viernes, 24 de mayo de 2019

DANILO MEDINA NO TIENE SALIDA, DEBE REELEGIRSE


Danilo Medina no tiene salida, debe reelegirse


Por Fernando Peña

La relección presidencial es uno de los temas históricamente más polarizantes en América Latina.

Hemos observado que durante los últimos 30 años la gran mayoría de los países han ido abriendo la posibilidad de una reelección presidencial regulada y con periodos presidenciales seguidos.

Se nota que, la reelección, a pesar de su regulación no ha impedido que algunos gobernantes busquen relegirse.

En América Latina, desde mediados de la década de los noventa, ha habido una tendencia significativa de introducir esquemas de reelección consecutiva en vez de mantener esquemas diferido.

Es evidente que la reelección consecutiva no necesariamente es algo negativo para el funcionamiento de la democracia.
Hay razones para pensar que limitar la reelección es más bien antidemocrático y tampoco ayuda a mejorar la rendición de cuentas.

La pregunta sobre las bondades de la reelección del presidente no es solo normativa sino también empírica: ¿en aquellos casos en que los presidentes pueden ser reelegidos tienen mayor probabilidad de ganar que sus opositores?

¿Tienden los presidentes en ejercicio a ganar la reelección con mayores márgenes?

¿Esos márgenes pueden ser explicados también por los efectos de su gestión?
Es fundamental contestar estas preguntas para poder contextualizar el debate sobre la calidad de las instituciones democráticas en América Latina.

Nuestro país, de apenas quizás dos, está dentro de los únicos casos que transitaron bajo un esquema de reelección indefinida que posteriormente fue revertida por intereses y pugnas políticas y partidarias.

América Latina experimentó, una importante transformación constitucional en el funcionamiento de sus sistemas presidencialistas, pues tan solo el 39 por ciento continuó bajo un esquema diferido.

El 28 por ciento de las constituciones ahora incluye reglas de reelección consecutiva para el poder ejecutivo (Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Colombia).

El 11 por ciento de las mismas incorpora mecanismos de reelección indefinida (Nicaragua y Venezuela).
Se observa un cambio institucional en materia de reelección presidencial de mecanismos diferidos hacia reglas que permiten la reelección tanto consecutiva como indefinida.

Aquí en República Dominicana no se ha establecido explícitamente la prohibición de reformar la constitución para incluir esquemas que permitan la reelección.
O sea, la reforma constitucional está permitida.

Recordemos que el expresidente Leonel Fernández, (1996-2000, 2004-2008, 2008-2012) inició su primer mandato en el año 1996, luego que una reforma a la Constitución, el 14 de agosto del año 1994, eliminó la reelección consecutiva de un presidente en ejercicio.

Posteriormente, en el año 2004, inició su segundo mandato de cuatro años, inmediatamente después que en el año 2002, la constitución fuera modificada para permitir la reelección presidencial por dos periodo consecutivo y nunca más, lo que permitió a Fernández, optar por un segundo mandato en el año 2008.

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