Peking advierte que luchara a toda costa y hasta el final’ contra la independencia de Taiwán
El intercambio de declaraciones belicosas entre Washington y Beijing observado en los últimos días el domingo se encontró con una nueva cosecha de declaraciones belicistas. Wei Fenghe, ministro de Defensa de China, dijo que China «luchará hasta el final» para evitar que Taiwán declare su independencia. “Aquellos que buscan la independencia de Taiwán en un intento por separar a China definitivamente tendrán un mal final”, advirtió durante un discurso antes del cierre del Diálogo de Shangri-la en Singapur este año.
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La víspera, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, acusó a China de realizar una actividad militar «provocadora y desestabilizadora».
China ve con malos ojos el acercamiento económico y militar que Washington promueve con Taiwán, un territorio donde viven 24 millones de personas, considerado por Pekín como una de sus provincias y que está dispuesto a incorporar a su dominio.
Las autoridades taiwanesas han reiterado su voluntad de mantener un diálogo abierto con su agresivo vecino, pero hasta el momento Pekín ha hecho oídos sordos. «Mientras haya igualdad, reciprocidad y sin condiciones políticas previas, estamos dispuestos a iniciar un diálogo con China», dijo el primer ministro taiwanés, Su Tseng-chang.
Diade Shangri-la es un foro que reúne a los jefes de los ministerios de defensa de Asia y otras regiones del mundo, así como a diplomáticos y representantes de la industria de armas militares.
China ha recurrido a varias opciones para presionar a Taiwán, en particular la incursión de aviones de combate sobre el espacio aéreo del pequeño territorio. A finales de mayo pasado, 20 aviones militares chinos sobrevolaron la zona de identificación de defensa de Taiwán, la operación más importante llevada a cabo este año.
Estas acciones de acoso constante no son nuevas. El año pasado, las autoridades taiwanesas informaron de 969 salidas de aviones militares chinos.
Beijing también empuja por mar. Sus vecinos denuncian la intención de China de controlar por completo el Mar Meridional de China, por el que circulan cada año miles de millones de dólares en mercancías, además de poseer una riqueza natural invaluable. Vietnam, Malasia, Filipinas, Brunei son algunos de los países que rechazan la ambición de Pekín.
Un fallo del Tribunal de La Haya de 2016 rechazó por completo los reclamos de soberanía de China sobre el Mar de China Meridional, pero Beijing aún no ha reconocido esa decisión.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho de la relación con China su máxima prioridad. Ve en Pekín al principal rival, por no decir enemigo, de su país. Su administración ha realizado cuatro ventas de armas a Taiwán, la más reciente a mediados de semana. Asimismo, a principios de junio anunció el inicio de negociaciones comerciales bilaterales para fortalecer los lazos que unen a Taipei y Washington desde 1994.
Como si eso no fuera suficiente, durante una visita a Japón el mes pasado, el presidente de los EE. UU. declaró que “Washington defendería a Taiwán si fuera atacado por China”.
Wei Fenghe y Lloyd Austin insistieron en sus declaraciones en la necesidad de mantener «líneas abiertas de comunicación» entre Pekín y Washington.
Fuente: RFi
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