Cumbre de Mar del Plata. Al carajo también con la mentada integración regional, podría decir Volpi, que insiste: "América La tina no existe". "No existe como una realidad sociopolítica com pleta. Ni tampoco existe como el sueño bolivariano de una Améri ca hispana por completo unida. Quizá lo que no existe son estas imágenes construidas de América Latina que habían estado vigentes hasta hace muy poco tiempo. Lo que existe ahora es una América Latina distinta, fragmentada, que se conoce muy poco a sí misma, que es prácticamente incapaz de mantener flujos constantes de in formación de un país a otro, aun que a veces sean incluso vecinos", larga sin pausas y sin vehemencia Volpi. Para él, lo que queda de la región está sometido a la nueva ló gica de la globalización, que admi te como corriente central todo lo que viene de los Estados Unidos y de Europa. Todo eso en el marco de un continente donde EE.UU. y Brasil comienzan a ser las dos po tencias fundamentales que guían a las demás, dos potencias que no hablan castellano.
—¿Qué significa ser latinoame ricano hoy?
—Uno puede seguir diciendo que es latinoamericano porque sigue teniendo esta carga, por un lado nostálgica y por el otro lado idea lista, de cercanía con los habitan tes de los demás países, pero que en términos reales ya tiene un pe so muy limitado.
—En su libro señala que la posi bilidad de un futuro latinoameri cano está inexorablemente ata do a la relación con EE.UU.
—Es paradójico, pues estamos lle gando a un nivel de normalidad que significa que los conflictos tienden a ser resueltos directa mente en los países. Y salvo la amenaza de Chávez, que termina siendo a veces mucho más dis cursiva que real para los Estados Unidos, el resto de los países no están en absoluto en la agenda central de EE.UU. Ni siquiera ahora, en la era Obama. Puede ser que nos encontremos frente a un EE.UU. mucho más tolerante, abierto y dispuesto al diálogo y a la no intervención que en la era Bush, pero al mismo tiempo es un momento en el cual EE.UU. no tiene en absoluto a América Latina como prioridad. La priori dad número uno de Obama hoy es interna, y la segunda es la agenda de seguridad en Oriente Medio. En ese panorama, América Lati na ya no es la región más pobre, tampoco es una de las regiones de mayor crecimiento, es una región relativamente normal, pero que para los ciudadanos de América latina representa una normali dad endeble, una normalidad en la cual, por un lado, la democracia no está por completo consolidada, y segundo, el problema central de América latina que es la pobreza sigue sin resolverse.
—Usted analiza la caída de las grandes narrativas en América latina ¿Cómo afecta eso a los habitantes de cada país?
—La caída de las grandes narrati vas, el fin de esa época utópica, también le llega a América Latina y se manifiesta de dos maneras distintas, contemporáneas y para dójicas. Por un lado ha desapare cido esta división entre izquierda y derecha y la cadena utópica. Pero, al mismo tiempo, en muchos de los países, lo que ha terminado por pasar es la ansiada llegada de la democracia, entendida en muchos momentos anteriores de América Latina como esa utopía posible. La democracia, que está en todos los países del continente, con la excepción de Cuba, ha ter minado en muchos casos por des encantar a los ciudadanos, porque no resuelve de manera inmediata todos los problemas que frecuentaban anteriormente. Entonces, a partir de ese desencanto, surgen estos nuevos liderazgos carismá ticos populistas que intentan revi vir las grandes narrativas. Ese es el mayor anhelo de Hugo Chávez; el de crear una nueva gran na rrativa de un continente con una globalización alterna, controlada desde luego desde Venezuela, en contra de la que se lleva a cabo en el resto del mundo. En Europa se sigue vendiendo la imagen de una izquierda latinoamericana unifica da, pero en realidad no es verda dera. Se trata de fenómenos casi siempre nacionales y distintos.
Crítico activo, cínico por mo mentos, a Volpi le tocó lidiar con la caída de las grandes narrativas en la política y también en su campo; el de la literatura. Lejos de la nostalgia que inunda a los editores españoles, no lamenta que la mecha del boom latinoame ricano se haya extinguido. "Somos la primera generación que nunca creyó en esas grandes narrativas. No hay una generación desencan tada de los 60, porque en realidad nunca estuvo encantada con algo. La mía ha sido la generación bisa gra a la que le ha tocado observar el derrumbe de esas narrativas y el paso a una indiferencia o a una profunda desconfianza de las generaciones siguientes hacia lo político, hacia el compromiso, ha cia la democracia, hacia la vincu lación de lo intelectual en la vida política", explica este organizador de los festejos del 80 cumpleaños de Carlos Fuentes, quien no ha dudado en señalarlo más de una vez, como su sucesor literario.
Dentro de los numerosos cli chés del ser regional que Volpi revisa hay uno en particular, que "supimos conseguir" y que le arranca una sonrisa franca. "Los argentinos son esa entrañable excepción a casi todo. Es un este reotipo, por supuesto; pero que se confirma en muchos sentidos", anuncia este activo participante de ferias y congresos literarias ibero americanos. Para él, la concreción de ese lugar común se revela no solamente en la propia visión que en general la Argentina tiene de sí misma, sino también por una serie de peculiaridades históricas que efectivamente la distancian de otras partes del continente. "Mien tras Chávez, Evo Morales, Correa o Uribe van socavando la demo cracia desde adentro, reformando las constituciones ad hominem para mantenerse en el poder; la excepcionalidad argentina hace que aquí ni siquiera eso haya sido necesario. La peculiaridad única en el continente y pues, en reali dad en el mundo, es cómo un pre sidente puede hacer que su esposa se convierta en candidata, gane la presidencia, y cómo se abre ahora la posibilidad de que regrese otra vez Kirchner en un tercer perío do" , interpreta Volpi. Para este extraño caso de autor y director de programación de un canal de te levisión, ese rasgo de la excepcio nalidad argentina se inscribe en la tradición de las mujeres políticas fuertes, que marcaron la historia nacional, y que no se ha reprodu cido en ningún otro lugar.
El decálogo de la democracia en América Latina que traza Vol pi comienza con los liderazgos carismáticos de los caudillos de mocráticos. "Ejercen liderazgos y prometen que van a ser capaces de transformar al país porque tienen métodos mucho más drásticos, porque verdaderamente cumplen su palabra, son capaces de trans formar al país incluso modifican do la legislación con tal de resol ver los problemas cotidianos de la gente", advierte.
—¿Pero el deterioro institucional es sólo discursivo?
—No. Los políticos llegan al poder de manera legítima, por medio de las urnas, pero en esta paradoja lógica que sólo ocurre en la demo cracia –el único sistema que pue de irse desmantelando desde den tro– van incrementando cada vez más el control que ejercen sobre los distintos poderes que deberían de existir pluralmente en un Esta do democrático. Los otros poderes, el Congreso y el Poder Judicial son constantemente objeto del ataque de estos liderazgos para minar su credibilidad. Y, en efecto, en casi todos los países, uno tiene la peor impresión posible tanto de los legisladores como de los jueces. Luego, existen pugnas por y con los medios de comunicación, refe réndums, encuestas y recursos de democracia directa para ir ganan do mayor legitimidad y sancionar lo que está siendo en el fondo un engaño a la legalidad. –
—¿Y por qué no existe un proyec to intelectual latinoamericano? ¿Es imposible?
—No hay un medio realmente que llegue a todas partes, tal vez el único caso, y siempre por cable, es otra vez la televisión, CNN en español que sí llega a todas par tes, pero ni siquiera es un medio latinoamericano. Fuera de eso, en realidad son muy pocos los instru mentos que pueden existir a nivel continental para aumentar el nivel de conocimiento de lo que ocurre en América Latina. Tampoco en Internet, tenemos más bien algu nos espléndidos sitios nacionales en los que colaboran escritores de otros países, pero el problema está más bien en que ninguno de ellos tiene un peso real continen tal. Probablemente el que más lo tenga sea el diario El País, que otra vez, no es latinoamericano. No sé si un proyecto común es inviable, simplemente no existe por ahora.
