martes, 28 de abril de 2020

ISLANDIA CORONAVIRUS: UN CASO UNICO EN EL MUNDO QUE PERMITIRA DESVELAR LAS INCOGNITAS DEL CORONAVIRUS COVID-19



Islandia: un caso único en el mundo que permitirá desvelar las incógnitas del coronavirus


Por Marina Velasco

Fuentes Externas: NOTICIAS YAHOO

Cortesia del blog educativo de noticias del 

Lic. Enildo E Rodriguez Nunez MBA PhDP

Los test masivos son un punto fuerte, pero tal vez la clave esté en la genética. Tener una población tremendamente homogénea y bien estudiada juega a su favor.


GETTY IMAGES
Unos turistas pasean por Reikiavik, capital de Islandia, el 3 de abril. Las autoridades han prohibido reuniones de más de 20 personas y han cerrado algunos establecimientos, pero no han decretado un confinamiento total.

Con una población similar a la de Albacete, Islandia se ha convertido estos días en laboratorio de investigación del coronavirus. Pero la reducida población del país (unos 360.000 habitantes) no es el principal factor a tener en cuenta. 
Con datos del 17 de abril, Islandia ha registrado 1.739 casos de coronavirus y 8 muertes, unas cifras muy bajas que contrastan con (y se deben a) la elevada cantidad de test que están realizando. Se calcula que han testado a aproximadamente el 10% de la población, una cantidad que quintuplica la tasa de test realizados en España, pero también en Alemania, uno de los países europeos que mejor ha gestionado esta crisis.
De nuevo, el factor poblacional es importante, pero hay más. Islandia es sede de la empresa biofarmacéutica DeCODE Genetics, que desde hace más de dos décadas lidera el ámbito de los estudios genéticos de población y que ahora ofrece a todos los islandeses hacerse pruebas de coronavirus de forma voluntaria y gratuita sin necesidad de presentar síntomas.  
Para Kári Stefánsson, fundador de la empresa, la estrategia islandesa frente al coronavirus no tiene mayor misterio. “Hemos hecho más test que nadie, hemos seguido un rastreo agresivo de los contactos de los infectados y los hemos puesto en cuarentena”, explica Stefánsson en una entrevista con TRT World. Además de atajar de raíz la epidemia en su país, estas pruebas preliminares les han permitido saber que aproximadamente el 50% de los positivos no mostraban síntomas, al menos cuando se les realizó el test. Pero estos son sólo los datos más superficiales.

Saben de dónde procede cada infección en el país

La empresa islandesa ha sido capaz de rastrear de dónde procede cada contagio en la isla y ha identificado cuarenta cepas diferentes del virus. Es lo que se llama “un estudio genotipado del coronavirus”, explica el genetista español Juan José Tellería, profesor en la Universidad de Valladolid y buen conocedor del proyecto nórdico.
“Desde que nació en Wuhan hasta hoy se han ido produciendo pequeñas mutaciones en el virus que dan lugar a distintas familias”, señala Tellería, y lo que está haciendo DeCODE es “estudiar primero las variantes de esos virus en Islandia, ver a qué cepa pertenecen y de esa manera identificar de qué zona del mundo proviene ese virus”, afirma. Eso por un lado. 

Qué papel juegan los genes en el COVID-19

Por otro, “su intención es cruzar esos datos de las cepas con los de los pacientes y su evolución, por ver si el diferente desarrollo de la enfermedad entre pacientes tiene un origen genético, ya sea por la genética del paciente, del coronavirus o por una relación entre ambas”, añade. En otras palabras: el proyecto pretende averiguar qué mecanismos emplea el virus para actuar, y si los genes tienen un papel específico en el hecho de que en unos pacientes el COVID-19 sea sumamente letal y, en otros, apenas se manifieste.  
Lo que hace tan prometedora a esta iniciativa son las condiciones de base con las que cuentan Islandia —una población reducida y muy estable genéticamente— y la empresa DeCODE, que tiene estudiado el genoma de casi un tercio de los habitantes. “Que yo sepa, es un caso absolutamente único en el mundo; no hay ninguna experiencia similar”, apunta Tellería.

