Hipólito Mejía en nuevos contactos EU
Está en Miami y mañana va a Nueva York; retornará el domingo
El candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Hipólito Mejía, se encuentra desde ayer en Miami y el sábado irá a Nueva York.
Regresa al país el domingo.
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Mejía se reunirá con empresarios, dirigentes políticos, funcionarios de esa nación y concederá entrevistas a distintos medios de comunicación.
La programación de esta mañana incluía una entrevista a las 7:00 en el programa “Despierta América, que se transmite por Univisión, y una reunión a las 9:00 con empresarios. Al mediodía almorzaría con dirigentes del PRD y personalidades de Miami.
Esta tarde grabará entrevistas para Univisión y Telemundo. A las 8:00 de la noche encabezará una reunión con la prensa.
Mañana continuará las reuniones con dirigentes del PRD y empresarios interesados en invertir en República Dominicana.
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viernes, 4 de noviembre de 2011
ASI HABLA MAS QUE UN PRESIDENTE, ASI HABLA UN ESTADISTA, ASI HABLO HIPOLITO MEJIA EN EL DEBATE QUE GANO A DANILO
Mi presencia en el Debate
ASI HABLA MAS QUE UN PRESIDENTE , HABLA UN ESTADISTA !!!!
4 Noviembre 2011, 2:23 PM
Mi presencia en el debate
El ex presidente Hipólito Mejía explica su participación junto a Danilo Medina en el almuerzo de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD)
Escrito por: HIPOLITO MEJIA (candidato presidencial del PRD)
El fragor de la campaña electoral tiene que permitirnos ver el país más allá de las elecciones presidenciales del 2012.
Es mi forma de pensar y creo que el país necesidad de la unidad de propósitos de sus mejores hombres y mujeres para hacer frente a los serios desafíos a los que nos enfrentamos hoy día. En especial una crisis económica que incluye déficits en las cuentas del gobierno, disminución de las exportaciones y de la inversión extranjera directa, además de un aumento desmedido del gasto público y en poco tiempo cinco reformas fiscales.
Estamos, como país, ante una de las crisis más peligrosas de los últimos tiempos. A partir de agosto del próximo año será necesario emplearse a fondo a reducir el dispendio en que ha caído esta administración y corregir el enorme dispendio clientelista, que abarca todas las áreas del quehacer gubernamental, y que afecta la inversión nacional y extranjera, grande o pequeña.
Estoy complacido por la iniciativa de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), que el pasado martes me permitió exponer mis ideas sobre varios temas vinculados a la economía, la industria, las exportaciones, la educación, el comercio exterior y la energía, frente al candidato oficialista, quien también habló sobre sus planes.
Acudí al encuentro con la plena confianza de que las reglas pactadas serían respetadas, y así fue. Es cierto que hubo temas que no estaban incluidos en el debate, como el turismo, que mi oponente incluyó en su intervención.
De todos modos fue su decisión incluirlo y contemplé tranquilamente que ocupara varios minutos más que el tiempo que le fue otorgado. En consecuencia, abordé los temas que se me asignaron con cinco minutos menos, lo que compensó el exceso del primero en hablar.
Los presentes en el encuentro, y los que tuvieron la oportunidad de seguir el debate por televisión, pudieron constatar las diferencias. Hablé como el candidato de mi partido, el PRD, y como una persona con experiencia en la presidencia de la República, que tiene altísimo interés en subsanar muchos entuertos de la administración actual, que se ha excedido en golpear a la población más desprotegida y más pobre, en afectar a los sectores productivos nacionales, en especial a los productores del campo, en favorecer las importaciones y negar el crédito a los sectores productivos.