—América latina no existe ¿Para qué debería servir este Bicente nario latinoamericano?
—Debería servir para hacer una conmemoración crítica. No quiero decir que realmente no haya nada que celebrar. En efecto, América latina no había gozado de una eta pa de paz ni de derechos cívicos tan poderosa como la que vivimos ahora en estos dos siglos. Sin em bargo, quedan en la agenda pro blemas por resolver, empezando de manera central por la desigual dad. No obstante, lo que más me preocupa de los festejos es esta carga típicamente nacionalista. Casi siempre tienen el único obje tivo, no de unir al país en abstrac to, sino de unir al país en torno al gobierno de turno. Y eso hace que en las celebraciones de cada acto de prácticamente todos los paí ses, el centro está en convertirse en, como dice el lema mexicano, "200 años orgullosamente mexi canos, o argentinos, o chilenos o lo que sea." Y, en medio de una crisis global como en la que vivi mos, con una enorme cantidad de conflictos sin resolver, solamente sirve como mecanismo de distrac ción nacionalista. El Bicentenario debería servir para observar las independencias de América La tina como un fenómeno de toda la región, para tratar de entender verdaderamente su naturaleza y, en segundo lugar, para reflexionar sobre qué problemas podríamos resolver de aquí en adelante.
Volpi Básico | Escritor. México, 1968.
Junto a sus colegas de la Generación del crack, novelistas mexicanos que comienzan a publicar en los 90, apostó por una literatura que retomará algunas líneas del boom, en especial su interés por construir novelas que lo contarán todo y desbordarán hacia territorios de la política, la historia o las ciencias. En la trilogía que inició con "En busca de Klingsor" (1999) trazó un arco narrativo que cruza la segunda mitad del siglo XX, en especial el vínculo entre las innovaciones científicas y la construcción del poder. Como ensayista, ha abordado temas como la revolución zapatista, la escritura de ficción o la figura de Simón Bolívar. Desde 2007 dirige Canal 22, el canal cultural de la televisión pública mexicana. Además obtuvo el Premio José Donoso por el conjunto de su obra narrativa. [giecoleon]
De vez en cuando
Mambo del esquizo
Mamá, ellos son de la loma | Mamá, ellos cantan en llano | Sí señor… Miguel Matamoros
Por René Rodríguez Soriano | © mediaIsla
En el Palacio de la esquizofrenia no hay rockolas como las de antes. Ni hace falta, la tisana de la tarde hierve un mambo que bate y cuela toda la tersura y el mirar de "mediolao" del más conspicuo de los miembros de número del club de la humildad fingida. Caliente o frío, el cafecito le da el toque justo a las miradas que te eluden al decir "qué bueno verte, cuánto tiempo". Afuera hay más que adentro, lo confirma el floreteo de guías y buhoneros que son capaces de venderte una vez más los tesoros y los mapas del pirata Francis Drake. La Catedral, solemne y saboteada, no nos deja mentir.
En el palacio de la esquizofrenia, florecen los geranios con racimos de poetos, y las mandarinas, las sandías y los melones resbalan por los pastizales de la tarde que se vuelca en la plaza llena de palomas (las palomas aquellas, que decoran pelos e indumentarias)… y las poetas, sí, las jugosas y las pasas, —si es que pasan—, endulzan el café o encienden amapolas y azucenas.
Desde el Palacio de la esquizofrenia se domina en segundos la conciencia colectiva y el imaginario ¿nacional? Eso, antes de que llegue Carlos Goico con su acuarela sorda y tres o cuatro pinceladas de cordura perdidas en su pelo o de sus ojos que hace tiempo hicieron ruta en La Vía Láctea, y te pinte a tembloroso pulso, lúdica la tarde y la llovizna. Cestero posa distraído con el púrpura mordaz que se le chorreó por sobre la blanca túnica del nalCarde. Hay duendes y otros peces, rielando en la pecera, la mayoría fumando entre las turbias aguas y el hastío.
El palacio de la esquizofrenia es una catedral primada donde Colón aún sueña con los bucles de la beltraneja; y los adoquinados de los alrededores, te hacen sentir que si no estás, nunca te irás de la cafetería donde Abreu, además de servirte unas tostadas, sabe más del poema que el dudoso Premio Nacional de cada año. Si no me lo crees, puedes preguntar por Lassosé o por el tipo aquél que secuestró a la secretaria de educación de Balaguer y, según dicen —no me crean—, se intoxicó con la peluca que ese día llevaba la encopetada funcionaria, y todavía anda pidiéndole indemnización a Canadá…
Lo sé Romón, de vez en cuando elido lo que aludo cuando eludo lo evidente o su trasfondo. Soy de los tigres del Licey y nunca adulo, colecciono uno por uno los graffitis de Crucita Yin, ¿debo esperar que lleguen otros contertulios a aguarnos el café? Un merengue es un merengue, apambichao, o pa bailar de empalizá, la diáspora no es mas que un mambo guabinoso y tenue que "probablemente es virgen, todavía". [René Rodríguez Soriano]
Guerra, paz y el Nobel de Obama
Por Noam Chomsky | © In These Times - Rebelion
Las esperanzas y perspectivas para la paz no estaban bien fundadas ni de lejos. La tarea consiste en afinarlas. Presumiblemente fuera ése el intento de la comisión del Premio Nobel de la Paz al elegir al presidente Barack Obama. El premio "parecía una suerte de plegaria e impulso de la comisión del Nobel a un liderazgo estadounidense más consensuado" , tal y como escribieron Steven Erlanger y Cerril Gay Stolberg en The New York Times. La naturaleza de la transición Bush-Obama radica directamente en la probabilidad de que las plegarias y los ánimos puedan implicar algún progreso.
Las preocupaciones de la comisión del Nobel eran válidas. Escogían la retórica de Obama en punto a la reducción del armamento nuclear. Precisamente ahora las pretensiones nucleares de Irán dominan los titulares. Las advertencias son que Irán puede estar ocultando algo a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) y violando la Resolución 1887 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada el mes pasado y jaleada como una victoria de los esfuerzos de Obama por contener a Irán. Significativamente, el debate sigue sobre si la reciente decisión de Obama de reconfigurar los sistemas de defensa de misiles en Europa es una capitulación ante los rusos o un pragmático paso adelante en la defensa de Occidente ante un ataque nuclear iraní.
El silencio es a menudo más elocuente que el más atronador de los clamores, de modo que atendamos a aquello que permanece implícito.
En pleno furor sobre la doblez iraní, la IAEA aprobó una resolución en que exhortaba a Israel a suscribir el Tratado de no proliferación nuclear (NPT) y abrir sus instalaciones nucleares a su inspección. Los Estados Unidos y Europa intentaron bloquear la resolución, pero ésta salió adelante de todos modos. Los medios de comunicación obviaron en la práctica el acontecimiento. Los Estados Unidos aseguraron a Israel su apoyo al rechazo de la resolución, reiterando un acuerdo secreto que ha permitido a Israel mantener su arsenal nuclear a resguardo de las inspecciones internacionales, según funcionarios habituados a esos arreglos. De nuevo los medios de comunicación permanecieron en silencio.
Los funcionarios indios saludaron la Resolución 1887 de la ONU con el anuncio de que la India "puede construir ahora armas nucleares del mismo poder destructivo que los arsenales con mayor poder nuclear del mundo", según informó Financial Times. Tanto la India como Pakistán están aumentando sus programas de armamento nuclear. Han estado por dos veces cerca de la guerra nuclear, y los problemas que a punto han estado de encender la catástrofe permanecen vivos en gran medida.
Obama saludó la Resolución 1887 de modo distinto. El día antes de que se le concediera el premio Nobel por su compromiso con el estímulo de la paz, el Pentágono anunciaba que estaba acelerando la distribución de las más letales armas no nucleares en su arsenal: 13 toneladas de bombas para bombarderos sigilosos B-2 y B-52, diseñadas para destruir búnkeres ocultos en profundidades y protegidos por 10.000 libras de hormigón. No es ningún secreto que esos cazadores de búnkeres podrían emplearse contra Irán. Los planes por tales "destructores de artillería masiva" empezaron en los años de Bush, pero languidecieron hasta que Obama hizo un llamamiento a desarrollarlos más rápidamente cuando llegó al poder.
