Hoy PRM elige o sus intereses particulares o la salud del pueblo dominicano.
Por Fernando Peña
UNA PUBLICACION DE FUENTES EXTERNAS SERVICIO DE FRONTERAS
Cierto es que el estado de emergencia es el único mecanismo jurídico que permite tomar todas las medidas necesarias para continuar la reapertura por fases sin poner en riesgo la salud de la ciudadanía.
No podemos obviar que desde la Organización Panamericana de la Salud insisten en que junio es un mes clave para controlar el virus, y eliminar las medidas implementadas tendrá consecuencias aterradoras.
Oponerse a la extensión del estado de emergencia solicitado por el Poder Ejecutivo para adoptar nuevas medidas a propósito de la crisis sanitaria generada por la COVID-19, es un desacierto y un crimen contra la población, principalmente contra los más vulnerables de la sociedad.
El pueblo observa atento como en estas horas previas, mientras la bancada del PLD y aliado intenta conciliar posiciones en la búsqueda de la aprobación del estado de emergencia al considerarlo imprescindible para poder continuar la desescalada en la nación, la oposición se mantiene en contra a pesar que no pocos sectores de la sociedad dominicana apoyan la medida.
Lo fundamental ahora es la salud de la población y su economía.
La salud de la democracia es vital y fundamental, pero debemos tratarla al unísono con la salud y la economía de la población.
El país se encuentra enfrascado en la reapertura económica y los últimos datos del Ministerio de Salud Pública no son muy halagüeños pues van por 561 muertos y 21 mil 437 personas infectadas por la Covid-19.
Es irresponsable de parte de la oposición política, PRM, que en el marco de esta pandemia no se piense en la salud de la población, el estado de emergencia es imprescindible para poder continuar la desescalada en la nación.
Expertos y organizaciones internacionales de la salud han advertido que deben esperar para reabrir su economía o hacerlo de forma paulatina para evitar un rebrote.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) acaba de señalar que “en Latinoamérica la situación es delicada.
Somos el epicentro de la pandemia.
En este momento, la región es la que más casos está aportando y tenemos países muy afectados, todos están afectados, pero tenemos unos más que otros. ”
Y agrega, “que esperen un poquito de tiempo. Por ejemplo, junio es un mes complicado, porque estamos en el medio del pico, del epicentro y todo esto.
Y cuando se vaya a abrir, (hay que) sentar en la mesa de negociaciones a la gente de finanzas y economía con la gente de salud pública. Cada país decide y es soberano y nosotros respetamos eso”.
“El mensaje es abrir paulatinamente y por fases y tener un sistema que permita hacer diagnósticos masivos y que permita también el ‘tracking’ (seguimiento) o el ‘trace’ (rastreo) para buscar a los contactos de esos positivos y poder autoaislarlos o aislarlos, o recomendarles que se autoaíslen, porque es lo único que va a aplanar la curva, como dicen.
Pero Brasil es un país grande y generalizar es un poco complicado”.