jueves, 20 de febrero de 2025

EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO



 Una publicacion de Fuentes externas cortesia del Blog Educativo de noticias del Lic Enildo Rodriguez Nunez MBA,PhD P Consultor de Marketing -Asesor Educativo 

El Problema del Conocimiento



El problema del conocimiento es una cuestión filosófica fundamental que se pregunta cómo podemos estar seguros de lo que sabemos. 

A lo largo de la historia, los filósofos han debatido sobre la naturaleza, el origen y los límites del conocimiento. En esencia, este problema busca responder: ¿cómo distinguimos el verdadero conocimiento de la simple creencia?

Uno de los primeros enfoques filosóficos sobre este tema proviene de Platón, quien definió el conocimiento como "creencia verdadera justification". 

Según esta visión, para que una persona sepa algo, no basta con que crea que es cierto; debe haber razones o pruebas que justifiquen esa creencia y, además, debe ser efectivamente verdadero. Sin embargo, este criterio ha sido cuestionado con paradojas como la del "conocimiento de Gettier", que muestra casos en los que una creencia verdadera parece estar justificada, pero no constituye conocimiento genuino.

El escepticismo radical ha planteado dudas profundas sobre nuestra capacidad de conocer la realidad. Filósofos como René Descartes propusieron la duda metódica para cuestionar todo conocimiento que no fuera absolutamente indudable.

 Su famoso "pienso, luego existo" surgió como una certeza innegable en medio de su escepticismo. Sin embargo, otros, como David Hume, argumentaron que incluso nuestra confianza en la causalidad y en el conocimiento empírico es producto de la costumbre y no de una certeza absoluta.

En la filosofía contemporánea, corrientes como el empirismo y el racionalismo han tratado de abordar el problema desde distintas perspectivas. Los empiristas, como John Locke, sostienen que el conocimiento proviene de la experiencia sensorial, mientras que los racionalistas, como Immanuel Kant, creen que existen estructuras innatas en la mente que organizan la información y nos permiten conocer el mundo.

El problema del conocimiento sigue siendo relevante hoy en día, especialmente en la era de la desinformación y las teorías de la conspiración. Nos obliga a preguntarnos: ¿cómo podemos distinguir la verdad de la falsedad? ¿Cuáles son los criterios que garantizan que lo que creemos saber es realmente conocimiento? En un mundo lleno de información, la reflexión filosófica sobre el conocimiento es más necesaria que nunca.

DON QUIJOTE DE LA MANCHA DE MIGUEL CERVANTES,UN LIBRO QUE TODO HISPANOHABLANTE DEBIERA LEER AUNQUE SEA UNA VEZ,POR MUCHAS RAZONES

 


“Don Quijote de la Mancha”. Quienes “SI” leímos esta impresionante obra, sabemos que Cervantes nos recuerda valores universales, por desgracia cada vez más en desuso, “como la fidelidad, la cortesía, la honestidad o la búsqueda de la justicia social”. A pesar de las adversidades, Don Quijote nos deja como enseñanza la importancia de tener sueños aunque parezcan imposibles o incluso nos tachen de locos…


Pero junto a la sabiduría popular representada en la figura de Sancho Panza, las reflexiones de don Quijote sobre valores, virtudes y defectos humanos como la libertad, la justicia, el honor, la solidaridad, el amor, constituyen auténticas enseñanzas que siguen plenamente vigentes en nuestros días.


Aunque hay cantidad de citas que se pueden extraer de Don Quijote de la mancha,  algunas de las reflexiones más representativas del sistema de valores que Cervantes nos trasmite a través de El Caballero de la Triste Figura si dudar podemos mencionar:


Los nobles objetivos en la vida…


“Unos van por el ancho campo de la ambición soberbia, otros por el de la adulación servil y baja, otros por el de la hipocresía engañosa, y algunos por el de la verdadera religión, pero yo, inclinado de mi estrella, voy por la angosta senda de la caballería andante, por cuyo ejercicio desprecio la hacienda, pero no la honra. Mis intenciones siempre las enderezo a buenos fines, que son de hacer bien a todos y mal a ninguno.”

Capítulo XXXII


La libertad…


“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.”

Capítulo LVIII


La virtud…


“Mira, Sancho: si tomas por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que padres y agüelos tienen príncipes y señores, porque la sangre se hereda y la virtud se conquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.”

Capítulo XLII


La belleza…


“Advierte, Sancho –respondió don Quijote–, que hay dos maneras de hermosura: una del alma y otra del cuerpo, la del alma campea y se muestra en el entendimiento, en la honestidad, en el buen proceder, en la liberalidad y en la buena crianza, y todas estas partes caben y pueden estar en un hombre feo… y cuando se pone la mira en esta hermosura, y no en la del cuerpo, suele nacer el amor con ímpetu y con ventajas.”

Capítulo LVIII


El desagradecimiento…


“Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento, ateniéndome a lo que suele decirse: que de los desagradecidos está lleno el infierno. Este pecado, en cuanto me ha sido posible, he procurado yo huir desde el instante que tuve uso de razón, y si no puedo pagar las buenas obras que me hacen con otras obras, pongo en su lugar los deseos de hacerlas, y cuando éstos no bastan, las publico, porque quien dice y publica las buenas obras que recibe, también las recompensara con otras.”

Capítulo LVIII


La humildad…


“Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores, porque viendo que no te avergüenzas, ninguno se pondrá a correrte, y préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad pontificia e imperatoria. Y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran.”

Capítulo XLII


Con estas frases y otras muchas entendemos que el Quijote es un libro atemporal que, a pesar de haberse escrito en 1615, todas sus enseñanzas las podemos aplicar a la actualidad. Sin duda, un libro que todos deberíamos leer al menos una vez en la vida