Unánimemente aprobada, la Resolución 1887 exhorta a poner fin a las amenazas de fuerza y a la firma por todos los países del NPT, como hiciera Irán hace años. Quienes no lo han firmado son la India, Israel y Pakistán y todos ellos han desarrollado armas nucleares con la ayuda de los EEUU, violando el NPT. A diferencia de los Estados Unidos, Israel y la India (que ocupa brutalmente Cachemira), Irán no ha invadido a ningún otro país desde hace centenares de años. La amenaza de Irán es minúscula. Si tuviera armas nucleares y sistemas de transporte para utilizarlos, el país sería desintegrado. El analista estratégico Leonard Weiss apunta que creer que Irán vaya a utilizar armamento nuclear para atacar a Israel o a cualquier otro "es tanto como asumir que los líderes iraníes están locos" y que están deseando ser reducidos a "polvo radioactivo" , y añade que los submarinos portamisiles de Israel son "prácticamente impermeables a los ataques militares preventivos" , por no hablar del inmenso arsenal estadounidense.
En sus maniobras navales de julio, Israel envió sus submarinos Dolphin, capaces de transportar misiles nucleares al mar rojo a través del Canal de Suez, a veces acompañados de buques de guerra, a una posición desde donde podrían atacar a Irán, ya que tienen el "derecho de soberanía" para hacerlo, según el vicepresidente de los EEUU, Joe Biden.
No es la primera vez que se cubre con un velo de silencio lo que aparecería en titulares de portada en sociedades que valoraran su libertad y se preocuparan por el destino del mundo. El régimen iraní es duro y represivo y persona humana alguna quiere que Irán o cualquier otro disponga de armamento nuclear. Pero un mínimo de honestidad no haría daño al tratar estos problemas. Al Premio Nobel de la Paz, huelga decirlo, no le interesa sólo la reducción de la amenaza de una guerra nuclear terminal, sino más bien la guerra en general y la preparación para ésta. En lo tocante a esto, la selección de Obama produce sorpresa, no menor en Irán, rodeado de ejércitos de ocupación estadounidenses.
En las fronteras de Afganistán y Pakistán, Obama ha intensificado la guerra de Bush y es probable que prosiga ese camino, quizás con dureza. Obama ha dejado claro que los Estados Unidos proyectan a largo plazo un despliegue mayor en la región. Lo indica suficientemente esa enorme ciudad dentro de la ciudad llamada la embajada de Bagdad, distinta de cualquier otra embajada del mundo. Obama ha anunciado la construcción de macroembajadas en Islamabad y Kabul y consulados enormes en Peshawar y en todas partes.
Informes independientes sobre presupuestos y controles de seguridad para el ejecutivo sostienen que la demanda de la "administració n de 538.000 millones de dólares para el Departamento de Defensa en el año fiscal 2010 y su acreditada intención de mantener un nivel alto de financiación en los próximos años colocan al presidente en el camino de gastar más en defensa, en dólares reales, que cualquier otro presidente en un solo mandato desde la Segunda Guerra Mundial". "Y no se contabilizan los 130.000 millones adicionales que la administració n ha solicitado para financiar las guerras de Iraq y Afganistán durante el próximo año, lo que supondrá un gasto militar previsto para los próximos años aun mayor."
La comisión del Premio Nobel de la Paz bien podría haber elegido opciones verdaderamente dignas, entre las que destaca la excepcional activista afgana Malalai Joya. Esta valiente mujer sobrevivió a los rusos y después a los islamistas radicales, cuya brutalidad fue tan extrema que la población dio la bienvenida a los talibanes. Joya ha resistido también a los talibanes y ahora al retorno de los señores de la guerra bajo el gobierno de Karzai. Durante todo este tiempo, Joya ha trabajado concienzudamente por los derechos humanos, especialmente por los de las mujeres; ha sido elegida al parlamento y posteriormente expulsada por seguir denunciando las atrocidades de los señores de la guerra. Actualmente vive bajo gran protección, pero prosigue el combate, de palabra y de hecho. Mediante acciones así, repetidas en todas partes lo mejor que podamos, las expectativas de paz se acercan lentamente a las esperanzas. [Noam Chomsky, figura emblemática de la resistencia antiimperialista mundial, profesor emérito de lingüística en el Instituto de Tecnología de Massachussets en Cambridge y autor del libro Imperial Ambitions: Conversations on the Post-9/11 World. Traducción: Daniel Escribano]
La porfiada memoria de Dedé Mirabal
Por Jochy Herrera| © La Jornada
El régimen del sátrapa Rafael Leonidas Trujillo, el más sanguinario de los dictadores latinoamericanos del pasado siglo, marcó la historia individual y colectiva de la media isla República Dominicana. En una suerte de pesadilla que no desaparece, aquellos treinta y un años de horror sobrevivieron al tirano: el trujillato fue balaguerato durante las décadas de gobierno de Joaquín Balaguer –hijo político de Trujillo– fundador de un ethos del poder que hoy se reviste de caras y colores nuevos. Vivas en su jardín (Aguilar 2009) son las memorias de una sobreviviente, Dedé Mirabal, quien cuenta a viva voz cómo su corazón logró sanar, sin olvidar, uno de los más horrendos crímenes políticos en los anales de nuestro continente: el asesinato por el régimen trujillista de sus hermanas Patria, Minerva y María Teresa.
Heroínas hechas mariposas junto a sus maridos, las Mirabal representaron lo mejor de una juventud inmolada en pos de la justicia; junto a los miles de torturados y asesinados y el Movimiento 14 de Junio, su sacrificio no fue fútil, ya que contribuyó a poner fin a aquellas negras décadas de la dominicanidad. Hoy, en un poderoso testimonio de trescientas páginas, Dedé Mirabal ha contado a las jóvenes generaciones la historia de Las muchachas. Con un lenguaje tan real como las confesiones de los asesinos descritas en Vivas en su jardín, este libro fluye como documento revelador de mentiras y distorsiones sobre una época "tabú" en un país cuyos historiadores pocas veces contaron la verdad.
Minerva, la segunda de Las mariposas, no sólo fue una luchadora por la causa política junto a sus hermanas, sino también una defensora de la enmancipación femenina, asunto poco tratado en aquellos años de la década de 1950. No en vano desde 1998 la ONU declara el 25 de noviembre, aniversario de su asesinato, Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. Minou, hija de Minerva Mirabal, en palabras insustituíbles, ha establecido el punto de partida desde donde este libro debe reconocerse: como arrebato de valentía y heróica humanidad "a pesar de la inmortalidad de las heridas" que arranca del olvido lo sucedido e impide que se pierda para nosotros y para el mundo.
Casi medio siglo después de aquel crimen, Dedé Mirabal narra cómo, al caminar por la carretera donde Patria, Minerva y María Teresa fueron asesinadas, aún le invade una sensación simultánea de desasosiego y paz: "Se me ocurre que fue en este lugar donde por última vez ellas vieron el cielo, donde por última vez nos recordaron a nosotros, sus seres queridos, donde vieron la cara demoníaca de la dictadura personificada en sus verdugos, y donde pronunciaron sus últimas palabras, las cuales nunca conoceremos con certeza. En este lugar de horror estoy segura que ellas tuvieron algún bello pensamiento para la vida que tanto habían amado y que en parte encarnaba en sus hijos, en mamá, en mí, en sus esposos, en los amigos...y en la fuerza única de la libertad." [Jochy Herrera, dominicano, miembro de la mesa editorial de Contratiempo, Chicago. Autor de Extrasístoles y otros accidentes, 2009]
Inagotable profusión de Fuentes
Adán en Edén tuvo su presentación "mundial" en la Feria del Libro de Santiago. A sus ochenta y un años, el reconocido escritor mexicano sigue tan activo como en sus mejores momentos, viajando y preparando sus próximas obras.