No voy a entrar en consideraciones sobre la exposición del candidato oficialista, pero sí puedo decir que lo hizo desde el punto de apoyo de la actual administración, que cumplirá ocho años, y que ha contribuido con la reducción de las exportaciones, la quiebra de muchas empresas, la nula generación de energía eléctrica y el gasto corriente excesivo, con una insignificante inversión de capital. Reconozco que hablar desde la posición oficial es difícil en un escenario repleto de empresarios, que viven día a día los martirios de una administración indolente y fiscalista, que no facilita las exportaciones y que en la práctica ha sepultado los acuerdos de libre comercio que con tanto esfuerzo a mi gobierno le tocó negociar.
Escenario actual
Quiero resumir brevemente algunos de los planteamientos que formulé en ese encuentro, y ofrecer algunas explicaciones adicionales. Las considero necesarias y oportunas en este momento. Voy a insistir en ellas y nos veremos tratándolas en diversos momentos hasta el día de las elecciones del 2012 y un poco después. Veamos:
Todos los indicadores económicos se han deteriorado. El ahorro interno se desplomó a un 7%, la calidad del gasto ha desmejorado visiblemente, la deuda pública más que se duplicó en los últimos 7 años y el déficit de la cuenta corriente actualmente ronda el 9% del PIB. El crecimiento de estos últimos años ha sido dependiente del endeudamiento interno y externo, y de los altos déficits en todos los frentes de la economía.
Esa incongruencia explica por qué el alto crecimiento del PIB de los últimos 6 años no ha llegado a los estratos sociales de bajos ingresos, ni ha contribuido a la reducción de la pobreza.
Se aprobaron cinco reformas fiscales desde 2005 y los ingresos tributarios anuales han crecido 4 veces más que en el 2004 y casi 5 veces más respecto al 2003. Pero al mismo tiempo y en el mismo periodo, la deuda pública total aumentó de 9 mil 700 millones en el 2004 a 23 mil millones de dólares en el presente, equivalente a un 43% del PIB actual, siempre y cuando el dato del PIB sea el correcto.
Aún así, el exceso de gastos gubernamentales ha provocado que el déficit de los últimos tres años haya superado los 50 mil millones de pesos anuales. Este año no será la excepción, sólo en el mes de septiembre el déficit fue de 11 mil millones de pesos, para un déficit acumulado superior a los 30 mil millones de pesos en los primeros nueve meses del año.
Propuestas económicas
Expliqué que el Banco Central mantendrá su absoluta independencia y su capacidad de hacer política monetaria usando todos los instrumentos y herramientas a su alcance. Creo que hay muchas medidas que podemos aplicar de inmediato para que la competitividad se convierta en una realidad.
Entre ellas están la reducción del impuesto sobre la renta, la revisión de los impuestos que frenan la inversión privada, el estricto apego a la ley que rige el impuesto a los combustibles eliminando los sobreprecios, la creación de un Fondo de Garantías para apoyar el financiamiento a las micros y pequeñas empresas y la eliminación de los trámites burocráticos a los inversionistas y exportadores que fomentan la corrupción.
Les anuncié a los empresarios y demás miembros de la AIRD que en mi gobierno eliminaremos el cobro del ITBIS en las aduanas y el uno por ciento a los activos financieros de la banca que ha elevado en más de 6% el costo del dinero. En este punto expresé mi firme compromiso de despolitizar y fortalecer las instancias que están directamente relacionadas con estos temas, como es el caso de Proindustria, Consejo Nacional de Zona Franca, Promypime y el Consejo Nacional de Competitividad.
Expliqué que nos proponemos una estabilidad donde todos los agregados macroeconómicos se conjuguen, estén en armonía cuantitativa y respondan a un patrón de crecimiento incluyente.
Un crecimiento motorizado por el sector privado y focalizado hacia los sectores estratégicos, que generan mayor cantidad de empleos productivos.
Esos sectores son: la agricultura, la industria, la agroindustria, la construcción, la minería, el turismo y las zonas francas. Ellos serán los sectores más favorecidos para impulsar ese crecimiento, lo que mejorará la distribución del ingreso y el empleo, irradiando sus efectos en todas las clases sociales.
