sábado, 7 de abril de 2012

TECNOLOGIA Y REDES, EL GRAN CENTRO DE ESPIONAJE DE INTERNET QUE LA NASA CONTRUYE EN UTAH

El gran centro de espionaje de Internet que construye la Nasa en Utah, USA.

Tecnología y redes – Sab 7 abr 2012 17:35

En su edición de marzo, la prestigiosa revista Wired llevaba en su portada una exclusiva de lo más impresionante: la construcción en el desierto de Utah de un gigantesco centro de espionaje para Internet. El centro, que sería gestionado por la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos), representa la resurrección del ambicioso proyecto 'Total Information Awareness' (conciencia total de información), una iniciativa que ideó la Administración Bush en 2003, pero que nunca se pudo llevar a cabo por la polémica que causó.

Con ella, el Gobierno norteamericano pretendía obtener cualquier información privada que se publicase en Internet, ya fuera en forma de comentarios, correos electrónicos o transacciones bancarias.



En el artículo de Wired, se cuenta que el centro de Utah estaría formado por una compleja red de superordenadores que irían recopilando los millones de terabytes de información provenientes de Internet. Todas las comunicaciones electrónicas del planeta serían almacenadas y procesadas en este terrorífico lugar, convirtiéndolo en la mayor máquina de espionaje de la historia. Todo para localizar e identificar posibles amenazas contra la seguridad de Estados Unidos, pero que también supone la pérdida total de privacidad en la Red (y fuera de ella). "Estaríamos ante el Gran Hermano de Orwell", como bien explica James Bamford, el autor del reportaje.

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Según Bamford, el centro de Utah sería capaz de desencriptar cualquier tipo de información protegida, fisgar en las cuentas de correos electrónicos que desee, y grabar las conversaciones telefónicas que se produzcan en cualquier parte del planeta o transacciones bancarias (incluido el uso de tarjetas de crédito). La manera de recoger toda esta información sería supuestamente a través de una serie de satélites que controlarían todo el planeta. Por si esto fuera poco, los datos recabados podrían ser cruzados y analizados por los ordenadores de forma autónoma para crear alarmas de seguridad y señalar sospechosos.

La legalidad de este centro estaría garantizada por una serie de medidas aprobadas en el último año por el Congreso de los Estados Unidos. Según se señala en el artículo de Wired, la clave estaría en una autorización del Pentágono (Departamento de Defensa) para "investigar en sistemas de procesamiento y análisis de datos y herramientas para proteger a Estados Unidos del terrorismo", que serviría para saltarse a la torera el derecho a la privacidad de los ciudadanos estadounidenses (y de todo el planeta).


La NSA lo niega... más o menos

El revuelo organizado por la publicación de este reportaje ha hecho que el director de la agencia que controlará el supuesto centro de espionaje negase rotundamente los hechos. El general, Keith Alexander, tuvo que responder el pasado 20 de marzo a una serie de preguntas realizadas por congresistas norteamericanos sobre el asunto, y negó que la NSA tuviera la potestad de espiar a ciudadanos norteamericanos sin una orden judicial. Aún así, en su intervención jugó con las palabras y negó que su agencia 'interceptase' información proveniente de comunicaciones privadas, pero sí reconoció que se dedicaban a 'procesar' datos. Una pirueta léxica para no meterse en problemas legales, pero que también muestran un inquietante panorama. ¿A qué tipo de datos se refiere? ¿Cómo los obtienen? ¿Para qué los utilizan?


Varios medios, diferentes fuentes, misma acusación
El artículo de Wired no es el único que ha levantado sospechas sobre las oscuras intenciones de la NSA. Medios como The New York Times, Los Angeles Times o MSNBC han publicado historias parecidas en los últimos años, y citando fuentes diferentes.

Sea como sea, en el desierto de Utah se está construyendo un gigantesco centro de procesamiento de datos que va a controlar la NSA, y no se sabe muy bien qué tipo de función va a tener, ni para qué va a servir. Inquietante, cuanto menos.

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