Por Patricio Tapia | © El Mercurio
Celebrado, criticado, homenajeado, hostigado, Carlos Fuentes (1928) prosigue escribiendo, como si los ataques (que son más espaciados) no le quitaran ánimo ni los agasajos (más comunes), tiempo. En noviembre del año pasado, con ocasión de cumplir los 80 años, se planearon y efectuaron diversas actividades, desde reediciones y colecciones de sus obras hasta una serie de festejos (que requirieron comités de organización) para una trayectoria tan amplia como distinguida. Fuentes no sólo es uno de los grandes supervivientes del boom de la literatura latinoamericana y uno de los escritores más célebres en el mundo, sino también un autor comprometido en causas políticas, cuya movida vida pública (conferencias, entrevistas) explican, tal vez, su figuración más allá de lo estrictamente literario.
De la narración al cine
La obra de Fuentes es amplia, considerando que ha escrito en una variedad de géneros: teatro, guiones de cine, periodismo, memorias, ensayos, desde los literarios a los de artes plásticas (en el proyecto de Obras reunidas que está publicando el Fondo de Cultura Económica en catorce gruesos volúmenes, hay uno dedicado al teatro y cuatro al ensayo). Tan sólo en el ámbito narrativo, su producción comienza en 1954 con Los días enmascarados y desde entonces ha publicado un conjunto de relatos y novelas tanto experimentales como clásicos, que pueden ser muy breves o larguísimos, relacionando el realismo con lo mítico, las situaciones individuales con las nacionales, e ir de las referencias ultraliterarias a las del melodrama. Las dimensiones crecientes y desbordantes de esta labor lo llevaron a intentar darle un orden a su obra narrativa, englobando el conjunto de ella bajo la denominación "La edad del tiempo" y organizándola en ciclos (que ahora son 15), integrando los libros anteriores y presentando cada nuevo título como una entrega más del total en progreso. En 2008 publicó una gran novela -cuando menos en extensión, pues tiene más de 500 páginas-, La voluntad y la fortuna , seguramente importante para el propio Fuentes, pues configura ella sola el ciclo VIII de "La edad del tiempo" y que es, entre otras cosas, la historia de dos amigos, Josué -cuya cabeza cortada hace las veces de narrador- y Jericó, que crecen muy unidos, pero se separan cuando uno se adentra en el mundo empresarial mientras el otro se dedica a la política. Un año después publica una novela más breve, Adán en Edén -cuarta parte del ciclo XII, "El tiempo político"-, en donde un arribista, Adán Gorozpe, que ha logrado trepar al poder económico, explora la posibilidad de entrar en la arena política, instigado por otro Adán (un levemente siniestro encargado nacional de seguridad). En ambas novelas la suspensión voluntaria de la incredulidad de que hablaba Coleridge, se lleva una gran golpiza. Ambas, por otra parte, están atravesadas por temas comunes.
La presentación de Adán en Edén en la Feria del Libro de Santiago es "mundial", la primera, incluso antes que en México. Al efecto, Fuentes emprendió su viaje a Chile, el mismo día de su cumpleaños (un 11 de noviembre). A los 81, luce tan jovial y lúcido como siempre.
—Aunque los medios de transporte son más rápidos, salió de México con 80 años y llegó a Santiago con 81.
—Sí, gané un año, o perdí uno, ¿quién sabe? Pero como llegué a Chile cuando tenía once años, siento que nunca me he ido.
—¿Y hubo alguna celebración o ya está harto de ellas?
—Sólo una muy íntima, con mi esposa, en el avión: tomamos una copa de champagne y listo. Ella se extraña de que siga celebrando mi cumpleaños porque las mujeres ya no lo hacen.
—¿Qué prefiere: la voluntad o la fortuna?
-Ambas. El título se basa en la tríada de Maquiavelo: la voluntad, la necesidad y la fortuna. Pero "necesidad" es una mala palabra para un título. Cuando la pensaban traducir al inglés proponían un título en una traducción literal, Will and Fortune , que más bien parecía el título de un dúo de vaudeville. Pero luego tuve un encuentro con el historiador Eric Hobsbawm y él me sugirió otro, Determination and Destiny . Así quedó, y claro que es un mejor título.
—Sus dos últimas novelas están narradas en primera persona, lo que no es común en su obra. ¿Alguna explicación?
—No tengo ninguna explicación. Fue una exigencia del libro. La novela le habla a uno, le exige cosas. Así como Aura me exigió la segunda persona y me exigieron la tercera otras novelas mías, estas dos me han reclamado la primera persona y, cómo no, se las he dado.
—En ambas hay problemas que se repiten: las relaciones (a veces demasiado íntimas) entre el mundo económico y el político, la presencia del narcotráfico, el recurso autoritario en aras de la seguridad.
—Son, creo yo, problemas fundamentales. Y tal vez principalmente el último. En América Latina, terminadas las dictaduras militares -apoyadas muchas de ellas por Estados Unidos en el clima de la Guerra Fría- se han establecido democracias que han creado instituciones y procedimientos para tratar de saldar una cuenta pendiente con quienes viven en la pobreza y la desprotección. Pero en el intento por cumplir las obligaciones para superar ese déficit social, nuestras democracias podrían caer en la tentación autoritaria para lograrlo más rápidamente, pero los autoritarismos han demostrado que no solucionan nada y normalmente empeoran las cosas.
—Aunque "La voluntad y la fortuna" es narrada por una cabeza, su tono es más bien épico, pero "Adán en Edén" tiene mucho de farsa...
—A decir verdad, quise que tuviera mucho de periodismo. Pero es cierto que hay un primer plano de farsa o cómico para nivelar el fondo oscuro, criminal y trágico del narcotráfico. Pero no quería escribir un documental sobre el contrabando o el narcotráfico y por eso aparecen las figuras algo cómicas del suegro del protagonista, el Rey del Bizcocho, o su esposa, la Reina de la Primavera, que da bofetadas a sus sirvientas sin motivo alguno. Es también la farsa propia de los malhechores, de su actuación criminal y farsesca.
—En los dos libros hay un personaje que se repite, Filopáter.
—Eso responde a mi admiración por Balzac, en cuyas novelas reaparecen los personajes, cambiados por el paso del tiempo. Es un recurso muy propio de la novela y más aún en una novela, como la mía, que se encaja en un mural más amplio, llamado "La edad del tiempo". Filopáter es un sacerdote colombiano, que será maestro de varios guerrilleros.
—Es de suponer que su novela sobre Carlos Pizarro, el guerrillero colombiano, estará avanzada.
—Está terminada e interminable. Nunca acaban de ocurrir cosas en Colombia que cambian la perspectiva. Carlos Pizarro era parte de una guerrilla muy heroica, muy ideológica, previa a la contaminación del movimiento guerrillero con el narcotráfico. Y como no cesan de ocurrir cosas que cambian la forma de mirar los hechos, tengo que detenerme en algún momento, en la muerte de Pizarro, pero aún no llego a ese punto.
—Habrá que esperar entonces para "Prometeo o el precio de la libertad", su novela de ambiente chileno.
—Esa me cuesta más todavía. En realidad tengo varias novelas "prometidas" , pero lo próximo que publicaré es una recopilación de ocho novelas breves, con el título de Carolina Grau, y un libro de ensayos en inglés sobre la novela latinoamericana.
—¿Será este libro en inglés una puesta al día de "La nueva novela hispanoamericana" ?
—En parte, sí, pero añado mucha gente nueva: a varios autores colombianos, a Arturo Fontaine, a Tomás Eloy Martínez. El libro me lo pidió la Universidad de Texas y reúno textos antiguos y nuevos. Es una selección mía, según mis lecturas. No abarca tanto como Jorge Volpi en su último libro, que menciona a escritores que yo no he leído siquiera.
—En su "Geografía de la novela" también se ocupaba de autores europeos. ¿Podría indicar algunos "accidentes geográficos" interesantes en la novelística mundial?