En general, dije que proponemos una meta de crecimiento promedio anual sobre el 6%, apoyado en los sectores de mayor generación de empleos.
Me comprometí a reducir la intervención pública en aéreas de competencia privada y privilegiar la inversión en capital humano, dándole a la juventud mayores oportunidades para insertarse en el mercado laboral. Y esa juventud tendrá un espacio en nuestro gobierno que jamás ha tenido en el pasado.
La educación
He dicho que un mejor país empieza en las escuelas, por eso reiteré nuestro compromiso de entregar el 4% del PIB a la educación y seguir aumentándolo en el futuro. Pero al mismo tiempo hay que realizar una profunda transformación institucional del sistema educativo para que esos recursos mejoren la calidad de la enseñanza, del profesorado y de toda la infraestructura en que descansa el sistema escolar. Igualmente, daremos especial atención, como lo hicimos en nuestra pasada gestión, a la educación técnico vocacional, con la creación de institutos politécnicos en todo el país. Lamenté mucho que nuestro contendor no reiterara en ese escenario su compromiso con el 4% del PIB para la educación.
Todas las empresas que exporten, estén o no en los parques de zonas francas, recibirán el mismo tratamiento impositivo en cuanto a los productos exportados. No podemos exportar impuestos, expresé.
Lamenté la errática privatización del pasado, donde un monopolio privado extranjero suplantó un monopolio público. Soy partidario de la libre competencia entre empresas tecnológicamente solventes y honestas.
Por eso, garanticé que eliminaremos todas las trabas para que el sector privado incursione en la generación y distribución de energía, y que brindaremos facilidades para que el sector privado participe en la solución de la crisis, con plantas modernas a carbón, gas natural y proyectos de fuentes alternativas ambientalmente amigables.
La realidad es que el aumento indiscriminado de la tarifa eléctrica, incrementa el fraude, agravando la situación financiera del sector. Eso también impacta negativamente en la competitividad de las empresas. En ese sentido, hay que realizar fuertes inversiones en el mejoramiento de la distribución, donde se pierde más de un tercio de la energía producida.
Y finalmente abordé, porque lo creo imprescindible para el desarrollo del país, el tema de la transparencia en la gestión pública. Creo que un Programa de gobierno no es creíble si no aborda el tema del compromiso contra la corrupción.
Todo ello sin descuidar jamás la política social, incluyendo educación y salud, que en mi administración 2000-2004, recibieron los más altos porcentajes del presupuesto hasta el día de hoy.
ASI HABLA MAS QUE UN PRESIDENTE , HABLA UN ESTADISTA !!!!
4 Noviembre 2011, 2:23 PM
Mi presencia en el debate
El ex presidente Hipólito Mejía explica su participación junto a Danilo Medina en el almuerzo de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD)
Escrito por: HIPOLITO MEJIA (candidato presidencial del PRD)
El fragor de la campaña electoral tiene que permitirnos ver el país más allá de las elecciones presidenciales del 2012.
Es mi forma de pensar y creo que el país necesidad de la unidad de propósitos de sus mejores hombres y mujeres para hacer frente a los serios desafíos a los que nos enfrentamos hoy día. En especial una crisis económica que incluye déficits en las cuentas del gobierno, disminución de las exportaciones y de la inversión extranjera directa, además de un aumento desmedido del gasto público y en poco tiempo cinco reformas fiscales.
Estamos, como país, ante una de las crisis más peligrosas de los últimos tiempos. A partir de agosto del próximo año será necesario emplearse a fondo a reducir el dispendio en que ha caído esta administración y corregir el enorme dispendio clientelista, que abarca todas las áreas del quehacer gubernamental, y que afecta la inversión nacional y extranjera, grande o pequeña.
