domingo, 7 de octubre de 2018

EL PRD : LA FUSTRACCION LIBERAL

El PRD: La frustración liberal La esperanza de que impusieran políticas de corte liberal y progresista, frente a la hegemonía del pensamiento conservador en la mayoría de los gobiernos de la República Dominicana, se abrió paso con la llegada al poder del Partido Revolucionario Dominicano en 1978, cuando Antonio Guzmán gana la presidencia en un accidentado proceso electoral. Desde 1974, el PRD, a pesar de la división sufrida en diciembre de 1973, se había convertido en la principal fuerza de oposición al gobierno, ya en las elecciones de ese año, había puesto contra la pared al proyecto de reelección de Balaguer, cuando el Acuerdo de Santiago amenazaba con ganar las elecciones, hasta que pocos días antes de los comicios hubo de abstenerse en medio de una ola represiva desatada en su contra. Hay que recordar que la formula presentada por el PRD en 1974, la encabezaba Antonio Guzmán Fernández, y estaba apoyada ademas, por una extraña alianza entre el Partido Quisqueyano Demócrata, lidereado por Elías Wessin, quien vivía en el exilio después de ser acusado de conspirar contra Balaguer, y el Movimiento Popular Dominicano, de confesión marxista-leninista. Ubicándonos en la época, debemos entonces pensar en las expectativas que despertaron las elecciones convocadas para 1978, cuando en medio de una crisis económica, causada por la disminución de los precios del azúcar en el mercado internacional y los rumores de problemas de salud de Balaguer, el PRD presentó la formula Guzman-Majluta para tratar de desalojar al Partido Reformista del poder. la crisis post electoral de 1978 Entre las muchas crisis por las que ha transitado nuestro vacilante sistema democrático, la más profunda y peligrosa fue la ocurrida en 1978, cuando pudo haberse producido una ruptura del orden constitucional. Al iniciarse el conteo de los votos y la entrega de boletines por parte de la Junta Central Electoral, era evidente que el PRD se encaminaba a una amplia victoria sobre el PR. La normalidad de la JCE fue interrumpida por la irrupción de fuerzas militares,que detuvieron la emisión de los cómputos y en la práctica plantearon un golpe militar que desconociera el resultado de las elecciones. La presión internacional, encabezada por Jimmy Carter, un Presidente de tendencia liberal en los Estados Unidos, y los partidos de la Internacional Socialista, llevó a los bandos enfrentados a establecer una negociación que tuvo como resultado el reconocimiento de Guzmán como presidente electo, a cambio de garantizar al PR la mayoría en el Senado de la República. Este acuerdo, mejor conocido como el ¨fallo histórico¨ de parte de la JCE, abrió las puertas del Palacio Nacional al PRD y mantuvo el poder de nombrar a los jueces en manos de Balaguer. Terminada la crisis, Antonio Guzmán Fernández y Jacobo Majluta fueron juramentados el 16 de agosto de 1978, bajo la expectativa de cambio, consigna con la cual resultaron electos. la frustración liberal Al analizar sin apasionamiento, estos hechos que son ya parte de la historia, las medidas que tomó el gobierno del PRD y Antonio Guzmán durante sus cuatro años de gobierno, llegaríamos a la conclusión de que se logró un avance en materia de libertades públicas y el desmantelar los remanentes trujillistas en las Fuerzas Armadas, mas económica y socialmente resultó en una frustración de los que habían sostenido que ese gobierno significaba un cambio hacia la construcción de una democracia institucionalizada en el país. Antes bien, los cuatro años de Guzmán, terminaron en una gran tragedia personal fruto del caos y el desorden que provocaron las ambiciones personales y de poder de los principales dirigentes del PRD, y las posiciones conservadoras del Presidente Antonio Guzmán, presionado constantemente desde el interior de su propio partido, que se convirtió de hecho en una fuerza opositora en los diferentes frentes en que activaba. Desde el mismo inicio del gobierno, se comenzaron a enfrentar las fuerzas internas, denominadas por Peña Gómez ¨tendencias¨, que se planteaban competir para presentar candidaturas en las elecciones del año 1982. Muestra de ello es, que quien presenta una ley para amnistiar los presos políticos que estaban en las cárceles dominicanas, fue