—El gran crítico francés Roger Caillois señaló alguna vez que la novela de la primera mitad del siglo XIX correspondía a los europeos; la segunda mitad del XIX, a los rusos; la primera mitad del XX, a los estadounidenses y la segunda mitad del XX, a los latinoamericanos. Pero no es tan así, pues la segunda mitad del siglo XX también pertenece a los sudafricanos, los hindúes, los paquistaníes, los árabes, etc. Hay, por supuesto, grandes escritores europeos, como Günter Grass o Juan Goytisolo, pero no existe la centralidad de un solo lugar, y la novela en parte se ha desplazado hacia el Tercer Mundo.
—En "Adán en Edén" aparece un personaje, un gran poeta, de apellido monosilábico, que dictamina sobre las letras del país, que tiene revistas y camarillas de seguidores. ¿Está inspirado en alguien real o es sólo un producto de la imaginación?
—Está inspirado en muchos. Está inspirado en los caracteres de La Bruyére, quien delineó los diversos tipos humanos en la Francia de Luis XIV. Yo intenté hacer algo parecido. En su momento un señor hizo su agosto identificando los caracteres de La Bruyére: éste es tal y ése cual. Espero que no se haga lo mismo con mi novela. El poeta al que va a ver el personaje Abelardo, y que posibilitaría su inserción en el mundo literario, está inspirado en muchos tipos humanos, la mayor parte de ellos imaginarios. Y es, por lo demás, un episodio menor dentro del libro.
—El artista Francisco Toledo, ¿tiene acaso una muy buena memoria? Usted le dedica "Adán en Edén", dice, "por la memoria de ochenta elefantes".
—Lo que pasa es que él me regaló ochenta elefantes dibujados por él. En memoria de ese regalo, le he dedicado la novela.
—En un momento del libro aparecen conversando los escritores Tomás Eloy Martínez y Sergio Ramírez. Uno de ellos comenta: "Una novela interesante se le escapa de las manos al autor". ¿Cree que eso le ha pasado un poco a usted en su libro?
—Espero que me pase. No creo mucho en las novelas que tienen fin. Creo en la obra abierta (como la llama Umberto Eco), la obra que no se cierra y que le permite al lector, de alguna forma, terminar la novela. Es lo que ocurre con Don Quijote y por eso digo que cada lector de Don Quijote es su primer lector. Me interesa dejar ese espacio de apertura, que tiene que ver con la lección cervantina.
—¿Considera que el fracaso es más literario que el éxito?
—No, qué va. Cada quien tiene su vida. Hay escritores que fracasan, otros que prosperan, otros que prosperan y se suicidan (como en el caso de Hemingway). Y, por otro lado, una cosa es la vida literaria y otra la personal. [zoiladulceuva]
Jorge Volpi: La paradoja es que lo que no se ve, no existe
El autor se considera uno de los pocos que todavía se interesan por la política.
Por Guido Carelli Lynch | © Clarín
Del pelo largo y la actitud rockera, al look cool o nerd. De la colección amarilla de Gallimard a la del mismo tono de Anagrama. De los debates iracundos sobre política en la universidad a miles de posts en la blogosfera. Del realismo mágico al realismo y la ciencia ficción; de Gabriel García Márquez a Santiago Gamboa y de Mario Vargas Llosa a Iván Thays: ¡vaya si ha cambiado el perfil del perfecto y joven escritor latinoamericano! "
El que ilustra y grafica un poco en broma, un poco en serio, la hilarante cartografía literaria regional es el mexicano Jorge Volpi, integrante de esta casta; la de los escritores nacidos a partir de 1965, ya no tan jóvenes. Hace unos años, Volpi estuvo entre los cinco escritores que Carlos Fuentes eligió como sus herederos literarios.
De paso por Buenos Aires, adonde vino a presentar El insomnio de Bolívar. Cuatro consideraciones intempestivas sobre América latina en el siglo XXI -que le valió el Premio de Ensayo Debate-Casa de América- Volpi habla detrás de sus ojos diminutos sobre la literatura latinoamericana, o -como prefiere decir- "la literatura que hoy se escribe en América latina".
Para él -escritor y director de un canal de televisión-, la idea de una literatura continental murió con el chileno Roberto Bolaño, "el último escritor latinoamericano" .
—¿Por qué?
—Bolaño sí tenía esa convicción de estar respondiendo a la tradición latinoamericana. Él conocía bien lo que pasaba en la tradición literaria argentina, chilena, colombiana o mexicana y le importaba pelearse con esa tradición.
—En cambio ahora...
—Se buscan otras tradiciones, otros autores, otras influencias, de manera que ya no hay rasgos claros de lo latinoamericano, excepto en aquellos escritores que temáticamente retratan los principales conflictos sociales actuales; que eso sigue existiendo.
—Si antes el compromiso era un deber ser, ¿hoy el deber ser no es justamente ser apolítico?
—Sí. Para ser escritor latinoamericano ya no hay que estar comprometido con la izquierda. Ahora hay que descreer de cualquier compromiso político, y hay que estar vinculado con el mayor cosmopolitismo posible. Somos excepcionales los que nos interesamos todavía por lo político.
Muy lejos está Volpi de afirmar que todo tiempo pasado fue mejor. Simplemente argumenta que se acabaron los grandes discursos y con ellos los sumos pontífices. "Ahora hay una enorme pluralidad -o un enorme caos- de temas y de propuestas. El que haya estos contrastes hace que la literatura que se escribe en América latina viva un momento interesante, desde las propuestas minimalistas de Mario Bellatín hasta algunas novelas totalizadoras de Santiago Gamboa".
—Pero ambos y los que cita en su libro, como los argentinos Mairal, Kohan, Guillermo Martínez y Pablo de Santis, pertenecen a los canales de distribución masiva? ¿No pasa nada más?
—Por supuesto. Pero la concentración editorial en España provocó que prácticamente tres empresas dominaran todo el mercado editorial en lengua española, apabullando a los editores más pequeños. Sin embargo, el fenómeno comienza a revertirse. Cada vez hay más editoriales pequeñas. La paradoja es que lo que no se ve, no existe, y para un lector común es difícil encontrar aquellas grandes obras que están sepultadas en editoriales muy marginales. Es muy raro que un escritor notable se mantenga permanentemente dentro de esas pequeñas editoriales. Para un latinoamericano publicar en editoriales españolas significa la única forma de escapar de su jaula nacional y de ser leído en los demás países de la región. [giecoleon]
Billie Holiday, ante su primera canción
En su inicio los burdeles y el jazz eran la misma sustancia. La niña bebió aquella música del propio manantial. Su voz de gata herida y humillada en su constante rebeldía de saltar por todos los tejados fue el comienzo de su leyenda
Por MANUEL VICENT | © Babelia
Cuando Billie Holiday, de nombre Eleonora, nació el 7 de abril de 1915, su madre tenía 13 años y su padre era todavía un chaval de pantalón corto que iba dando patadas a las latas por la calle. Sucedió en Baltimore, ciudad famosa entonces por sus ratas. La madre se fue a Nueva York a fregar escaleras; el padre se enroló en una banda de jazz y desapareció. La niña fue entregada a los abuelos, que vivían en una casita de madera repleta de tíos, sobrinos y primos hacinados. Eleonora a los 10 años ya estaba desarrollada como mujer y tuvo que cambiar los patines y la bici por un cubo, un cepillo y algunos trapos. Aparte de este oficio heredado de la madre, la niña tenía el trabajo de resistirse cada noche a las acometidas de macho cabrío de sus primos en su cama.