Casi todos los habitantes son hijos, nietos y bisnietos de la gente que ya vivía en la isla hace cientos de años

“Genéticamente, es una población muy homogénea, porque casi todos son hijos, nietos y bisnietos de la gente que ya vivía en la isla hace cientos de años, así que se pueden establecer las redes familiares entre casi todos los ciudadanos del país”, señala. Además, “es una población prácticamente cerrada, porque ha habido muy poca inmigración”, añade.

Estudios genéticos para combatir enfermedades

Lo que ha hecho DeCODE a lo largo de los años es aprovechar esa “baja variabilidad genética” para “identificar factores de riesgo en enfermedades comunes como la hipercolesterolemia, enfermedades cardíacas, asma o alergias”, enumera Juan José Tellería. El hecho de tener una población tan homogénea no les da todo el trabajo hecho, ni mucho menos, pero sí les facilita algo la tarea. “Ten en cuenta que si se compara el genoma de dos individuos cualquiera hay tres millones de diferencias, así que es muy complejo determinar qué genes son responsables de determinados rasgos”, asevera el experto.
Esta ventaja genética, sumada a una buena financiación, ha permitido a DeCODE “estudiar y controlar una cantidad ingente de información” procedente de estudios genéticos para los que se han ofrecido miles de ciudadanos islandeses, cuya historia clínica también posee la empresa. Con esto, “pueden cruzar millones de datos que les permiten identificar variantes genéticas relacionadas con patologías comunes”, aclara Tellería.

Si algo caracteriza a los mediterráneos, es la heterogeneidad genética
El genetista no disimula su fascinación por las investigaciones islandesas —“el caso de DeCODE se estudia en la Universidad”—, pero por otro lado reconoce que un experimento similar sería imposible en España. “La población mediterránea es tremendamente heterogénea, porque el Mediterráneo ha sido durante más de mil años la autopista de la Antigüedad”, ilustra. “Si algo nos caracteriza, es la heterogeneidad genética”. 
Asimismo, en España hay muy pocos estudios del genoma realizados. “Se hacen sólo con utilidad clínica”, señala Tellería, es decir, sólo a pacientes en los que se busca una mutación concreta con una finalidad médica. 
En cualquier caso, si la iniciativa islandesa obtiene resultados en el futuro, los mediterráneos (y el resto del mundo) también saldremos beneficiados. “Sin duda”, corrobora Tellería: “Cruzar los datos del genoma del virus con el de los pacientes supone poder averiguar cómo interactúan el virus y el huésped, y eso es universal”.


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DENTRO DE TRES MESES EL VIRUS NO SERA EL MISMO ( Y NO ES POR EL CALOR)

Dentro de tres meses el virus no será el mismo (y no es por el calor)

Los virus son inteligentes, y una de sus estrategias para sobrevivir es hacerse menos letales.


FUENTES EXTERNAS
UNA NOTICIA DE YAHOO

Cortesia del blog educativo de noticias del 

Lic. Enildo E Rodriguez Nunez MBA PhDP



Chung Sung-Jun/Getty Images
Corea del Sur acelera la producción de test de diagnóstico del COVID-19.
Para superar la pandemia de coronavirus, hay quienes apuestan todas sus cartas a la existencia de una vacuna; hay quienes confían en el desarrollo de una inmunidad de rebaño generada por el contagio masivo de la población; hay quienes esperan que llegue el buen tiempo y este dificulte la supervivencia del virus. Los virólogos, por su parte, sin desdeñar estas opciones, guardan un as bajo la manga: la probable mutación del virus a formas menos letales.
“El virus que circule dentro de tres meses será mucho más benigno que el que circula ahora”, afirmó Luis Enjuanes, virólogo y director del laboratorio de coronavirus del CNB-CSIC, durante una entrevista con Jordi Évole emitida el pasado domingo. Enjuanes, considerado el mayor experto de coronavirus en España, no tiene una bola del futuro, pero sí conoce perfectamente cómo funcionan los virus, y esto le permite asumir que con el paso del tiempo el coronavirus se irá atenuando.