Estoy complacido por la iniciativa de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), que el pasado martes me permitió exponer mis ideas sobre varios temas vinculados a la economía, la industria, las exportaciones, la educación, el comercio exterior y la energía, frente al candidato oficialista, quien también habló sobre sus planes.
Acudí al encuentro con la plena confianza de que las reglas pactadas serían respetadas, y así fue. Es cierto que hubo temas que no estaban incluidos en el debate, como el turismo, que mi oponente incluyó en su intervención.
De todos modos fue su decisión incluirlo y contemplé tranquilamente que ocupara varios minutos más que el tiempo que le fue otorgado. En consecuencia, abordé los temas que se me asignaron con cinco minutos menos, lo que compensó el exceso del primero en hablar.
Los presentes en el encuentro, y los que tuvieron la oportunidad de seguir el debate por televisión, pudieron constatar las diferencias. Hablé como el candidato de mi partido, el PRD, y como una persona con experiencia en la presidencia de la República, que tiene altísimo interés en subsanar muchos entuertos de la administración actual, que se ha excedido en golpear a la población más desprotegida y más pobre, en afectar a los sectores productivos nacionales, en especial a los productores del campo, en favorecer las importaciones y negar el crédito a los sectores productivos.
No voy a entrar en consideraciones sobre la exposición del candidato oficialista, pero sí puedo decir que lo hizo desde el punto de apoyo de la actual administración, que cumplirá ocho años, y que ha contribuido con la reducción de las exportaciones, la quiebra de muchas empresas, la nula generación de energía eléctrica y el gasto corriente excesivo, con una insignificante inversión de capital. Reconozco que hablar desde la posición oficial es difícil en un escenario repleto de empresarios, que viven día a día los martirios de una administración indolente y fiscalista, que no facilita las exportaciones y que en la práctica ha sepultado los acuerdos de libre comercio que con tanto esfuerzo a mi gobierno le tocó negociar.
Escenario actual
Quiero resumir brevemente algunos de los planteamientos que formulé en ese encuentro, y ofrecer algunas explicaciones adicionales. Las considero necesarias y oportunas en este momento. Voy a insistir en ellas y nos veremos tratándolas en diversos momentos hasta el día de las elecciones del 2012 y un poco después. Veamos:
Todos los indicadores económicos se han deteriorado. El ahorro interno se desplomó a un 7%, la calidad del gasto ha desmejorado visiblemente, la deuda pública más que se duplicó en los últimos 7 años y el déficit de la cuenta corriente actualmente ronda el 9% del PIB. El crecimiento de estos últimos años ha sido dependiente del endeudamiento interno y externo, y de los altos déficits en todos los frentes de la economía.
Esa incongruencia explica por qué el alto crecimiento del PIB de los últimos 6 años no ha llegado a los estratos sociales de bajos ingresos, ni ha contribuido a la reducción de la pobreza.
Se aprobaron cinco reformas fiscales desde 2005 y los ingresos tributarios anuales han crecido 4 veces más que en el 2004 y casi 5 veces más respecto al 2003. Pero al mismo tiempo y en el mismo periodo, la deuda pública total aumentó de 9 mil 700 millones en el 2004 a 23 mil millones de dólares en el presente, equivalente a un 43% del PIB actual, siempre y cuando el dato del PIB sea el correcto.
Aún así, el exceso de gastos gubernamentales ha provocado que el déficit de los últimos tres años haya superado los 50 mil millones de pesos anuales. Este año no será la excepción, sólo en el mes de septiembre el déficit fue de 11 mil millones de pesos, para un déficit acumulado superior a los 30 mil millones de pesos en los primeros nueve meses del año.
Propuestas económicas
Expliqué que el Banco Central mantendrá su absoluta independencia y su capacidad de hacer política monetaria usando todos los instrumentos y herramientas a su alcance. Creo que hay muchas medidas que podemos aplicar de inmediato para que la competitividad se convierta en una realidad.