En la esquina de su casa estaba el burdel que regentaba Alice Dean, donde Eleonora comenzó a hacer recados y servicios para el ama y las chicas. Iba a la tienda, subía y bajaba palanganas, ponía y retiraba la pastilla de jabón Lifebuoy, lavaba las toallas, todo por cinco centavos, pero la niña prefería no cobrar si a cambio el ama la dejaba escuchar a Louis Armstrong y a Bessie Smith en la victrola instalada en su sala de estar. Fue allí donde oyó por primera vez cantar sin palabras, sólo con sonidos del alma en la garganta que se acomodaban a su estado de ánimo. En su inicio los burdeles y el jazz eran la misma sustancia, en esos antros se codeaban blancos y negros de manera natural, algo que no sucedía en las iglesias. La niña bebió aquella música del propio manantial. Ella dijo un día: "Si hubiera oído cantar a Bessie en la casa de un pastor, no me hubiera importado hacerle gratis los recados".
A los diez años estaba enamorada de la actriz Billie Dove. Imitaba sus movimientos, su peinado, pero en la calle se fajaba a golpes con los niños de su edad y su padre, que la creía un marimacho por eso, comenzó a llamarla Bill. Era el nombre de su heroína. Billie. Y lo adoptó. El padre era trompetista. Durante los viajes con una orquesta de segunda iba haciendo hijos a otras mujeres por el sur y de pronto lo veían entrar por la puerta y al día siguiente desaparecía. La madre regresó de Nueva York y tomó huéspedes en casa para sobrevivir. La niña a los 10 años llevaba calcetines blancos y zapatos de charol que robaba en las tiendas, por lo que la bisabuela, que había sido esclava y leía mucho la Biblia, la llamaba pecadora.
Una tarde de verano uno de los huéspedes, un cuarentón llamado Dick, cogió de la mano a la niña y se la llevó a una casa con la excusa de que allí la esperaba su madre. Era un prostíbulo. Metida en una habitación comenzó a violarla. La niña se defendió con gritos y patadas, pero una mujer le sujetó la cabeza para que no le mordiera mientras el hombre se satisfacía. Por una vecina, amante despechada del violador, la madre supo adonde habían llevado a su hija. Llamó a la policía y la niña ensangrentada fue conducida al cuartelillo. Allí el sargento observó el volumen de los pechos y la consistencia de las piernas y a su alrededor comenzaron las miradas obscenas y las risitas. Permaneció varios días en la cárcel. Violada, con 10 años, Billie fue juzgada por un tribunal junto con su agresor. A él le condenaron a cinco años; ella fue encerrada en un correccional católico, regido por monjas robustas, donde la vistieron con un uniforme blanco y azul; a continuación, según el reglamento, cambiaron su nombre por el de una santa y a partir de ese momento Billie se llamaría Teresa.
Cuando una chica se portaba mal las monjas la vestían de rojo y prohibían a las demás que le dirigieran la palabra. Hay que pensar que durante los años que estuvo Billie enclaustrada en aquella institución el color del diablo era el que más veces lució aquella niña rebelde. Fue por Pascua cuando usó por primera vez el vestido rojo y así se presentó ante su madre que fue a visitarla llevándole dos pollos fritos, una docena de huevos duros y algunas golosinas. La monja capitana condenó a la cría a presenciar cómo las compañeras devoraban su comida sin que ella pudiera siquiera alargar la mano y luego la encerró durante toda una noche en una habitación a oscuras donde estaba el cadáver de una chiquilla que se había partido el cuello al caerse de un columpio.
Al salir del correccional, cosa que consiguió bajo amenaza de suicidio, Billie abandonó Baltimore y se propuso no cesar de caminar hasta llegar a Harlem. Sólo tenía 13 años y estaba muy desarrollada. Había perdido la virginidad con un negro trompetista en el suelo de la casa de su abuela, que la dejó sangrando y dolorida, de modo que odiaba el sexo, pero ya sabía en qué clase de perro mundo había caído. Llegó a la estación de Pensilvania de Nueva York sin equipaje, salvo un cesto con un pollo que devoraba sentada en los bancos de la calle. Se encontró con su madre y comenzó de nuevo a fregar suelos, esta vez en casa de una señora alta, gruesa y holgazana, que le gritaba y la llamaba negra con un tono despectivo. Fue la primera vez que oyó esa palabra como un insulto. La niña le estampó un jarrón en la cabeza. "Tiene que haber algo mejor que esto", se dijo. Sabía que nunca podría ser una buena criada.
Su madre la llevó a una casa lujosa de pisos en la calle 141 de Harlem cuya dueña se llamaba Florence Williams. No en vano había vaciado palanganas y lavado toallas en casa de Alice Dean, por eso supo enseguida que aquello era un prostíbulo. Comenzó a trabajar a 20 dólares, cinco para la dueña, preferentemente con blancos, de ésos con mujer e hijos que tienen que volver pronto a casa, nunca con negros desde que uno de ellos, un garañón inmenso, de esos que te dicen: "¿Te gusta, nena?", mientras te destrozan, la dejó varios meses fuera de combate. Un día le negó sus favores al rey del Harlem, un tipo duro llamado Big Blue Rainier, amigo de la policía. ¿De modo que una negra no quiere acostarse con un negro? El tipo la denunció por ser menor de edad y Billie fue a parar otra vez a la cárcel.
A los 15 años iba un día por la calle 133 llena de antros de música, dispuesta a cualquier trabajo con tal de conseguir cincuenta pavos que le exigían a su madre para evitar que le echaran el colchón por la ventana. Entró en el garito Pod's and Jerri's, un local de swing y pidió cantar. Mandó al pianista que tocara Trav'lin All Alone. Al sonar aquella garganta se hizo el silencio en el que hubiera podido oírse un alfiler si caía en el suelo. En ese local las chicas tenían que recoger con los genitales las propinas que los clientes dejan en las mesas. Billie Holiday se negó a pasar por esa humillación. Un caballero le dio los dólares en la mano y debido a su orgullo las compañeras comenzaron a llamarla duquesa o Lady Day. Aunque una de las golfas del cabaré dijo que Billie cantaba como si apretaran los zapatos, la verdad es que cantó la primera canción con la voz de una gata herida y humillada en su constante rebeldía de saltar por todos los tejados. El dolor continuaría hasta el final de su vida. La leyenda de esta reina del swing no había hecho más que empezar. [fontanamoncada]
Intelectuales pobres e intelectuales ricos
Por René Avilés Fabila | © La Crónica
Vivimos bajo una manía: pedirle a todo mundo que se reduzca los sueldos, que recorten el presupuesto. Muchos alardean la disminución de sus salarios. El populismo y la crisis han desatado una necesidad de sacar dinero de cualquier parte para equilibrar al país. La verdad es que los sueldos elevados siguen dándose entre la alta burocracia, los partidos políticos reciben cantidades notables de dinero y las instituciones imaginariamente ciudadanas cobran como si fueran la ONU. El despilfarro prosigue inalterable.
La educación y la cultura han padecido fuertes recortes. Es grave porque la primera es urgente para salir del atraso en que vivimos y la segunda porque México es un país de artistas notables. No todos los intelectuales son pobres, algunos reciben grandes cantidades de dinero del Estado, además, como un excelente añadido, no hay premio que dejen de recibir. Llega a ser aburrido que unos cuantos concentren en sus manos todos los reconocimientos, doctorados, viajes al exterior, premios y becas. A este respecto circula en Internet un interesante artículo, que además está en un blog firmado por L. Morel y Alba Z. En este trabajo documentado señalan el actual monto que cada becario a perpetuidad ha recibido en estos atribulados tiempos. Transcribo el párrafo. "Según la consulta que hicimos al Conaculta por medio del Instituto Federal de Acceso a la Información, el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes entrega desde el 1 de septiembre de 1993 parte de su presupuesto a escritores como Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco y Sergio Pitol. El monto inicial era de 8,676.20 pesos mensuales para cada uno; para julio de 1999 ya era de 13,560 pesos y dos meses después subió a 15,870; en noviembre de 2000 aumentó a 22,740; en enero de 2007 a 30,342, para quedar hasta octubre de 2009 en 32,816 pesos."