el Senador del Distrito Nacional, Salvador Jorge Blanco, quien con esta iniciativa lanzaba su pre-campaña electoral antes de los dos meses de haber llegado el poder su partido y quitaba al Presidente Guzmán una de sus promesas de electorales. A los continuos enfrentamientos políticos internos del PRD de esos años, hay que agregar la linea divergente de Guzmán frente al PRD, especialmente con José Francisco Peña Gómez, quien planteaba un giro a la izquierda y un gobierno comprometido con el partido, a lo que se opuso el Presidente, quien llegó a denominar ¨mi gobierno¨, a sus decisiones de Estado, para diferenciarse del PRD. un gabinete de amigos y familiares La propia conformación del gabinete de Antonio Guzmán, es una muestra de que su decisión fue alejarse del partido que lo llevó al poder; más de la mitad de los Secretarios de Estado no eran miembros del PRD, y se destacaban figuras procedentes de Santiago vinculados a la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, donde su hija Sonia formaba parte del cuerpo directivo. En medio de la insatisfacción de la militancia del PRD, el líder del partido, José Francisco Peña Gómez, declaró públicamente que no ¨pisaba mas¨ el Palacio Nacional, mientras Guzmán fuera el Presidente, esto a pesar del aumento desmesurado de la nómina pública para dar empleo a miles de perredeístas. del petroleo al huracán david Ademas de estos hechos de carácter político, ocurrieron dos fenómenos uno económico y otro un desastre natural, que marcaron el gobierno del PRD y Antonio Guzmán. Primero se produjo un aumento exhorbitante del precio del barril de petróleo en el mercado internacional, a partir de la crisis iraní que tenía como objetivo, desalojar del poder al Sha de Irán, con la consecuente disminución de la oferta petrolera a nivel mundial. Esto condujo a un aumento del precio de los combustibles en el mercado nacional, que sumado a la devaluación provocada por la emisión de millones de pesos inorgánicos, produjo huelgas y levantamientos populares que fueron reprimidos con severidad por las fuerzas policiales y civiles armados, incluso quedó para la historia el llamamiento que hizo el entonces Vice-Presdiente Jacobo Majluta a sus compañeros de partido, de ¨darle candela¨ a los huelguistas acusándolos de conspirar contra el gobierno. El otro hecho importante que afectó al gobierno de Guzmán, fue el azote de nuestro territorio por parte del Huracán David en el año 1979 y posteriormente las inundaciones provocadas por tres días de lluvias intensas por la Tormenta Federico. Estos desastres naturales provocaron pérdidas de millones de dólares al afectar la mayor parte de las infraestructura vial del país: carreteras, puentes y caminos resultaron destruidos, cientos de personas murieron, y se afectaron las cosechas de miles de campesinos que vieron sus parcelas inundadas y echadas perder. un gobierno fracasado A nuestro juicio, las expectativas de cambio creadas por el PRD y Antonio Guzmán, fracasaron estrepitosamente ante la realidad de un gobierno que no se planteó medidas que garantizaran el fortalecimiento institucional del país, antes bien, hubo un reforzamiento en la protección de grupos de intereses económicos ligados al mandatario y sus familiares. De las medidas económicas solo podrían destacarse: la nacionalización de la mina de oro de la Rosario, que terminó con pírricos resultados para la economía nacional y un pasivo ambiental inmanejable por muchos años. El reclamo a la firma Gulf and Wenster de una deuda y la entrega de tierras de parte de esta compañía multinacional, que luego fueron repartidas a los campesinos, mayoría de los cuáles quisieron convertirse en colonos azucareros. Y la expropiación de la finca de los Agüayo, cercana a San Francisco de Macorís, para repartirla a los campesinos y convertirla en predios arroceros. el nepotismo del gobierno de guzmán Fuera de estos temas, de resultados cuestionados, el gobierno de Antonio Guzmán se caracterizó por el nepotismo practicado en su máxima expresión: su hija Sonia Guzmán tenía una enorme influencia sobre las decisiones de Estado y ocupaba una oficina al lado de la de su padre en el Palacio Nacional. Su esposo, por lo tanto yerno de Guzmán, José María Hernández, era el Secretario Administrativo de la Presidencia, por