Entre ellas están la reducción del impuesto sobre la renta, la revisión de los impuestos que frenan la inversión privada, el estricto apego a la ley que rige el impuesto a los combustibles eliminando los sobreprecios, la creación de un Fondo de Garantías para apoyar el financiamiento a las micros y pequeñas empresas y la eliminación de los trámites burocráticos a los inversionistas y exportadores que fomentan la corrupción.
Les anuncié a los empresarios y demás miembros de la AIRD que en mi gobierno eliminaremos el cobro del ITBIS en las aduanas y el uno por ciento a los activos financieros de la banca que ha elevado en más de 6% el costo del dinero. En este punto expresé mi firme compromiso de despolitizar y fortalecer las instancias que están directamente relacionadas con estos temas, como es el caso de Proindustria, Consejo Nacional de Zona Franca, Promypime y el Consejo Nacional de Competitividad.
Expliqué que nos proponemos una estabilidad donde todos los agregados macroeconómicos se conjuguen, estén en armonía cuantitativa y respondan a un patrón de crecimiento incluyente.
Un crecimiento motorizado por el sector privado y focalizado hacia los sectores estratégicos, que generan mayor cantidad de empleos productivos.
Esos sectores son: la agricultura, la industria, la agroindustria, la construcción, la minería, el turismo y las zonas francas. Ellos serán los sectores más favorecidos para impulsar ese crecimiento, lo que mejorará la distribución del ingreso y el empleo, irradiando sus efectos en todas las clases sociales.
En general, dije que proponemos una meta de crecimiento promedio anual sobre el 6%, apoyado en los sectores de mayor generación de empleos.
Me comprometí a reducir la intervención pública en aéreas de competencia privada y privilegiar la inversión en capital humano, dándole a la juventud mayores oportunidades para insertarse en el mercado laboral. Y esa juventud tendrá un espacio en nuestro gobierno que jamás ha tenido en el pasado.
La educación
He dicho que un mejor país empieza en las escuelas, por eso reiteré nuestro compromiso de entregar el 4% del PIB a la educación y seguir aumentándolo en el futuro. Pero al mismo tiempo hay que realizar una profunda transformación institucional del sistema educativo para que esos recursos mejoren la calidad de la enseñanza, del profesorado y de toda la infraestructura en que descansa el sistema escolar. Igualmente, daremos especial atención, como lo hicimos en nuestra pasada gestión, a la educación técnico vocacional, con la creación de institutos politécnicos en todo el país. Lamenté mucho que nuestro contendor no reiterara en ese escenario su compromiso con el 4% del PIB para la educación.
Todas las empresas que exporten, estén o no en los parques de zonas francas, recibirán el mismo tratamiento impositivo en cuanto a los productos exportados. No podemos exportar impuestos, expresé.
Lamenté la errática privatización del pasado, donde un monopolio privado extranjero suplantó un monopolio público. Soy partidario de la libre competencia entre empresas tecnológicamente solventes y honestas.
Por eso, garanticé que eliminaremos todas las trabas para que el sector privado incursione en la generación y distribución de energía, y que brindaremos facilidades para que el sector privado participe en la solución de la crisis, con plantas modernas a carbón, gas natural y proyectos de fuentes alternativas ambientalmente amigables.
La realidad es que el aumento indiscriminado de la tarifa eléctrica, incrementa el fraude, agravando la situación financiera del sector. Eso también impacta negativamente en la competitividad de las empresas. En ese sentido, hay que realizar fuertes inversiones en el mejoramiento de la distribución, donde se pierde más de un tercio de la energía producida.
Y finalmente abordé, porque lo creo imprescindible para el desarrollo del país, el tema de la transparencia en la gestión pública. Creo que un Programa de gobierno no es creíble si no aborda el tema del compromiso contra la corrupción.
Todo ello sin descuidar jamás la política social, incluyendo educación y salud, que en mi administración 2000-2004, recibieron los más altos porcentajes del presupuesto hasta el día de hoy.
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