A menor letalidad del virus, más probabilidad de triunfo

“Los virus tienden a dar patología nueva grave cuando saltan de especie, pero luego normalmente van cambiando hacia formas menos letales”, explica Juan José Tellería, doctor en Medicina Genética y experto en enfermedades respiratorias de la Universidad de Valladolid. Tellería no se atreve a dar una fecha de cuándo ocurrirá esto “no sé si dentro de tres meses o de más”—, pero sí a afirmar que este virus “pasará a formar parte del acervo que tenemos a nuestro alrededor”, como ya ha ocurrido con anteriores coronavirus, como el SARS y el MERS, pero también con “otros más banales que nos provocan catarros”.
Al virus le conviene mantener vivo a su huésped, el ser humano, para reproducirse
El genetista habla de “darwinismo básico” para explicar este fenómeno. “Cuanto menos mata el virus, más eficaz es. Si el virus mata a su huésped, está mordiendo la mano que le da de comer”, ilustra. “Porque él no se puede reproducir solo, necesita a un ser vivo para ello, así que le conviene mantener vivo a ese humano”. 

El virus de la gripe, “el máster del Universo”

Es decir, desde el punto de vista evolutivo, “el virus tendrá más probabilidades de triunfo cuanto menos mate”, añade, y cita el virus de la gripe común, que cada año vuelve con una versión ‘mejorada’, como “el máster del Universo” en cuestión de capacidad de supervivencia. “Parte de su éxito lo debe a lo poco patógeno que es. Mata relativamente poco (aproximadamente un 0,1%), lo cual quiere decir que sobrevive en 999 personas de cada mil”, apunta. “Lo que hará triunfar a un virus es no matar a su huésped, o ser lo menor dañino posible”, resume. 
De ahí que los virus tiendan a evolucionar hacia formas menos letales, “pero no porque lo ‘elijan’ ellos”, matiza Tellería, “sino porque las variantes más graves que matan al huésped dejan de reproducirse y, en cambio, las formas menos dañinas continúan transmitiéndose”. “Las mutaciones se producen espontáneamente; y las que pierden virulencia serán aquellas que al final se extiendan más entre la población”, explica.

El coronavirus, un gran “estratega”

“Los virus son unos estrategas impresionantes”, asegura Luis Enjuanes en una entrevista para el programa El Cazador de Cerebros. Enjuanes menciona, por un lado, la estrategia de “distracción” que utiliza el Ébola, por la que una proteína que en principio induce protección lo que hace finalmente es inmunosuprimir al huésped; por otro, la estrategia de “guerra de guerrillas” que emplea el nuevo coronavirus, y que consiste en “ocultarse durante mucho tiempo” (de forma asintomática) para poder expandirse a sus anchas antes de “dar la cara”, que es cuando se puede combatir. “Es un virus muy inteligente en este sentido”, señala.
Desde que nació en Wuhan hasta hoy se han ido produciendo pequeñas mutaciones
La realidad es que los virus van cambiando con el tiempo y, de hecho, en este coronavirus “ya se han descrito varias cepas con mínimas variantes entre ellas”, apunta Juan José Tellería. “Desde que nació en Wuhan hasta hoy se han ido produciendo pequeñas mutaciones en el virus que han dado lugar a distintas familias”, explica. Esto puede resultar positivo, en caso de que vaya disminuyendo su letalidad, y al mismo tiempo negativo, ya que dificulta la búsqueda de una vacuna más eficaz, como ocurre con el virus de la gripe estacional, que por sus mutaciones obliga a producir una vacuna nueva cada año. 
De momento, todo son hipótesis, aunque los virólogos van observando que este coronavirus no muta tanto o tan rápido como el de la gripe. “Es posible que el invierno que viene haya alguna vacuna práctica, y además se podrán aplicar sueros de las personas que se han recuperado”, teoriza Luis Enjuanes en El Cazador de Cerebros. Sea como sea, “estaremos bastante más preparados”, asegura Enjuanes, que vaticina que la situación será mucho más similar a la de la gripe estacional, “que no sale tanto en las noticias”. “A lo conocido la gente no lo teme tanto”, concluye.