Los Estados Unidos y el Voto del Dominicano en el Exterior
Wilson A. Díaz Cuevas.-
Los Estados Unidos de América es el país hacia el que las miradas del ojo crítico, de todo dominicano preocupado por lo que podría pasar con el derecho a ejercer el voto el 5 de Julio en el exterior.
Esto así, por concentrar el mayor porcentaje de la diáspora calculado en un 89% de los 595,879 votantes.
Esto así, por concentrar el mayor porcentaje de la diáspora calculado en un 89% de los 595,879 votantes.
Pero, como despierta nuestro interés este país, así mismo sucede con varios de sus Estados donde residen la mayor cantidad de dominicanos, a saber Nueva York, Nueva Jersey, Massachusetts y Pennsylvania.
Sólo Nueva York cuenta en el padrón electoral con 338,071 votantes, reflejando el porcentaje del 67.49 del potencial de sufragantes en Estados Unidos; siendo así las cosas es natural la especie de interés y preocupación con que todos observan hacia Nueva York.
Su papel, por la fuerza e importancia de sus números electorales, la convierte como vital en los esfuerzos que se hacen desde la Junta Central Electoral de la República Dominicana y los partidos políticos para obtener el debido permiso para que en este país, y en particular en la gran urbe se puedan realizar las elecciones.
Sólo Nueva York cuenta en el padrón electoral con 338,071 votantes, reflejando el porcentaje del 67.49 del potencial de sufragantes en Estados Unidos; siendo así las cosas es natural la especie de interés y preocupación con que todos observan hacia Nueva York.
Su papel, por la fuerza e importancia de sus números electorales, la convierte como vital en los esfuerzos que se hacen desde la Junta Central Electoral de la República Dominicana y los partidos políticos para obtener el debido permiso para que en este país, y en particular en la gran urbe se puedan realizar las elecciones.
Es que la realidad del Covid-19 lo ensombrece todo, por ejemplo esos cuatro Estados han sido precisamente de los más golpeados por la crisis sanitaria causada por el coronavirus, que en Estados Unidos ha causado a la fecha en que escribimos esta nota, 1,644,143 infectados y 97,724 muertes, se destaca que de esas terribles cifras, Nueva York presenta 361,515 de esos infectados y 29,141 fallecidos.
Así también, Nueva Jersey 154,154 infectados y 11,138 muertes y en el mismo sentido acusan la triste realidad, Massachusetts y Pennsylvania con 92,675 y 71,563 infectados respectivamente.
Anoten que tres de esos Estados a excepción de Nueva York tienen una población parecida o menor a los 11 millones de la República Dominicana; imagínense por ejemplo esos números de infectados y muertes en nuestro país.
Anoten que tres de esos Estados a excepción de Nueva York tienen una población parecida o menor a los 11 millones de la República Dominicana; imagínense por ejemplo esos números de infectados y muertes en nuestro país.
Como puede verse, aún en el respiro que produce el anuncio de los norteamericanos de iniciar una etapa de reapertura buscando la normalidad social, su cuadro de enfermedad y muerte es de alta preocupación, pues a pesar de una baja considerable en el número de muertes diarias, los números de infectados siguen en aumento, lo que mantiene en consternación a las autoridades y sectores diversos de la población de que pueda producirse algún rebrote disparando hacia arriba de nuevo el número de infectados como de resultados fatales.
En ese sentido nos preguntamos ¿Qué es lo que ha impedido el otorgamiento del permiso de lugar para que las votaciones se puedan realizar en territorio norteamericano, especialmente en Nueva York?.
De todos es conocido el papel jugado en tal sentido por el liderazgo de la diáspora por la obtención de ese permiso, particularmente ante la oficina del gobernador del Estado, donde pesa mucho la comunidad dominicana así como su liderazgo, generando fuertes lazos políticos y de amistad, fundamentales siempre para lograr alcanzar “proyectos” que no suelen acariciarse sin esos vínculos.
De todos es conocido el papel jugado en tal sentido por el liderazgo de la diáspora por la obtención de ese permiso, particularmente ante la oficina del gobernador del Estado, donde pesa mucho la comunidad dominicana así como su liderazgo, generando fuertes lazos políticos y de amistad, fundamentales siempre para lograr alcanzar “proyectos” que no suelen acariciarse sin esos vínculos.
De algo estamos seguros, y es que los norteamericanos cualquier decisión a tomar la están evaluando fríamente, a pesar de los adelantos de palabras de que no existe oposición al voto, pero que de ser así nos extraña la no evacuación del documento oficial en que se sustenta ese permiso.
Mientras tanto, la J.C.E., los partidos políticos, el gobierno y los dominicanos en general seguimos esperando su soberana decisión
Mientras tanto, la J.C.E., los partidos políticos, el gobierno y los dominicanos en general seguimos esperando su soberana decisión
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