lo que el centro del poder político las principales decisiones económicas quedaban dentro de la casa del Presidente. A los tres años de su gobierno, enfrentado con Peña Gómez y Jorge Blanco, Antonio Guzmán sufría un serio desgaste político, en medio de las acusaciones de corrupción de que eran objeto miembros destacados de su familia. la “maldita reelección” En el pais existía un amplio sentimiento de insatisfacción, a pesar de eso una campaña reeleccionista tomó fuerza en Santiago, la que fue enfrentada públicamente por Peña Gómez en varios discursos en el programa del PRD, Tribuna Democrática, donde la bautizó como la ¨maldita reelección¨, tomando hechos históricos pasados y cercanos de la política dominicana. A Guzmán no le quedó mas remedio que hacer un acuerdo interno con su Vice-Presidente Majluta, que llamaron ¨acuerdo de acero, para apoyarlo en las primarias internas del PRD, las que perdieron a manos de Salvador Jorge Blanco. Al ganar Jorge Blanco las elecciones de 1982, en alianza con Peña Gómez, bajo la consigna de ¨manos limpias¨, estaba implícita la amenaza de parte de este grupo en contra de Guzmán y sus familiares, lo que aparentemente llevó a Antonio Guzmán a caer en el estado de depresión que lo llevó a la muerte. “ese no es el gobierno del PRD” Estos son los hechos: el PRD llevó al Palacio Nacional a un Presidente que se suponía apoyaba las políticas de corte liberal que planteaba el programa ideológico de ese partido, pero que en muchos aspectos fue incluso mas conservador que su antecesor. Por ejemplo en política exterior, el PRD tenía relaciones con los movimientos guerrilleros que combatían las dictaduras de Centroamérica, sin embargo Guzmán se negó a prestar ningún tipo de apoyo a los sandinistas de Nicaragua, como planteaba Peña Gómez, para evitar caer en contradicción con los Estados Unidos. Del mismo modo, se produjo un alejaron, mas que con Balaguer, las relaciones con el régimen de Fidel Castro, a pesar de que la retórica perredeísta asumía muchas de las posiciones del gobierno cubano y coincidían en muchos foros internacionales, donde se reunían los partidos y agrupaciones de tendencia izquierdista. El punto mas luminoso del gobierno de Guzmán fue sin dudas la apertura a un sistema democrático mas participativo y el cierre definitivo de la política represiva que se había instaurado desde las instancias de poder después del movimiento armado del año 1965. Los partidos de la izquierda revolucionaria disminuyeron drásticamente las acciones violentas en contra del gobierno constitucional y sufrieron un punto de inflexión en la influencia que pudieron tener en algunos grupos de obreros y campesinos, lo que se mantiene hasta nuestros días. el gobierno de “concentración nacional” En 1982, cuando se celebran las elecciones, el PRD gana con el 46% de los votos, la boleta la encabezó Salvador Jorge Blanco, quien prometió un gobierno transparente y correcto en el uso de los fondos públicos. Además planteó adecentar la administración pública, presentándose como la antítesis de Guzmán y su grupo de familiares y amigos, a quienes acusaba indirectamente de cometer actos de corrupción y amenazaba con la persecución judicial. Sin embargo, Antonio Guzmán no le dio la oportunidad de sentarlo en el banquillo de los acusados, ya que se quitó la vida en el periodo de transición, dejando en el poder a Jacobo Majluta, el derrotado candidato por Jorge Blanco en las internas del PRD, quien gobernó durante los 43 días que faltaban del periodo constitucional. El reparto de cargos, prebendas y favores de parte de Majluta, fue el inicio de la campaña electoral del año 1986, antes de que comenzara el periodo para el que fue electo Jorge Blanco, lo que también dio inicio a hechos inauditos de ruptura institucional, ocurridos entre los años 1982-1986. Antes que un gobierno fundamentado en el pensamiento político liberal, el PRD renegó del gobierno de Antonio Guzman y para las elecciones de 1982, planteó al país que Salvador Jorge Blanco si realizaría lo prometido por ese partido durante los años de oposición feroz a Balaguer. El gobierno de ¨Concentración Nacional¨ de Salvador Jorge Blanco y Asela Mera de Jorge y el PRD, será el tema del artículo de la próxima semana.

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