A cambio, indican, una larga serie de escritores, músicos, artistas plásticos, cineastas, bailarines, cantantes, etcétera, pasan parte de su vida solicitando la beca de creadores, la que conceden por tres años y jamás la reciben por las veleidades de jurados que forman parte de un grupo de privilegiados, de apariencia crítica y que han sido festejados por el PRI, el PRD y el PAN. Son, pues, los beneficiados por el sistema y para quienes la crisis es algo ajeno. Estamos hablando de hombres y mujeres que llevan a sus arcas carretadas de dineros, mientras que otros apenas sobreviven apoyándose en clases, conferencias, talleres y algunas ventas de sus libros. Digamos que existe una suerte de lucha de clases, de contradicción principal, entre quienes todo lo tienen en el campo de la cultura y aquellos que prácticamente piden limosna. Conaculta deberá ser replanteado completamente y darle una seria política cultural para evitar que los mismos de siempre sigan siendo los mismos de siempre: los que publican sin ningún problemas, reciben toda clase de reconocimientos y den la apariencia, vistas las cosas desde fuera, que en México no hay más de seis escritores de talla. Hay algo que añadir, esta manía oficial le permite a los medios de comunicación machacar sobre estos autores, una y otra vez, como si no hubiera otros dignos de análisis.
La cultura mexicana ha sido manejada por los gustos del titular de Conaculta en turno, por sus simpatías y antipatías personales. Recuerdo el gran esfuerzo que un grupo de escritores hicimos para que Ricardo Garibay y Elena Garro lograran tener la beca asignada a los eméritos. Asimismo es fácil recordar la manera en que creado el Fonca por Carlos Salinas de Gortari y Octavio Paz, la rebatinga por las becas a perpetuidad. Se las repartieron como antes se habían colocado en una colección literaria que en tiempos de Miguel de la Madrid arrancó con cien títulos definitivos, consagratorios. Lo absurdo era que se repetían los nombres de Benítez, Fuentes, Monsiváis, Pacheco y Poniatowska. Hubo una segunda serie para equilibrar las cosas.
Sabemos cómo se conceden las becas y llegan los privilegios a un puñado, lo que nadie entiende es la razón de que, en época de crisis, la educación pública y la cultura reciban severos cortes y los privilegios de unos cuantos sigan intocados. Lo llamativo es que ellos mismos insistan en que debe haber mayor apoyo a la cultura. ¿Para su mejoría o para que el reparto del dinero sea distribuido de manera equitativa que apoye a los jóvenes y no siempre a los afamados, muy ricos y que no necesitan el apoyo público? Los autores del artículo, concluyen que "de 1993 a la fecha, tan sólo estas seis personas han recibido del erario nacional una suma aproximada de unos 26 millones de pesos" y preguntan "¿Acaso necesitan ese dinero? ¿No es suficiente con lo que han acumulado?", luego de multitud de premios, reconocimientos, ventas de libros y otros ingresos. Me sumo a la pregunta.
Carlos Fuentes dijo en Chile que los intelectuales "Ya no dan voz a la sociedad". Tiene razón. [amartinezm]
Antonio Lehmann Struve
Por Ramón Mena Moya | © mediaIsla
Don Antonio Lehmann III ha muerto violentamente enfrentando a un vil maleante en desigualdades condiciones. Asqueado de tanta delincuencia quiso dar otro ejemplo de defender el honor de Costa Rica, esta vez arriesgando y ofreciendo su propia vida.
Su abuelo Antonio Lehmann I y su padre Antonio Lehmann II crearon la gran librería que lleva su apellido. A su hijo Antonio Lehmann IV le toca ahora la enorme tarea de mantener el prestigio de su nombre multiplicado por 1.000 por su padre don Antonio. Y es que quizás la gran diferencia de todos ellos es que don Antonio Lehmann III se ganó siempre el derecho a ser llamado por todos nosotros "don Antonio" a pesar de su deseo expreso de que lo tuteáramos.
Cuando llegué a Costa Rica, hace ya 35 años en noviembre de 1974 me entusiasmó ver la cantidad y diversidad de librerías en San José encabezadas por las dos grandes Lehmann y Universal y por otras de menor tamaño y de no menor calidad como la Trejos, la López y la Germinal de la exquisita Luisa González. En los primeros de aquellos días entré en contacto comercial con la excelencia de la Litografía e Imprenta Lehmann de don Antonio, hoy LIL en manos de su hermano Federico.
Pero no fue sino tres años después en 1977, cuando abrí mi propia pequeña librería, que tuve una relación más personal con él. El mismo día de la apertura fui a ver a don Antonio anunciándome, sin cita, arrogantemente como "su nuevo competidor". Seguido me recibió y afablemente me reclamó: "¡Competidor no!, ¡colega!". Muchas veces en nuestros incontables encuentros le recordé haberle respondido: ¿Colega?-¿Cómo puede usted equiparar un Rolls Royce con una bicicleta?
Durante los primeros 22 años nuestra amistad se forjó y se consolidó día a día, en buena parte por ser vecinos, pero se acrecentó aún más en estos últimos 10 años cuando llegamos a ser más íntimos. Pude catalogar y compartir con él sus virtudes. Era un hombre recto, estricto, íntegro, entusiasta, leal, sincero, emprendedor, visionario, generoso y espléndido, justo y justiciero, valiente en todos los campos hasta la temeridad. Incansable, a sus 75 años tenía la vitalidad de un hombre de 40; cuando tenía que emprender un trabajo en equipo o cuando compartía socialmente con sus amigos siempre era el primero en llegar y el último en irse. ¿Humilde? No tanto. ¿Cómo puede ser totalmente humilde una persona con tantos atributos positivos y a la cabeza de tantos proyectos de éxito importantes? Aunque raramente se equivocaba, por su inteligencia práctica y una experiencia de más de 60 años de librero líder, intentaba ser humilde tratándonos a todos siempre de tú a tú. Pero no bajándose a nuestro nivel, sino elevándonos a nosotros a su propia altura. Cada vez que compartía con él me quedaba con la impresión de que yo siempre salía ganando; cuando intentaba darle los méritos que se merecía lo más que lograba era salir tablas.
Curiosamente nunca recibí un regalo material de don Antonio Lehmann. Pero: ¡Qué regalazo el de su amistad!
El dolor y la rabia que nos embargan con su partida se mezclan con el pensamiento egoísta de no poder compartir nunca más de sus valores.
¿Competidor?, ¿colega? ¡Nada de eso! Solamente amigos. ¡Amigos de verdad! [Ramón Mena Moya, dominicano, propietario de la Librería Francesa de Costa Rica]
Habana III
Por Tony Pichs | © mediaIsla
Para los que nos vieron pasar por la Habana por última vez dejando los poemas de nostalgias, las heridas y las ventanas abiertas con un suspiro más profundo que un abismo, hoy les escribo, porque el aire choca conmigo y sobre mi espalda camina todo lo que fuimos juntos en sus brazos .
La Habana está cargada de instantes duros y de instantes desarmados, con rocíos de besos y engaños , está cargada de ojos ciegos que no ven su encanto
Ella volverá a herirme cuando lejos la recuerde, cuando a mis amigos los abrase, porque en la profundidad de su tristeza se encuentra nuestra esencia con orgullo, nuestra niñez al frente defendiendo lo que se nos fue arrebatado.
La habana, a veces se hunde en agujeros de silencios, en su cólera, en su despecho, no es lo mismo, las rimas que escuché y la profundidad de su existencia, no es lo mismo, las heridas que curaban su orgullo, no es lo mismo, cuando su cielo pasean entre las nubes, no es lo mismo.
No soy un predicador como en los cuentos de hadas, soy un habanero que sufre el dolor de vivir lejos de ella, que quiere compartir tierra viento y espina con los que visitan a mi Cuba lejana, dejar plasmado en esta líneas, que debajo de esa risa de cada cubano , esta la tristeza de miles de familias separadas, que bajo ese cielo azul y único, quedaron miles de manos enamoradas en la ruptura , sin poder defenderse, ahogadas en bocas de arenas.
