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Propaganda Politica pagada
De movilizaciones y conspiraciones, cero hostilidades del gobierno
Por Fernando Peña
La presión es política. El país entero observa las movilizaciones auspiciada e incentivada por actores de la oposición, movilizaciones donde sus actores visibles son jóvenes de clase media y alta.
Los que están detrás de estas movilizaciones quieren llevar al país a una inviabilidad política a un empate catastrófico. Es la vía que han elegido para lograr el descontento popular en su intento de traducirlo en votos en las elecciones.
Quieren un país en pugna, juegan a eso.
Es una estrategia de confrontación, gracias a Dios que no han logrado el apoyo de los verdaderos movimientos sociales dominicanos.
Las acciones de esos movimientos van dirigidos a intentar desmontar el gobierno, el poder instituido y toda la institucionalidad funcional del país.
Lo que prevalece en la actual configuración sociopolítica, es la acción de grupos de oposición no colectiva de sectores sociales, de presión política, de querer crear crisis donde no la hay, alejadas de demandas reivindicativas.
Es sorprendente constatar cómo son actores de la clase media y alta.
Y la intensifican cada vez más…
Ellos, los opositores, Leonel Fernández y comparsa, sabían que para sus objetivos políticos electorales la única vía es crear crisis y caos, por ello sabotearon las elecciones municipales y auparon descontento de grupos y sectores hacia la JCE y de paso al gobierno y al presidente Danilo Medina.
La alerta está dada al gobierno, al PLD y aliados, Leonel Fernández y los opositores, buscan la quiebra del gobierno, son acciones políticas que constituyen una amenaza a la fortaleza y la consolidación política gubernamental.
Danilo Medina, el gobierno ha tomado la prudencia y la búsqueda de organismo internacionales como vía de esclarecer lo sucedido con la infiltración a la JCE y el complot develado en las elecciones municipales.
Qué bueno que ante estas movilizaciones política contra de la gestión de gobierno de Danilo Medina no ha sido confrontada con toda la fuerza del poder estatal y de los sectores sociales afines al Poder.
¿Acaso la marcha del de los jóvenes, los cacerolazos y todas las demás movilizaciones de partidos de oposición duraran hasta el día de las elecciones?
Como a otros movimientos contra el gobierno, develado el objetivo político contra el gobierno y Danilo Medina, sin puntos de demandas sociales, el desprestigio mediático y la división orgánica le caerá encima.
Es abismal la diferencia entre una acción social reivindicativa y una acción conspirativa…
Es fácil ver una acción movilizada de control social ante la deficiencia de una gestión de gobierno y un emprendimiento conspirativo, político y golpista.
Así no lograran credibilidad entre la opinión pública.
Y que conste la mayoría de la población está de acuerdo con la legitima movilización social.
Gracias a Dios que el concepto de gestión del conflicto está ausente en la actual gestión de gobierno.
Es evidente que el gobierno tiene al frente sólo oponentes y no así descontentos sociales, el gobierno tiene al frente únicamente conspirador y no así demandas insatisfechas, el gobierno tiene al frente solamente políticos egoístas, deseoso de llegar al gobierno, al Poder al precio que sea.
Solo tienen un carácter, un objetivo abiertamente desestabilizador.
El 15 de marzo, en las elecciones municipales, y para las elecciones presidenciales dentro de tres meses, en las urnas será cuando se exprese la acción colectiva a favor o en contra del gobierno. Ahí habrá una expresión real a favor o en contra.
La acción inmediata debe ser buscar el voto para las elecciones, ganar simpatía, esa es la acción consecuente con la democracia, la bulla mediática NO da votos.
Mas cuando solo son bulla mediática, no acciones colectivas de los movimientos sociales, porque los movimientos sociales si tienen una trayectoria de consecuencia con la democracia, y desde siempre han usado la movilización como mecanismo para defenderla cuando hay peligro para desplazarla y para fortalecerla cando ésta se distorsionaba.
El autor es periodista
