'" JUGANDO CON FUEGO" LA AMENAZA DE VETO DE ORBAN A LAS SANCIONES A RUSIA PONE EN VILO A BRUSELAS.
Una historia de Jorge Liboreiro
Para la la revista EuroNew Noticias Una publicacion de Fuentes externas- Cortesia del Blog Educativo
de Noticias del Lic. Enildo Rodriguez Nunez;MBA, PhDP Consultor de Marketing Politico Asesor Educativo
COORDINADOR INTERNACIONAL DE COMUNICACIONES EN REDES E INFORMATICA
Los diplomáticos y funcionarios de Bruselas contienen la respiración a la espera de saber si la retórica cada vez más crítica de Viktor Orbán contra las sanciones de la UE se traducirá en un veto que podría poner patas arriba la política del bloque respecto a Rusia, tan pronto como la semana que viene.
Desde febrero de 2022, el bloque ha impuesto amplias prohibiciones al comercio con Rusia en los sectores de la energía, la tecnología, las finanzas, los artículos de lujo, el transporte y la radiodifusión, entre otros. También ha congelado 210.000 millones de euros en activos del banco central ruso dentro del bloque, que se han utilizado para respaldar un préstamo multimillonario a Kiev.
Todo ello podría quedar pronto en entredicho. Las restricciones, diseñadas para paralizar la capacidad de Moscú de financiar su invasión a gran escala de Ucrania, deben prorrogarse cada seis meses por unanimidad, y la próxima fecha límite es el 31 de enero.
En los últimos días, Orbán y sus diputados han intesificado sus duros comentarios contra el régimen de sanciones, argumentando que la toma de posesión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que quiere negociar con el ruso Vladímir Putin, exige que el bloque se replantee su postura de siempre.
"La cuestión de extender las sanciones está ahora en la agenda, y yo tiré del freno de mano y pedí a los líderes europeos que entendieran que esto no puede continuar", dijo el primer ministro húngaro en una entrevista radiofónica este viernes por la mañana.
Uno de sus ministros, Gergely Gulyás, ha cuestionado abiertamente la renovación semestral. "Hasta ahora, todo el mundo ha considerado que la prórroga de las sanciones era automática, pero no creemos que ahora lo sea", declaró Gulyás el jueves.
Estos comentarios han avivado los temores de que Hungría utilice su derecho de veto para bloquear la prórroga, provocando el colapso de un régimen de sanciones cuidadosamente construido a través de 15 paquetes, y privando a la UE de su herramienta más contundente contra el Kremlin.
Budapest, "jugando con fuego"
"Está claro que si Budapest bloquea, tendríamos un gran problema entre manos", dijo un alto diplomático, que habló bajo condición de anonimato debido a lo delicado del asunto. "Budapest está jugando con fuego".
El diplomático describió la situación política como "alucinante", dadas las terribles condiciones del campo de batalla a las que se enfrentan las fuerzas ucranianas, y predijo que la UE se sumergiría en un "territorio inexplorado" si las sanciones sectoriales se derrumbaran de la noche a la mañana. "Los chanchullos que nos llegan de Budapest parecen no tener fin", afirmó el diplomático.
Una discusión a puerta cerrada entre embajadores este viernes no hizo sino aumentar la incertidumbre, ya que el representante húngaro mantuvo la ambigüedad sobre su postura, dijeron varios diplomáticos.
En su lugar, Hungría pidió cambiar el orden del día de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del lunes, para permitir que el punto sobre la renovación de las sanciones, que generalmente se aprueba sin aspavientos, se debatiera abiertamente tras una discusión separada sobre el apoyo a Ucrania.
El enviado húngaro también hizo una serie de peticiones relativas a la política energética y, en particular, a la reciente decisión de Ucrania de poner fin al tránsito de gas ruso a través de Hungría, dijo otro diplomático.
La decisión, adoptada por el presidente Zelenski para impedir que Moscú gane "miles de millones adicionales a costa de nuestra sangre", ha provocado la furibunda reacción de Hungría y Eslovaquia, dos países sin salida al mar que siguen comprando combustibles fósiles rusos. Este mismo mes, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, amenazó con ejercer su derecho de veto en represalia.
Diplomacia "transaccional"
En su entrevista radiofónica, Orbán estableció un vínculo directo entre la renovación de las sanciones y el conflicto del gas, y pidió a la Comisión Europea que interviniera a favor de su país. La Comisión ha dicho que no tiene "ningún interés" en ampliar el tránsito del gas ruso.
"Lo que ahora está cerrado, hay que reabrirlo de nuevo. No es un asunto de Ucrania, es un asunto de Europa, un asunto de Europa central", dijo el primer ministro. "Si los ucranianos quieren ayuda, por ejemplo sancionando a los rusos, entonces reabramos las rutas de tránsito del gas y permitamos a los países centroeuropeos, incluida Hungría, recibir el gas que necesitamos a través de Ucrania".
La conexión entre ambas cuestiones ha dejado a los diplomáticos rascándose la cabeza, tratando de averiguar la gravedad real de la última amenaza. Orbán ha utilizado anteriormente su veto para extraer concesiones, pero nunca para provocar un efecto tan perturbador en las sanciones.
"Las amenazas se toman en serio. Pero no es la primera vez", dijo un diplomático, censurando la manera "transaccional" de plantear exigencias por parte de Hungría. "La UE no puede entrar en modo pánico cada vez que alguien dice algo en Budapest", añadieron. "Hemos aprendido a distinguir claramente entre lo que oímos en Budapest y lo que ocurre en Bruselas".
Es probable que el suspense dure, al menos, hasta que los ministros de Asuntos Exteriores se reúnan el lunes y el representante de Hungría, Péter Szijjártó, anuncie la postura de su país. Los diplomáticos especulan con que, a pesar de las duras palabras, Szijjártó dará marcha atrás si consigue nuevas ayudas de la UE para las necesidades energéticas de Hungría.
Esto allanará el camino para que la renovación se apruebe, si no el lunes, al menos antes de final de mes. "Esperamos un resultado positivo de esa discusión. (Las sanciones) son una parte clave de nuestra estrategia", declaró un alto funcionario de la UE. La cuestión del tránsito de gas "no tiene nada que ver con las sanciones a Rusia. Las sanciones a Rusia son por la agresión".
Sorpresa ante los comentarios de Trump
A la pregunta de si Bruselas estaba ya elaborando un plan B, el funcionario respondió: "No contemplamos otra posibilidad que la de que se apruebe en los próximos días". Un factor que seguramente influirá en el debate son los últimos comentarios de Donald Trump, que tomó por sorpresa a algunos observadores con comentarios de línea dura contra Rusia.
"Si no llegamos a un acuerdo, y pronto, no tengo otra opción que poner altos niveles de impuestos, aranceles y sanciones a todo lo que venda Rusia a Estados Unidos, y a varios otros países participantes", dijo Trump. "Podemos hacerlo de la manera fácil, o de la manera difícil, y la manera fácil siempre es mejor". Por su parte, la UE prepara ya un decimosexto paquete de sanciones contra Rusia, con vistas a aprobarlas antes del tercer aniversario de la invasión, a finales de febrero.