Las ventanas han quedado aun abiertas para los que en libertad vivimos y pensamos en amor, llevemos a la Habana de hoy la mayor riqueza que jamás se reunió en la tierra, quitémonos los zapatos dorados y desnudos con los brazos abiertos, extirpemos el odio en un solo abrazo. [Tony Pichs, poeta cubano]
Cuan oportunos los Apuntes de Zaglul
Por Ángel R. Veras Aybar | © mediaIsla
En medio del incremento de la delincuencia, la violencia generalizada y su madre natural, la miseria, me detuve a leer parte de los artículos del psiquiatra dominicano, Dr. Antonio Zaglul y comprendí cuanto se aprende de las reflexiones de este hombre tan comprometido con el destino de la República Dominicana. Este gran médico recoge un conjunto de artículos mediante los cuales fijaba sus orientaciones o reflexiones, reunidos en el volumen Apuntes. El trabajo en cuestión es un pequeño ensayo que trata de diagnosticar el comportamiento de los dominicanos, siempre partiendo de criterios ajustados al método científico de investigación, recurre a lo que ha sido el proceso evolutivo de la nación dominicana, los niveles de crueldad que han tenido sus dirigentes, y como este elemento político-cultural ha contribuido a la formación de un individuo con matices paranoicas.
El contenido de los Apuntes no es voluminoso, el propio autor dice en su colofón que, "…en un trabajo al azar, escogí algunas notas de escritores y poetas nuestros y también de algunos extranjeros acerca de su opinión sobre nuestra tierra. Si hubiese seguido buscando, tendría un libro mas que voluminoso.. ."
Entre los autores que Zaglul incluyó en el colofón figuran: Pedro Andrés Pérez Cabral, Rafael Solano, Pedro Mir, Miguel Alfonseca, Narciso González (Narcisazo), Corín Sánchez Cestero, Lupo Hernández Rueda, Rubén Suro, y otros. En su trabajo titulado "Brevísima y Traumatizante Historia de un Pueblo", el autor recoge los siglos que van desde la llegada de los aventureros españoles hasta la tiranía de Rafael L. Trujillo, en el mismo se hace una radiografía que concluye en el porqué este pueblo tiene características tan especiales o broncas, no propias de otras comunidades humanas y como el propio ensayista se considera parte de esa conducta, no obstante su condición de especialista de la conducta.
En su quinta Edición auspiciada por la fundación de Crédito Educativo, y publicada en septiembre del año 1977, es decir, hace 32 años, el maestro Zaglul hace hincapié en la necesidad de terminar con el complejo de malo o de subestimación que nos caracteriza, esto lo hace en varios de los ensayos compilados, pero en los titulados: LA SUB-ESTIMACION DE LO NUESTRO I Y II es donde levanta un diagnostico que retrata de cuerpo entero al dominicano y nos llama a terminar con esa cultura del subdesarrollo y de la poca fe en las posibilidades de alcanzar un país mejor.
"Nada ni nadie de lo que nace o crece en este pedazo de isla, sirve o creemos que sirve. El trópico nos hace haraganes". Con esas frases inicia Zaglul el artículo, La subestimación de lo Nuestro, inmediatamente pasa a referir frases celebres sobre la inferioridad o infravaloració n del dominicano: "El tanino del plátano nos embrutece manchando nuestras circunvoluciones cerebrales. Nuestra vista solo alcanza la altura de un cocotero y pensamos en un dulce de piñonate, Somos todos ladrones, aunque ahora estemos disfrazados con un feo eufemismo": Macuteo. Luego procede ha formularse diversas preguntas entre las cuales figuran: "¿Quién ha creado nuestra leyenda negra? ¿Quién habla mal de los dominicanos? ¿Los haitianos? ¿Los yanquis? ¿Los puertorriqueñ os? Al respecto se responde, Ningunos de ellos. El dominicano habla mal del dominicano. Esta es la realidad". El autor sigue preguntándose: "Por qué existe esa pobre estimación de nosotros mismos? Por qué nos infravaloramos? Es un sentimiento colectivo de inferioridad? ¿Por qué?" Para el médico psiquiatra, esas formas de infravaloració n son adquiridas de diversas formas y maneras: Los hijos lo aprenden de los padres; de los maestros, de los historiadores y también de nuestros propios gobernantes.
Según el criterio que tenía este autor para 1977, "El dominicano, no cree en el dominicano". Desde luego que la vida o dinámica social, como la naturaleza misma, no es estática, el mundo y el país han cambiado en algo más de 32 años, pero lo cierto es que muchas verdades y comprobaciones dichas por este gran galeno siguen teniendo vigencia en nuestra querida tierra. Los descubrimientos de Zaglul deben servir como referente para acabar con esa forma de valoración, pero al igual que él tenemos el deber de creer y trabajar para incentivar lo bueno frenar la maldad, no importa lo alto que esta se encuentre y de las complicidades de los gobernantes para con ella. El Dr. Antonio Zaglul, además de criticar de forma positiva esa actitud fatalista y negativa, resaltó la grandeza del hombre o mujer nacidos en esta isla, cuando dijo: "admiro a los dominicanos vivos y muertos, famosos y anónimos que hacen grande a nuestra patria. Por eso tengo un gran aprecio por Don Pedro Henríquez Ureña, el más grande ensayista hispanoamericano; por la prosa de Don Américo Lugo; por nuestros grandes poetas; por nuestros músicos; por un joven tímido llamado Nilo Herrera, profesor de Yale; por el Dr. Martínez Vanderhorst, considerado uno de los mejores neurocirujanos del Canadá, los hermanos Taveras de Moca,….los hermanos Moscoso; Ramón de Lara; el doctor Fiallo, con grandes investigaciones en quimioterapia; Aybar Nicolás, medico, profesor de la Universidad de Santiago de Chile; Florencia Pierret, profesora de música en la Universidad Católica de Santiago de Chile". Concluye su lista refiriéndose al caso de la niñera de sus hijos, misma que después de una ardua labor diaria, estudia medicina en la UASD.
La lista de dominicanos exitosos es amplísima: en los deportes, las ciencias naturales, sociales, en las actividades artísticas, la solidaridad y filantropía internacional, etc. Ese criterio de restarnos capacidad debe erradicarse de la mente del dominicano, esto como la única vía para alcanzar una sociedad y patria mejor. En un ambiente de total pesimismo, creo que los Apuntes de Zaglul pueden servirnos como una guía de referencia para actuar de forma positiva y creer en las perspectivas de algo mejor.
Puertas y ventanas
Bosch como poeta e historiador
Santo Domingo, RD.- El Círculo Cultural Salomé Ureña, invita a la tertulia Bosch como poeta e historiador. Basada en la obra Antología del pensamiento de Juan Bosch de la autoría del Dr. Justo Pedro Castellanos, con los comentarios de destacados escritores e intelectuales dominicanos, para celebrar el Centenario del Nacimiento del extinto escritor y político. 21 de noviembre del 2009. Foro Pedro Mir, Centro Cuesta del Libro, sita Av. 27 de Febrero, 6:00 p. m.
Arte-Único
Personajes sancristobalenses del Arte y la Cultura: Catarsis atemporal de Francisco Tiburcio Corporán. Abrir en la siguiente página: http://arte- unico.blogspot. com/
Historia del endemoniado Pacheco de Jan Potocki
Incluimos el cuento clásico de la semana, seleccionado por Luis López Nieves: Historia del endemoniado Pacheco, por el autor polaco Jan Potocki [1761-1815]. Pulse sobre el título para leer el cuento en Ciudad Seva.
…y en la esquina acostumbrada
http://delsolconsan luis.blogspot. com/
Festival de Internacional de Poesía en Cartagena
Cartagena de Indias, del 1 al 5 diciembre 2009. Tributo al poeta Kelly León Menazas. www.festipoesiacart agena.com Fax: 6649604. Cel: 315-7799281
En Tríada
Te esperamos en http://triadaexpres s.blogspot. com
Imágenes del mundo
mediaIsla más que un grupo o comunidad cerrada, constituye hoy por hoy una modesta sala de lectura donde convergen una serie de personas interesadas en la construcción de un puente de doble vía, a través de la reflexión y el ameno intercambio de información interesante.
poeMARTES
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