Coronavirus "Se está llevando a cabo un experimento terrible en tiempo real: cuál sistema (el democrático o el autoritario) responde mejor ante la epidemia"
Por Juan Carlos Pérez Salazar
BBC
News Mundo
,Fuentes
Externas
Michael Ignatieff es en la actualidad rector de la
Universidad Central Europea, con sede en Budapest.
El mundo en pausa. La gente bajo encierro,
las calles vacías, la economía frenada... Pero es una pausa vertiginosa,
preñada de preguntas, porque nadie sabe qué vendrá después, cuando el nuevo
coronavirus sea vencido.
¿Serán China y su modelo autoritario los
grandes vencedores y la democracia la gran derrotada como auguran algunos? O
por el contrario ¿los sistemas democráticos saldrán fortalecidos por su
capacidad de generar unión y consensos?
¿Debe la democracia aprovechar esta crisis
para realizar cambios profundos y tratar de cumplir las promesas que, en
lugares como América Latina, ha dejado incumplidas?
¿Se ha traspasado un umbral en el uso
de la tecnología y ahora aceptaremos que puedan monitorear desde dónde
hemos estado y con quién, hasta la temperatura de nuestros cuerpos?
¿Volverán, por fin, los hechos y los
expertos al centro del debate público y empezará la retirada de los
populistas que promueven los "hechos alternativos" cuando no la
mentira abierta y descarada?
Es un muy mal momento para el mundo, pero
quizás uno bueno para hablar con Michael Ignatieff, escritor y pensador,
discípulo y biógrafo del filósofo Isaiah Berlin, excandidato a primer ministro
de Canadá y actual rector de la Universidad Central Europea (financiada por
George Soros) con sede principal -por ahora- en Hungría.
La comunicación es telefónica, entre
Londres y Budapest.
No soy historiador, pero no recuerdo un
momento de crisis mayor para la democracia desde los años 30 y el ascenso del
fascismo y el comunismo. Usted es un agudo observador de la política mundial.
¿Ha presenciado algo similar en su carrera?
Es lo que todo el mundo dice, entonces
debe ser verdad ¿no?
Aunque no estoy tan seguro. Lo que veo es
a una Italia golpeada por esta terrible tragedia y reaccionando como una sola
persona, obedeciendo a un gobierno que tiene una mayoría (parlamentaria) muy
frágil.
Miro a España y -de nuevo- veo a un
gobierno democrático frágil que tiene un apoyo total para enfrentar esta
catástrofe.
Veo en Alemania a una canciller (Angela
Merkel) fuerte presidiendo sobre un sistema de salud que está examinando a
mucha gente.
Y en Canadá a un primer ministro (Justin
Trudeau) que volvió a convocar al Parlamento para enfrentar el reto…
España ha sido uno de los países europeos más
golpeados por la pandemia.
Más
Creo que aquí hay una historia fácil, que
es la de una "democracia en crisis", pero hay una historia más
difícil -e igual de plausible- que dice que la democracia está comportándose a
la altura de las circunstancias…
Entonces, no soy pesimista sobre eso.
Pero seamos cuidadosos: si el virus se
sale por completo de control, es decir, si cualquiera de estas sociedades
democráticas se ve sobrepasada por él y no aplanan la curva, entonces cualquier
cosa puede suceder.
Pero si las democracias lo consiguen y
logran que su gente pase esta crisis, se verán fortalecidas, no debilitadas.
Sí, cuando hablaba de la crisis de la
democracia lo pensaba más en el contexto de los últimos años, con el ascenso de
los nacionalismos de derecha y el repunte de "hombres fuertes", pero
entiendo lo que me dice...
Ah, sí.
…Sin embargo, aunque nadie sabe cómo se
verá el mundo cuando todo esto termine, ahora mismoalguna gente cree que el
gran ganador es China y su manera de reaccionar, que fue muy autoritaria, de
gran control social y con el uso extendido de la vigilancia digital.
Bueno, es una historia que tiene dos
lados.
Sí, reaccionaron de una manera muy efectiva y masiva.
Usaron el poder total del Estado y básicamente lanzaron la economía en reversa,
pusieron en cuarentena a enormes sectores de la población e inundaron la zona
con medidas médicas. Y creo que el mundo admira eso.
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